Quebrando una lanza
¿Qué pasa con los lanzamientos en Uruguay? Desarrollo, análisis y proyección.
Lo primero que hay que hacer es delimitar bien el tema. Esta nota versará sobre las marcas nacionales masculinas en lanzamientos: bala, jabalina, disco y martillo. Si uno entra a la página de la Confederación Atlética del Uruguay y va a las estadísticas, se podría preguntar ¿por qué algunos récords nacionales en lanzamientos tienen 30 años o más?
El panorama es claro. Rodolfo Casanova es el único atleta que logró establecer un nuevo récord nacional en lanzamiento en los últimos 30 años. Lo hizo en disco. Las marcas de jabalina (Mario Alaniz) y de bala (Óscar Gadea) son de 1987, y la de martillo (Darwin Piñeyrúa) de 1974.
Mientras en las demás pruebas de atletismo han ido apareciendo atletas que fueron bajando marcas: Néstor García a finales de los 90 en carreras de fondo y maratón, Heber Viera en velocidad, Andrés Silva en los 400 metros y Emiliano Lasa en saltos, no ha pasado lo mismo en las denominadas pruebas de campo del atletismo.
Lionel De Mello, presidente de la Confederación Atlética del Uruguay (CAU) desde el 2016, aclara el panorama: "El atletismo tiene tres grandes grupos de pruebas: saltos, carreras y lanzamientos. En carrera fuimos progresando en medio fondo y fondo. En saltos tenemos algunas dificultades en mejorar el salto alto, y uno de los récords más antiguos es salto con garrocha masculino".
"En lanzamiento estaría el mayor debe del Uruguay. Hay un primer aspecto y es que son pruebas muy técnicas y requieren un deportista dedicado muchos años. También hay una cuestión antropométrica del uruguayo. Los lanzadores en Uruguay no tienen mucha perspectiva por un tema de tamaño, el largo del cuerpo determina la altura del lanzamiento, y esto es muy importante porque la altura determina la parábola del objeto lanzado".
La escuela
Se plantean dos problemas para los lanzadores uruguayos, uno de escuela y otro de biotipo. Hay que dedicarse muchos años para obtener una técnica depurada a la hora de lanzar. Lo primero que cuenta Rodolfo Casanova al explicar por qué pudo establecer una nueva marca en disco, es que lo pudo hacer "porque en Fray Bentos tenemos un buen entrenador, el referente en Uruguay, el único grado 5 en el país".
Ese entrenador se llama Milton Cardozo, quien explica con claridad por qué no es sencillo formar un lanzador: "Las pruebas de lanzamientos son movimientos antinaturales por excelencia, siendo el gesto de la jabalina tal vez el más natural, por lo cual el ejecutarlos bien lleva un período de aprendizaje y automatización bastante largo".
"Hay que sumarle una carga física, no aconsejable antes del final del desarrollo, por lo cual llegar a una estabilización técnica, física y mental para rendir al máximo en un gesto de uno o dos segundos lleva varios años. El promedio de años de los récords en Uruguay es 29-30, salvo las jabalinas, ya que el gesto de lanzar piedras por ejemplo lo comienzan ya de niños".
Años para un gesto de uno o dos segundos, la imagen es esclarecedora. Pero la cuestión de la escuela no queda solo en el entrenamiento, porque en algún lado hay que entrenar.
De Mello cuenta que "los lanzamientos requieren una jaula específica y en el país hay una en Montevideo, una en Maldonado y una no oficial en Fray Bentos. Son pruebas que no se construyen atletas de la noche a la mañana. A nivel de CAU pretendemos ver si podemos nivelar esta situación. Nuestra prioridad ahora es el recambio, tenemos un grupo de atletas mayoritariamente por arriba de 30, salvo Emiliano (Lasa) y Déborah (Rodríguez)".
Esa jaula de Fray Bentos que nombra De Mello es donde trabaja Cardozo y desde dónde salió Casanova, que explica un poco más: "Se hizo un complejo que está bueno y que recibe en algún momento a todos los lanzadores. Hacemos campo y clínicas y hemos logrado buen desarrollo con materiales y demás que es muy costoso. Si ves la tabla de records, de los 8 records de mayores en lanzamientos hay cuatro que son de Río Negro: Mario Alaniz en jabalina, Stefanía Zoryez, María Mello en jabalina y yo. Hay una tradición acá que es muy fuerte".
La falta de escuela tiene como consecuencia una falta de referentes que complica establecer una tradición que permita que nuevas generaciones puedan entusiasmarse con las pruebas de campo del atletismo. De Mello cuenta que cuando asumió vio que por medio de una agencia de cooperación con Japón, se había podido pedir un técnico para que venga a Uruguay a enseñar.
"Increíblemente se había pedido un técnico de fondo, justo en un área que Uruguay no tiene problemas. La mitad de la selección olímpica era fondista. Nosotros nos permitimos cambiar, vamos a demorar un año más, pero vamos a traer un entrenador extranjero en lo que nos falta, que es en lanzamiento", cuenta el actual presidente de la CAU.
El biotipo
En el atletismo la genética es una variante fundamental. Por más entrenamiento y técnica depurada que uno tenga, para determinadas pruebas uno debe ser alto, largo, musculoso, potente, etc. Al estudio de las medidas del cuerpo humano se le llama antropometría, y por ejemplo para las pruebas de lanzamiento será muy beneficioso que el atleta tenga brazos largos.
De Mello explica que “los grandes lanzadores del mundo son teutones, o nórdicos, tipos grandes con mucha fuerza. En Uruguay no tenemos ese tipo de biotipo, somos más latinos, del sur de Europa".
Milton Cardozo establece algunos matices a la postura del presidente de la CAU: "Lo del biotipo es bastante discutido a mi entender, ya que, al ser un país de inmigrantes, está muy ligado a la zona del país en donde se radicaron. Por ejemplo, San Javier es una zona de inmigrantes rusos por lo cual aún hay genética del origen, en la zona de Colonia pasa otro tanto con inmigrantes europeos".
"El problema principal es la falta de trabajo polivalente en edades adecuadas. Es un tema más complejo, pero si se evalúa el trabajo en general del sistema educativo, deja muchas falencias en diferentes gestos motores indispensables para armar un gesto complejo como son los lanzamientos, a excepción de la jabalina. Por otro lado la falta de especialistas en el área de pruebas técnicas también condiciona el volumen de atletas a perfeccionar al llegar los 17-18 años, por lo cual los clubes o federaciones de atletismo no compensan el trabajo".
Con su récord nacional, Casanova logró clasificar a unos Juegos Panamericanos, los Olímpicos quedan muy lejos para los lanzadores uruguayos. "Los países nórdicos dejan la vara muy alta", dice el atleta de Young y continúa explicando: "Influyen los biotipos, más que nada en hombres, pero en mujeres ha cambiado un poco. Al ser los elementos (bala, jabalina, martillo, disco) más livianos, ya no se necesita esa mujer mayor de metro ochenta con 100 kilos".
"A nivel internacional se está llevando la prioridad a la velocidad del lanzamiento, y eso permite proyectar algunas lanzadoras de acá. Martillo y jabalina femeninas son dos pruebas a explotar. El lanzamiento de bala sigue siendo muy difícil porque sí se necesita altura y peso. En disco y bala precisas ser grande, largo, una cuestión de palanca para lanzar. Pero a nivel mundial ya no solo se ven nórdicos y americanos, incluso los jamaiquinos han empezado a incursionar en los lanzamientos porque a ellos les sobra la velocidad".
Lanzar hacia adelante
Con este panorama uno se puede preguntar si Uruguay podría desarrollar algún lanzador capaz de mejorar marcas nacionales y poder meterse en alguna prueba panamericana. Casanova dice que el gran problema es la popularidad de estas disciplinas.
"Hoy todos quieren correr, y más las carreras de calle que es lo que más gusta. Ha mejorado un poco en los últimos años, donde veo algunos gurises interesados en lanzamientos. Otro aspecto que ha mejorado con el tiempo son los materiales, cuando yo arranqué era muy difícil conseguir materiales. Son materiales que hay que comprar afuera, de Estados Unidos o China. La falta de popularidad, de materiales y de referentes son los tres grandes problemas".
Milton Cardozo es optimista al respecto: "En el área de lanzamientos en los últimos 10 años, en categorías menores y juveniles, se batieron más de 100 récord nacionales, teniendo Uruguay presencia en Mundiales de menores y juveniles con marca exigida a nivel mundial. El tema es que estos talentos no se han desarrollado".
"El fondista con las carreras de calle, circuitos y sponsor puede tener un ingreso que ayude, y más hoy con la posibilidad que brinda el ejército más algunas marcas como New Balance, Nike o Reebok. A esas marcas no les interesan los lanzamientos ya que el mercado es muy pequeño para venderles zapatillas. De cualquier manera, si pudiéramos mantener en el área atletas hasta los 26-28 años creo que competiríamos a nivel sudamericano por medallas y nivel panamericano tal vez como finalistas".
De Mello tiene muy claro que, por grupo de pruebas, en la que más hay que trabajar es en lanzamientos. Pero también nos cuenta que hubo un tiempo que no fue así, y como muestra están los dos torneos internacionales de atletismo que organiza Uruguay. Ambos llevan nombres de lanzadores: Darwin Piñeyrúa y Estrella Puente. A este último la CAU le cambió el nombre este año. Estrella fue lanzadora de jabalina, supo ser récord sudamericano y fue la primera mujer olímpica de todo el deporte de Uruguay.
Los protagonistas coinciden que con las limitantes y condiciones que Uruguay brinda, se pueden lograr mejores resultados. Siempre sabiendo cuáles son los límites y que no se logra un lanzador de la noche a la mañana. No es tirar y hacer botella.
*Informe publicado originalmente en la revista digital La Fatídica, en su edición de marzo 2017.