La última Bolta

Bolt se retirará en el Mundial de Londres. Un repaso por su carrera y sus récords.

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Foto: AFP
En el deporte hay elegidos que dejan huella en nuestras retinas. Usain Bolt forma parte de ese minúsculo grupo selecto y en los últimos días ratificó que se retirará del atletismo profesional tras la disputa del Campeonato Mundial que se llevará a cabo del 4 al 13 de agosto en la ciudad de Londres.

El sábado 12 a las 17:50 hora uruguaya será el adiós definitivo, la carrera de la despedida. Allí, junto a sus compañeros, buscará darle una nueva medalla de oro a Jamaica en el relevo 4x100. Está confirmado que tan solo competirá en la mencionada posta y en los 100 metros llanos, dejando de lado los 200 metros en los que también es rey absoluto y plusmarquista mundial.

Desde los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 impactó al mundo conquistando tres medallas doradas con tan solo 21 años (100, 200 y 4x100). Repitió la proeza en Londres, hasta desembocar en Rio de Janeiro el año pasado, donde volvió a ganar el triplete que lo consagró definitivamente como el velocista más grande de todos los tiempos. Esto le vale el rótulo de imbatible en las grandes competencias. 

Puede ser rotulado como la gran leyenda del olimpismo, incluso por arriba del enorme Michael Phelps. La definición podrá considerarse exagerada. Sin embargo, lo avala un porcentaje de acierto infalible: nueve medallas de oro en nueve finales disputadas. Se destacan los tres títulos consecutivos en la prueba reina del atletismo (los 100 metros), hito nunca antes alcanzado.

Solamente empaña su desempeño en pista la sanción por doping que recibió recientemente Nesta Carter, su compañero de posta en 2008, y que le quitó en los escritorios, una medalla ganada en la pista. De todas formas, si lo eliminamos de esa prueba, su desempeño sigue siendo perfecto, con ocho de ocho. 

Sus hazañas no se reducen a ser figura cada cuatro años. Dueño de dos platas (Osaka 2007) y once oros en campeonatos del mundo (tres en Berlín, Moscú y Beijing y dos en Daegu), actual recordista olímpico y mundial tanto en los 100, como en los 200 desde hace casi una década. De tranco largo, elegante y autosuficiente, muchas veces mirando hacia los costados en plena faena, ha pulverizado sus propias marcas una y otra vez. En tres ocasiones quebró el récord de los 100 con tiempos de 9,72 ( EEUU 2008), 9,69 (JJOO 2008) y 9,58 (récord actual - Mundial de Berlín 2009).  

Corriendo los 200, hizo trizas los relojes en su debut olímpico. La capital china fue testigo de su grandeza cuando estableció aquel 19,30, que luego sería superado por él mismo en Berlín, un año después con 19,19 (récord actual). Una década de supremacía absoluta sobre sus rivales corroboran lo imperecedero de su legado. Nadie pudo con él.

Esta temporada, cerca de dar las hurras, disputó tres competencias y en todas salió victorioso, aunque lejos de sus mejores tiempos. La última fue en Mónaco, disputando una etapa de la Liga Diamante, cuando quebró la barrera de los 10 segundos (9,95) por primera ocasión en lo que va del 2017. Las restantes en República Checa y en su Jamaica natal, donde corrió por última vez ante su gente.

Amo y señor en las pistas de todo el planeta, a su eficacia única le agregó una cuota de carisma pocas veces vista en un deportista de alta competencia, tal vez solo comparable a lo que alguna vez representó Muhammad Alí. Deja la sensación de irse prematuramente (cumple 31 años el próximo 21 de agosto) y con mucho talento para regalar.

Imborrable en el disco duro de todos perdurará su ceremonia previa a cada desafío; siempre risueño, luego de hacer las morisquetas típicas, mira el cielo y se persigna para dar paso a una fe indestructible. Nadie sabe explicar cómo ese niño interior relajado por demás puede convertirse de un instante a otro en el hombre más rápido y concentrado durante ese lapso fugaz en que se corta el bacalao.

Ya no competirá hasta el Mundial y en suelo británico disfrutaremos de sus dos performances finales. Conocedores de que cuanto más grande es la cita mayor es el rendimiento, siempre esperamos algo más de sus piernas esbeltas y mente prodigiosa. En cualquier caso, ganando o perdiendo, ya nadie podrá negarle el altar de los eternos.   

La última de Bolt antes del Mundial