¿Quién les va a venir a hablar a ellas de pelearla? Si sabrán… Cuando entran a un ring o a un tatami, Melanie y Manuela la pelean, mucho, porque de eso se trata.

Se trata de pelear para vencer a la rival, pero también de pelear acá, en el día a día, en los entrenamientos. Cada una a su manera. Ajustándose el cinturón o los guantes, Manuela y Melanie fueron a Chile y cada una peleó tanto que se trajo su medalla.

Cinco de las catorce medallas que consiguió Uruguay en los Juegos Sudamericanos de la Juventud fueron gracias a mujeres. Y eso también es pelearla.

Melanie Ubriaco, con 15 años, ya dejó atrás la etapa del fútbol. Ahora es boxeadora, consolidada e histórica: nunca una mujer que practicara ese deporte había representado al Comité Olímpico Uruguayo en una competencia internacional. Y tan grande fue su debut, que aterrizó en el país con una medallita colgando.

Manuela Lacuesta tiene 14, ni siquiera le cantaron las famosas quince primaveras, pero también sorteó las etapas. Probó con gimnasia y se terminó inclinando por el judo. En Chile no era la más experiente ni la más pesada. Si quieren, póngale el mote de revelación.

Cada cual mirará los logros con el cristal que quiera. Pero a Melanie y a Manuela no les vamos a explicar lo que es pelearla.

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