Serbia derrotó a España y clasificó a semis de Copa Davis, instancia en la que visitará tierras francesas; los galos terminaron con las ilusiones británicas y esperan por Djokovic y compañía. La otra semi la jugarán Australia y Bélgica, que vencieron a Estados Unidos e Italia respectivamente.

La confianza es todo para un tenista y cuando se pierde hay que reconstruirla con pasos lentos pero seguros. Después de un comienzo de año para el olvido desde lo tenístico y desde lo físico, Novak Djokovic apostó a iniciar dicha búsqueda en la Davis y lideró a Serbia en la victoria copera de este fin de semana frente a España, que le posibilitó al país de los Balcanes meterse entre los cuatro mejores del mundial de tenis. El ex número uno del mundo le dio a su equipo el primer punto de la serie, al ganarle a Albert Ramos Viñolas en sets corridos y no necesitó volver a la cancha, ya que el sábado se liquidó el pleito tras la victoria en el dobles que pusó un inalcanzable 3 - 0.

Con todo el pescado vendido, la jornada de domingo estuvo de más y los singles solo sirvieron para decorar el 4 - 1 definitivo ante un conjunto español que desembarcó en Belgrado sin la presencia estelar de Rafael Nadal. Para la próxima fase el destino podría situar a Nole en un lugar conocido para él, donde ha probado el sabor de la gloria más deseada. El polvo de ladrillo de Roland Garros en Paris.

Es que tras este éxito rotundo en condición de local, los capitaneados por Nenad Zimonjic tendrán que visitar a Francia en setiembre para pelear un lugar en la final. Los galos tienen hoy en día la escuadra con más variantes del planeta tenis, ya que cuentan con 11 jugadores en el Top 100; lo que habla a las claras de que hoy puede nadar en la abundancia y apuntar a la excelencia. En estos cuartos de final, aplastaron a Inglaterra por 4 - 1 sobre la arcilla de la ciudad de Rouen con ausencias del calibre de Jo Wilfried Tsonga (fue papá y está momentáneamente fuera del circuito), Richard Gasquet y Gael Monfils (ambos lesionados).

Los capitaneados por el carismático Yannick Noah sellaron la historia el sábado en el match de dobles, gracias al triunfo en cuatro sets de Julian Benneteau y Nicolás Mahut sobre Dominic Inglot y Jamie Murray, hermano de Andy (quien no estuvo en la serie). Todo había empezado el viernes cuando Lucas Pouille y Jeremy Chardy vencieron a Kyle Edmund y Daniel Evans en sus respectivos partidos de singles para sacar una ventaja de dos que dio mucha tranquilidad con miras al fin de semana. Desde el año 2001 que los franceses no ganan la ensaladera de plata y esta parece ser una gran oportunidad.

Otro que vuelve por tiempos añorados es Australia, que no se alza con el trofeo desde el 2003. De la mano del talentoso Nick Kyrgios en la cancha y con el histórico Lleyton Hewitt desde el banco, los aussies vencieron a Estados Unidos por 3 - 2, jugando como locales en Brisbane, en un duelo apasionante entre los países que más veces levantaron el tan preciado trofeo de campeón del mundo (32 veces los yanquis y 28 los australianos). El enorme Kyrgios fue artífice principal de la clasificación, ya que ganó sus dos partidos sin perder un solo set; el viernes a John Isner y el domingo selló el pasaje a la ronda de los cuatro mejores con la victoria frente a Sam Querrey.

El rival de los de Oceanía en semifinales será Belgica, que bajo la batuta del pequeño gigante David Goffin terminó con las aspiraciones de Italia. El 14 del ranking ATP tampoco cedió parciales en sus dos encuentros; ni Andreas Seppi, ni Paolo Lorenzi hicieron mella en la solidez del fondo de la cancha que tuvo Goffin en ambos encuentros. Los belgas intentarán ganar este torneo por equipos por primera vez en la historia; sin embargo, para eso deberán sortear el escollo de Australia, match en el que claramente no parten como favoritos, a pesar de que tienen a favor el factor de la localía y la posibilidad de elegir la superficie en la cual se disputará el choque.