Pasto para las fieras

Se empezó a jugar al tenis sobre pasto en este 2017. Pouille y Muller se coronaron.

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Foto: SI.com
Arranque de la temporada sobre césped en el circuito de la ATP y semana de estreno con más sorpresas de lo habitual. Los máximos favoritos (Federer, Dimitrov, Berdych, Cilic, Zverev) no comenzaron bien su ruta en el pasto, despidiéndose antes de las respectivas definiciones.

En Holanda se coronó el veterano Gilles Muller. En tierras alemanas, fue el francés Lucas Pouille quien gritó campeón. Dicho campeonato contó con el regreso a las canchas de Roger Federer, quien cayó en primera ronda frente al local Tommy Haas. La vuelta al ruedo luego de dos meses de inactividad no es fácil para nadie, ni siquiera para él.

En Hertogenbosch (Holanda) se impuso Gilles Muller, oriundo de Luxemburgo y viviendo el mejor momento de su carrera a los 33 años; 7-6, 7-6 fue el resultado final de la batalla frente al potente Ivo Karlovic, signada por la paridad y un predominio absoluto de los saques sobre las devoluciones. 22 aces del ganador por 19 de su rival de ocasión, considerado el bombardero por excelencia en el mundo de las raquetas.

Segundo título ATP en el historial de Muller (el otro fue en Sidney), los dos conseguidos en este 2017 que seguramente quedará marcado a fuego como el año de su vida tenística. No solo los quiebres de servicio brillaron por su ausencia, como era de esperarse; sino que ninguno de los dos tuvo una sola chance de break en una hora y 32 minutos de juego.

El enfrentamiento entre el gigante croata, de 38 años, y el zurdo luxemburgués, de 34, fue la final con jugadores de más edad sumada en el circuito desde Hong Kong 1976, cuando Ken Rosewall (42 años) venció a Ilie Nastase (30). Muller asciende, de esta forma, al escalafón número 26 del ranking y sueña con tener un buen desempeño en Wimbledon, donde nunca ha pasado de la tercera ronda.

En Stuttgart todos esperaban por la consagración de Roger Federer antes del inicio del torneo; sin embargo, ante la prematura eliminación del helvético, fue el talentoso francés Lucas Pouille el que levantó la copa en esta jornada de domingo, después de batir a Feliciano López (4-6, 7-6, 6-4), otro veterano que aún perdura en el candelero. Dos horas y cinco minutos de un duelo lleno de emociones, en el que el galo tuvo la fortaleza anímica para revertir una situación que había empezado torcida.

El español se quedó con el primer parcial, basado en un implacable 93% de puntos ganados con su primer servicio (14 de 15) y arrancó con todo en la segunda manga. Sin embargo, el diestro de 23 años se aferró al match con uñas y dientes, salvando cuatro bolas de break; dos en el tercer game y otras dos en el quinto. Así llevó la definición a la muerte súbita, imponiéndose en la misma y forzando un tercero.

Llegada la hora de la verdad, Pouille aprovechó su única oportunidad de quiebre del partido y se adelantó por 4 - 2. De allí en adelante solo tuvo que sostener su saque para cerrarlo y coronar el tercer título (Metz y Budapest los otros) de su incipiente carrera.

Segundo del año y primero sobre hierba para el nacido en Grande-Synthe, quien aparecerá este lunes como flamante 15 del mundo, continuando su escalada vertiginosa como fiel exponente de la generación que se nos viene.