Póker de ases

Las mejores cartas están en semifinales de Roland Garros.

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Foto: Reuters
Roland Garros entra en su recta final y dos semifinales de lujo asoman en el horizonte. Durante la mañana del viernes el favorito Rafael Nadal se enfrentará al talentoso Dominic Thiem que intentará dar la sopresa para llegar a su primera final de Grand Slam. Por su parte, el número uno Andy Murray deberá enfrentar al temible Stanislas Wawrinka, en una reedición de la semi del año pasado.

El miércoles, en una electrizante jornada, se disputaron íntegramente los cuatro partidos de cuartos de final en los que avanzaron el 1, el 3, el 4 y el 6 del mundo; prueba cabal de que en este 2017 no hay lugar para sorpresas en Bois de Boulogne.

La principal novedad es que el campeón defensor no podrá revalidar su corona; Novak Djokovic fue aplastado por el austríaco Thiem, quien no para de crecer y está logrando ese estado de madurez que hace falta para ganarle a los mejores en los grandes escenarios.

Contrariamente a lo que suele suceder con los partidos para el recuerdo, lo que comenzó siendo paridad pura terminó en una clase de tenis gratuita a cargo del siete del mundo. 7-6, 6-3, 6-0 el resultado final de una batalla que tras el primer parcial se transformó en paliza.

Nadal continúa con su andar implacable y en la ronda de los ocho mejores estuvo en cancha menos tiempo de lo esperado. Tras otro arranque fulminante y un score parcial que marcaba 6-2, 2-0, Pablo Carreño Busta tuvo que retirarse debido a una lesión en uno de sus costados abdominales. Iban tan solo 51 minutos de juego cuando el español no soportó más el dolor y dijo basta en su primera aparición en cuartos de final de un Grand Slam.

Décima semifinal para Rafa en el polvo de ladrillo francés, siendo que en las nueve ocasiones anteriores que arribó a esta instancia se terminó consagrando campeón. El zurdo es candidato a quedarse con la copa de los mosqueteros.

Tan solo ha perdido 22 games en lo que va del torneo, número que refleja a las claras su estado de forma. Lleva 22 partidos ganados y 1 perdido (frente a Thiem, su próximo rival) en esta temporada de ensueño sobre la superficie que tantas alegrías le ha dado.

El suizo Wawrinka parece haber recuperado la memoria en las últimas semanas después de un 2017 que venía torcido. Haciendo gala de una potencia inigualable en sus golpes de fondo, “Stan The Man” pulverizó a Marin Cilic (6-3, 6-3, 6-1) y se metió en semis por tercera vez consecutiva en el abierto parisino.

La primera fue en aquel glorioso 2015 cuando se consagró campeón luego de vencer a Nole en la final. A medida que se acercan instancias decisivas, la confianza del número tres del planeta va en aumento y cuando eso sucede no existe tarea imposible para su revés indomable.

Para completar el cuarteto de sobrevivientes que irá por la copa, el británico Andy Murray derrotó al japonés Kei Nishikori en cifras de 2-6, 6-1, 7-6, 6-1. Luego de un inicio plagado de dudas, terminó imponiéndose con autoridad. Aunque con muchas irregularidades en el transcurso del match (26 errores no forzados), Murray se puso firme a la hora de las definiciones y cerró el pleito con gran solidez.

Faltan horas para que los cuatro mejores salgan a la cancha y ambos enfrentamientos prometen emociones. Nadal y Thiem es el partido por excelencia, ya que han sido los dos mejores del año en polvo de ladrillo.

El encuentro entre Murray y Wawrinka no se queda atrás; ambos han ganado tres torneos grandes en sus respectivas carreras e irán por el cuarto. Si hacemos un análisis general, quizás el orgullo escocés sea quien llega en un nivel más bajo y con el físico más castigado. Sin embargo, a un número uno jamás hay que subestimarlo.

El trío de Nadal, Thiem y Wawrinka arriban a esta instancia sin haber perdido un solo set, pero ahora viene lo más difícil: sostener y coronar cuando los grados de dificultad aumentan al máximo.