Los niños crecen
El joven Alexander Zverev sumó un nuevo título de ATP.
Continúa la temporada y en esta parte del calendario las medias se siguen enchastrando con el polvo de ladrillo.
Esta semana, Alexander Zverev volvió a mostrarle al mundo que hace rato dejó de ser promesa para convertirse en una realidad ya consolidada del circuito ATP; el alemán de 20 años derrotó en sets corridos al argentino Guido Pella y se adjudicó el Abierto de Munich, tercer título de su incipiente y exitosa carrera profesional. 6-3 y 6-4 fue el resultado final.
En la ciudad de Estambul, el croata Marin Cilic derrotó al canadiense Milos Raonic con parciales de 7-6 (3), 6-3 y grito campeón por primera vez en lo que va del 2017.
Zverev se consagró por primera vez como monarca en su país de origen (Alemania) y sigue exhibiendo las credenciales que lo perfilan como potencial número uno del mundo, en un futuro no tan lejano.
Segundo título de la temporada para el germano, luego de la consagración en las canchas rápidas de Montpellier durante el mes de febrero y buen apronte de cara a Roland Garros, segundo Grand Slam de la temporada que comenzará el 28 de mayo.
A pesar de perder su saque en el arranque del match, el nacido en Hamburgo encontró el nivel necesario para dar vuelta un 2-4 y ganar los últimos cuatro games del set frente al zurdo Pella, quien tuvo la mejor semana del año en cuanto a rendimiento y resultados.
Certero 100 por 100 a la hora de quebrar el servicio del zurdo sudamericano (2 de 2 en oportunidades aprovechadas en ese primer parcial), Zverev aprovechó el envión anímico y liquidó el pleito sin inconvenientes después de una hora y catorce minutos de juego.
Jugando en tierras turcas, fue Marin Cilic quien se proclamó campeón del ATP de Estambul y conquistó de esta forma el 17º título de su trayectoria; aunque el primero desde su consagración en Basilea, en octubre del año pasado.
El obtenido este domingo fue su segundo campeonato sobre arcilla y el primero desde Umag 2012, lo que habla a las claras de lo valioso que es este resultado y la incomodidad que es para el lungo croata jugar en polvo.
En lucha de grandotes, fue el nuevo número siete del mundo quien logró imponerse ante el bombardero Raonic. El arma fundamental para el nacido en Bosnia Herzegovina fue el servicio; después de dos horas y un minuto, terminó conectando nueve aces y salvó los siete break points que tuvo que enfrentar a lo largo del partido. Como si esto fuese poco, ganó el 82% de los puntos con el primero y cerró la faena con saque ganador, ese broche de oro que suelen poner los campeones.
Para terminar otro fin de semana a puro tenis, el español Pablo Carreño Busta fue el mejor en Estoril al ganarle al luxemburgués Gilles Muller por 6-2 y 7-6(5), logrando de esta manera la corona número tres de su carrera y primera de la temporada.
Esta semana, Alexander Zverev volvió a mostrarle al mundo que hace rato dejó de ser promesa para convertirse en una realidad ya consolidada del circuito ATP; el alemán de 20 años derrotó en sets corridos al argentino Guido Pella y se adjudicó el Abierto de Munich, tercer título de su incipiente y exitosa carrera profesional. 6-3 y 6-4 fue el resultado final.
En la ciudad de Estambul, el croata Marin Cilic derrotó al canadiense Milos Raonic con parciales de 7-6 (3), 6-3 y grito campeón por primera vez en lo que va del 2017.
Zverev se consagró por primera vez como monarca en su país de origen (Alemania) y sigue exhibiendo las credenciales que lo perfilan como potencial número uno del mundo, en un futuro no tan lejano.
Segundo título de la temporada para el germano, luego de la consagración en las canchas rápidas de Montpellier durante el mes de febrero y buen apronte de cara a Roland Garros, segundo Grand Slam de la temporada que comenzará el 28 de mayo.
A pesar de perder su saque en el arranque del match, el nacido en Hamburgo encontró el nivel necesario para dar vuelta un 2-4 y ganar los últimos cuatro games del set frente al zurdo Pella, quien tuvo la mejor semana del año en cuanto a rendimiento y resultados.
Certero 100 por 100 a la hora de quebrar el servicio del zurdo sudamericano (2 de 2 en oportunidades aprovechadas en ese primer parcial), Zverev aprovechó el envión anímico y liquidó el pleito sin inconvenientes después de una hora y catorce minutos de juego.
Jugando en tierras turcas, fue Marin Cilic quien se proclamó campeón del ATP de Estambul y conquistó de esta forma el 17º título de su trayectoria; aunque el primero desde su consagración en Basilea, en octubre del año pasado.
El obtenido este domingo fue su segundo campeonato sobre arcilla y el primero desde Umag 2012, lo que habla a las claras de lo valioso que es este resultado y la incomodidad que es para el lungo croata jugar en polvo.
En lucha de grandotes, fue el nuevo número siete del mundo quien logró imponerse ante el bombardero Raonic. El arma fundamental para el nacido en Bosnia Herzegovina fue el servicio; después de dos horas y un minuto, terminó conectando nueve aces y salvó los siete break points que tuvo que enfrentar a lo largo del partido. Como si esto fuese poco, ganó el 82% de los puntos con el primero y cerró la faena con saque ganador, ese broche de oro que suelen poner los campeones.
Para terminar otro fin de semana a puro tenis, el español Pablo Carreño Busta fue el mejor en Estoril al ganarle al luxemburgués Gilles Muller por 6-2 y 7-6(5), logrando de esta manera la corona número tres de su carrera y primera de la temporada.