Yo te Porongo

Porongos de Flores, el primer chacarero en ser internacional.

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El Centro Recreativo Porongos Fútbol Club es una de las más importantes instituciones deportivas dentro del departamento de Flores. Fundado el 5 de junio de 1910 engrosa la lista de los equipos del interior del país que han cumplido el aniversario número 100. Su nombre tiene como razón uno de los principales cursos de agua que forman parte de la geografía departamental, el arroyo Porongos. Su primer presidente, y capitán de las primeras formaciones, fue Guillermo Rodríguez. Hoy comanda los destinos del club Hernán Fagalde.

En la Actualidad, el plantel, dirigido por un histórico del club como Jorge “Pelado” Hiriart, se prepara para jugar la Copa Nacional de Clubes 2017 (su grupo está conformado además por Independiente de Trinidad, Río Negro y Central de San José de Mayo y Wanderers de Santa Lucía) y también la Divisional A de la liga del departamento.

En el plano deportivo ha tenido éxitos por doquier, destacándose los treinta y seis títulos locales (que le permiten superar en tres copas alzadas a su máximo rival: Independiente), y las estrellas correspondientes a títulos del interior conseguidas en 1988, 1994 y 1995. Justamente, la historia que hoy contaremos comienza al cierre del primer lustro de la década de los 90´ y llevó a los trinitarios a ser el primer equipo afiliado a la Organización del Fútbol del Interior en ser parte de una competencia internacional.

Campeonato de Clubes Campeones del Interior 1995:

Como vigente campeón, tras la obtención del título de 1994 al vencer en la final a Central Palestino de Chuy, Porongos partía como uno de los principales favoritos a conseguir una copa por la que pugnaban un total de diecisiete equipos, discándose la presencia de anteriores campeones como Río Negro de San José, Palermo de Rocha o Fritsa de Tacuarembó. Un sistema de disputa muy distinto al actual, con llaves de dos equipos que sólo superaba el ganador, permitía en pocos juegos llegar a la definición.

El elenco trinitario eliminó en primera fase a Wanderers de Durazno, ganando los dos encuentros con goles de Rómulo Fernández y Hugo Crampet. En cuartos de final se dio un choque copero por excelencia, clásico de equipos del sur del país ante Río Negro de San José, empate a cero en la ida y goleada cinco a cero en la vuelta, “Copete” Fernández volvió a destacarse con tres anotaciones, también retornó a inscribir su nombre en el marcador Hugo Crampet.

Otro de los grandes de la zona sur del país esperaba en semifinales: Atlético Florida. Esta vez la historia fue diferente, no se rompió la paridad ni en la ida ni en la vuelta, empataron en ambas oportunidades uno a uno y la definición terminó dándose en los penales, el gran responsable de mantener con chance a los porongueros volvió a ser Crampet que convirtió en los dos juegos. Desde los once pasos, increíblemente el delantero falló su intento, pero Joffre Ricardo Machado comenzó a convertirse en figura al contener el remate de José Pérez. El propio Machado, artiguense de nacimiento, maragato por adopción y defensor en ese momento de los porongueros, se encargó de anotar el quinto penal y de atajar el último ante Mauricio Fernández. Una vez más, Porongos lo había hecho y estaba en la final.

Desde el norte del país asomaba un duro rival, que luego de eliminar Fritsa de Tacuarembó, Conventos de Melo y Rampla Juniors de Paysandú, reclamaba su chance de ser el mejor del interior. Frontera Rivera, con la clásica influencia del cercano Brasil en su fútbol, era el obstáculo a vencer. Jorge Brun (Entrenador del equipo): “Frontera Rivera tenía un equipazo, con destaque para Ruben Paz, pero con un par de jugadores brasileros que eran realmente buenos”.

Un 18 de diciembre de 1995 se enfrentaron en el recientemente construido estadio Atilio Paiva Olivera por el juego de ida, los dirigidos por Jorge Brun formaron con Ricardo Machado; Jorge Cabrera, Alejandro López, Hugo Olivera, Roberto Crampet, José Luis Vázquez, Mario Vázquez, Mario Castro y Alejandro Abeldaño, Eliseo Gueréquiz y Rómulo Fernández. Ingresaron durante el correr del juego Hugo Crampet, Eduardo Scott y Walter Pedreira.

Fue empate dos a dos, los trinitarios abrieron la cuenta a través de Eliseo Gueréquiz y aumentaron por parte de Rómulo Fernández. Quien arruinó la fiesta visitante fue un tal Ruben Walter Paz, quien ya volviendo al fútbol del interior después de una exitosa carrera internacional (más allá de haber pasado luego por Godoy Cruz de Mendoza), convirtió los dos goles que dieron cifras finales al partido.

La revancha, en el Juan Antonio Lavalleja de Trinidad, se desarrolló cinco días después, más precisamente el 23 de diciembre de ese año. Sólo un cambio con respecto al equipo que jugó en Rivera decidió colocar el “Pelo” Brun, dándole ingreso a Walter Pedreira y saliendo José Luis Vázquez. Abrió la cuenta para el local, ya promediando el complemento, Walter Pedreira. Los minutos pasaron, de a poco la fiesta comenzaba a armarse por parte de las casi 2000 personas presentes porque el reloj se arrimaba al final, pero Hebert Da Silva puso un empate que significaba un balde de agua fría para las intenciones porongueras. Sin embargo, en la recarga y mientras los de rojo aun festejaban, el destino tenía preparada una oportunidad más para quien terminó siendo el goleador del torneo, Rómulo “Copete” Fernández la mandó al fondo de la red en solitaria corrida tras la orden del juez, y Trinidad rugió al grito de bicampeón.

Jorge Brun: “Fue una época muy linda, que se pudo cristalizar con los dos títulos del interior conseguidos en 1994 y 1995. Salir campeón del interior era muy difícil, vos tenías equipos muy importantes, cualesquiera de ellos podían conseguirlo. Lo mejor que teníamos era el plantel, con muy buenos jugadores de fútbol, con técnica, garra y compromiso. Sabíamos bien lo que teníamos que hacer, conseguir la gloria deportiva lo era todo”

Liguilla Pre- Libertadores:

Alejandro De Carlos (presidente de la época): “Manteniendo aproximadamente la misma base del plantel del año anterior encaramos el 1995. Un equipo muy unido, muy duro, de hombres muy decididos. Fuimos a jugar la Liguilla con los mismos jugadores que habían ganado ese derecho, consideramos que no era justo que por ir a jugar ese tipo de certamen reforzáramos el plantel con profesionales que no habían formado parte de ese proceso. Fuimos con todos muchachos del barrio, pero no para cumplir. No podíamos estar ni en el club, ni en mi casa, el periodismo llamaba de todos lados, vivíamos algo totalmente desconocido. La intención era cumplir un papel digno, conociendo nuestras limitaciones, con muchachos que trabajaban y que hacían un gran esfuerzo para poder llegar”.

Superada la temporada del Campeonato Uruguayo del año 1995, el calendario marcaba la disputa de la actualmente extinta Liguilla Pre-Libertadores. A los mejores equipos de Montevideo se sumaron los de la Organización del Fútbol del Interior, con seis clubes profesionales y dos amateurs. Peñarol, Nacional, Defensor Sporting, Liverpool, River Plate, Wanderers, Frontera Rivera y el bravo Porongos chocaron en régimen “todos contra todos”, por lugares a la Copa Libertadores y a la Copa Conmebol. Cabe destacar que el desarrollo de este torneo se dio en medio de la disputa del Campeonato de Clubes Campeones al que hacíamos referencia anteriormente, por lo que los representantes de OFI fueron quienes iban a disputar la final.

Jorge Brun: “La AUF nos ofreció a los equipos del interior la posibilidad de que en la fecha de la Liguilla en la que nos enfrentáramos, se decidiera el campeón de la Copa de Campeones. Junto a Frontera Rivera definimos no hacerlo así, y fijamos dos finales que se terminaron jugando a escasos días de la Navidad”.

El debut no resultó sencillo, cuatro días antes el Club Atlético Peñarol se había quedado con el título de campeón por tercera vez consecutiva, en un ciclo que se cerraría con el recordado segundo quinquenio.

Alejandro De Carlos: “En lo previo al partido contra Peñarol, recuerdo que el doctor Amadeo Ottati me hizo una nota preguntándome que se sentía jugar contra el campeón del fútbol uruguayo. Yo le respondí que me disculpara, que Peñarol era el campeón de Montevideo, pero que iba a ser el uruguayo cuando nos ganaran a nosotros”.

El equipo de Flores formó con Ricardo Machado, Roberto Crampet, Hugo Olivera, Alejandro López, Martín Bula, Eduardo Scott, Mario Vázquez, Alejandro Abeldaño, Mario Castro, Hugo Crampet y Rómulo Fernández. Peñarol lo hizo con Sebastián Flores, Nelson Olveira, Nelson Gutiérrez, José Henrique de los Santos, Washington Tais, Daniel Pereira, Danilo Baltierra, Pablo Bengoechea, Antonio Pacheco, Carlos Aguilera y Federico Magallanes. El partido finalizó cero a cero, hazañoso para un grupo de jugadores amateurs enfrentando a los mejores representantes del profesionalismo de aquella época.

Jorge Brun: “Debutamos con Peñarol, en aquel momento el multicampeón, hacía escasos días que habían salido por tercera vez consecutiva campeones uruguayos. Hicimos un partido enorme, logramos empatar cero a cero, y para nosotros fue salir campeones uruguayos. Recuerdo que la incertidumbre pasaba por saber cómo íbamos a jugar, si nos colgábamos del palo, pero mi idea fue ver con estos jugadores hasta donde nos daba. Le jugamos de igual a igual, nos expulsaron al “Chori” Castro a los quince minutos del segundo tiempo, pero igual resistimos”.

Porfiado, el destino le puso al otro club grande del Uruguay en el camino más inmediato, Nacional goleó por cuatro goles a uno (Hugo Crampet). En los posteriores partidos, el combinado poronguero igualó a uno con Liverpool (Alejandro Abeldaño), cayó ante Wanderers por dos a cero, empató con Defensor Sporting dos a dos (Rómulo Fernández x2) y venció a Frontera Rivera por dos a uno (Eliseo Gueréquiz y Alejandro López). El último encuentro, para conseguir la histórica clasificación internacional, lo enfrentaba con River Plate. Abrió la cuenta el conjunto darsenero en la primera parte, pero a escasos segundos del final un golazo de tiro libre de Mario Vázquez le permitió sumar el punto que precisaba. Porongos de Flores, representando a todo el fútbol chacarero, conseguía el histórico hito de ser internacional.

Mario “Chori” Castro (Jugador histórico del club): “Para todos los jugadores del club, y para mi particularmente, fue muy especial. Es como llegar a lo que anhelabas cuando jugabas en un campito, para todo jugador del interior llegar a jugar un campeonato en el Estadio Centenario es lo máximo”.

Copa Conmebol:

Dieciséis equipos fueron parte de la edición 1996 de la Copa Conmebol, el campeón fue Lanús de Argentina tras vencer a Santa Fe de Colombia en la final. Los dos clasificados por Uruguay, que curiosamente se habían visto las caras en la última fecha de la Liguilla, se enfrentaron en la primera fase. Porongos y River Plate lucharon por un lugar en octavos de final, donde esperaba Rosario Central.

Jorge Brun: “De 1995 a 1996 quedamos bastante diezmados en materia de plantel, se fueron muchos jugadores. La ida fue un partidazo, nos la hicieron jugar en el Casto Martínez Laguarda de San José, mientras que la revancha fue en el Omar Saroldi. Para el juego de vuelta, entre sanciones y lesionados, llegamos dando muchas ventajas y no conseguimos clasificar. Lo que más destaco es a nivel institucional fue un evento muy importante que hasta hoy nos llena de orgullo, es una enorme satisfacción haber sido parte de eso”.

Lamentablemente, la fiesta del pueblo no pudo tener lugar en donde debía ser, por razones de seguridad y de iluminación el Juan Antonio Lavalleja de Trinidad no fue autorizado, la ida se disputó en la vecina ciudad de San José de Mayo. Fue bueno, otra vez ante los profesionales de la capital, el dos a dos final con el que se cerró el partido. Saúl Feldman arbitró un encuentro en el que anotaron Alejandro Abeldaño y Alejandro López para el improvisado local, convirtiendo para los albirrojos Fernando Picún y Pablo “Caballo” Tiscornia.

El sueño finalizó cuando en la vuelta los darseneros fueron superiores y golearon por seis a cero con dos anotaciones de Diego Rosello, una de Carlos Curbelo, Heber Dos Santos, Rodrigo López y Raúl Salazar. En el Omar Saroldi y bajo el arbitraje de Eduardo Dluzniewski, se cerró el exitoso ciclo poronguero. El equipo que nuevamente dirigió el “Pelo” Brun tuvo como titulares, en los dos encuentros, a Daniel Brun, Roberto Crampet, Hugo Olivera, Alejandro López, Héctor CardoJorge Hiriart, Mario Castro, Alejandro Abeldaño, Julio Daniel Morales, Eliseo Gueréquiz y Javier Taberne.
El abultado resultado del final no empaña la histórica campaña de un equipo que primero se coronó como el mejor del interior, y posteriormente se codeó con los principales clubes del Uruguay jugando de igual a igual, al punto de que el empate con Liverpool privó a los de la cuchilla de un título oficial de AUF que se le ha negado por mucho tiempo. Porongos de Flores hizo historia a nivel internacional, fue el primero y único afiliado a la Organización del Fútbol del Interior en conseguirlo, y merece ser recordado.

Créditos (Parte de las imágenes y parte de los testimonios): “Porongos. El cuadro más grande de la capital más chica”. (Documental)