Juegos de poder
Los poderosos son pocos y son los que dominan el juego en las ligas europeas.
Foto: @ManCity
Brechas en aumento, inequidad permanente y paridad brillando por su ausencia salvo honrosas excepciones; así en el fútbol como en la vida, los mismos de siempre marcan territorio y hacen del espectáculo una rutina. Bayern Munich, Paris Saint Germain, Manchester City, Barcelona y Nápoles son los cinco líderes de las grandes ligas de Europa al cierre de este 2017 cuando las primeras ruedas están terminando.
Del quinteto nombrado tan solo el equipo del Sur de Italia podría considerarse sorpresa, aunque desde hace algún tiempo la tierra adoptiva de Maradona da pelea entre los mejores del calcio. Los goleadores del viejo continente tampoco varían demasiado en comparación a otros finales de año y en ese selectísimo grupo se encuentra Edinson Cavani con 52 goles anuales; en la misma línea que Cristiano Ronaldo y tan solo uno por detrás de Lionel Messi y Robert Lewandowski.
La panacea de lo dispar está en suelo francés. El Paris Saint Germain, con la presencia estelar del salteño, parece jugar literalmente solo y promediando el torneo le ha sacado nueve puntos de ventaja (47 a 38) al escolta Mónaco. Con las contrataciones multimillonarias de Mbappe y Neymar, los dirigidos por Emery están recorriendo un plácido camino que desembocará inevitablemente en otro título local (quinto en seis temporadas, de concretarse) de una Liga en la que no hay rivales de fuste. Habrá que ver si la falta de competencia doméstica no influye en el gran objetivo; la Champions League, cita en la que por los octavos de final deberá verse las caras frente al Real Madrid, actual bicampeón.
Alemania también tiene dueño único e inexpugnable. Luego de un arranque irregular, el Bayern Munich ha ratificado su condición de rey germano y va por la sexta coronación consecutiva en la popular Bundesliga. Profeta en su tierra desde el 2012 hasta el día de la fecha, el conjunto hoy entrenado por Jupp Heynckes tiene once puntos de renta (41 a 30) sobre Schalke 04, su más inmediato perseguidor, y parece improbable que los cinco veces campeones europeos puedan caer en un bache que les haga perder el trofeo.
Con la garra del chileno Arturo Vidal en el medio campo, la calidad del inoxidable Arjen Robben y la contundencia del letal Lewandowski los bávaros irán por el hexa y así prolongar este dominio sin fin.
Otro que hace añicos el fútbol de cabotaje es el Manchester City de Pep Guardiola, quien sin llegar a los niveles de excelencia de su legendario Barcelona, está guiando a los Citizens por una senda en la que lleva 16 triunfos consecutivos. El líder absoluto de la Premier League tiene 52 puntos (resignó solo 2 unidades en 18 partidos), once más que el Manchester United, desplegando un fútbol vistoso y contundente, con figuras de la talla de De Bruyne, Sterling, Agüero, Silva o Sane. Todos integrados en un sistema cooperativo donde fluye la armonía, fiel a un estilo, tal como requiere el hombre calvo y barbudo que ordena la orquesta desde afuera, brindando máxima libertad a los intérpretes que definen adentro.
La nación de Los Beatles se ha transformado en tierra de tres durante las últimas trece temporadas; con la excepción de ese milagro futbolero llamado Leicester (campeón 2015-2016), los dos Manchester y Chelsea confirman la regla que sobrevuela Europa; abundancia para pocos y escasez para muchos.
En la madre patria seguimos presenciando una batalla de dos, a pesar de que un colchonero se ha convertido en ese tercero en discordia que incomoda. En el epílogo de este 2017 Barcelona festejará la navidad como líder, pase lo que pase en el clásico del próximo fin de semana que se disputará en el Santiago Bernabéu. Con un juego bastante más austero en comparación a la maquina goleadora que nos deleitó durante una década, Lucho Suarez, Messi y compañía tienen seis puntos de renta sobre el Atlético de Madrid y once sobre el merengue (con un partido menos jugado).
De la mano de Ernesto Valverde, los culés han perdido brillo pero han recuperado solidez y suman 42 puntos, aún invictos en dieciséis encuentros. Reflejo incontrastable de la supremacía de los poderosos es que desde el año 2004 hasta hoy, entre Barca (ocho) y Real (cuatro) se han repartido doce de las trece ligas jugadas.
Vale señalar al Calcio como la única liga de las poderosas que genera incertidumbre. Si bien el nivel de juego ha emparejado hacia abajo (desde el 2010 no hay un campeón italiano en Champions y la azzurra está afuera del mundial) el condimento de la emoción funciona como atractivo principal. Prueba de ello es que entre el líder y el cuarto hay solo cuatro unidades de distancia.
Hasta el fin de semana pasado el Inter de Milán comandaba las posiciones pero tras perder su invicto frente al Udinese, la cima cambió de manos. 42, 41 y 40 es el puntaje respectivo de Nápoles, Juventus e Inter. Independientemente del liderazgo circunstancial, el plantel largo y experimentado de la Juve puede marcar diferencias en un campeonato largo y de esta forma extender el imperio iniciado en 2011, consagrándose como el mejor de la península itálica por séptima vez consecutiva.
Del quinteto nombrado tan solo el equipo del Sur de Italia podría considerarse sorpresa, aunque desde hace algún tiempo la tierra adoptiva de Maradona da pelea entre los mejores del calcio. Los goleadores del viejo continente tampoco varían demasiado en comparación a otros finales de año y en ese selectísimo grupo se encuentra Edinson Cavani con 52 goles anuales; en la misma línea que Cristiano Ronaldo y tan solo uno por detrás de Lionel Messi y Robert Lewandowski.
La panacea de lo dispar está en suelo francés. El Paris Saint Germain, con la presencia estelar del salteño, parece jugar literalmente solo y promediando el torneo le ha sacado nueve puntos de ventaja (47 a 38) al escolta Mónaco. Con las contrataciones multimillonarias de Mbappe y Neymar, los dirigidos por Emery están recorriendo un plácido camino que desembocará inevitablemente en otro título local (quinto en seis temporadas, de concretarse) de una Liga en la que no hay rivales de fuste. Habrá que ver si la falta de competencia doméstica no influye en el gran objetivo; la Champions League, cita en la que por los octavos de final deberá verse las caras frente al Real Madrid, actual bicampeón.
Alemania también tiene dueño único e inexpugnable. Luego de un arranque irregular, el Bayern Munich ha ratificado su condición de rey germano y va por la sexta coronación consecutiva en la popular Bundesliga. Profeta en su tierra desde el 2012 hasta el día de la fecha, el conjunto hoy entrenado por Jupp Heynckes tiene once puntos de renta (41 a 30) sobre Schalke 04, su más inmediato perseguidor, y parece improbable que los cinco veces campeones europeos puedan caer en un bache que les haga perder el trofeo.
Con la garra del chileno Arturo Vidal en el medio campo, la calidad del inoxidable Arjen Robben y la contundencia del letal Lewandowski los bávaros irán por el hexa y así prolongar este dominio sin fin.
Otro que hace añicos el fútbol de cabotaje es el Manchester City de Pep Guardiola, quien sin llegar a los niveles de excelencia de su legendario Barcelona, está guiando a los Citizens por una senda en la que lleva 16 triunfos consecutivos. El líder absoluto de la Premier League tiene 52 puntos (resignó solo 2 unidades en 18 partidos), once más que el Manchester United, desplegando un fútbol vistoso y contundente, con figuras de la talla de De Bruyne, Sterling, Agüero, Silva o Sane. Todos integrados en un sistema cooperativo donde fluye la armonía, fiel a un estilo, tal como requiere el hombre calvo y barbudo que ordena la orquesta desde afuera, brindando máxima libertad a los intérpretes que definen adentro.
La nación de Los Beatles se ha transformado en tierra de tres durante las últimas trece temporadas; con la excepción de ese milagro futbolero llamado Leicester (campeón 2015-2016), los dos Manchester y Chelsea confirman la regla que sobrevuela Europa; abundancia para pocos y escasez para muchos.
En la madre patria seguimos presenciando una batalla de dos, a pesar de que un colchonero se ha convertido en ese tercero en discordia que incomoda. En el epílogo de este 2017 Barcelona festejará la navidad como líder, pase lo que pase en el clásico del próximo fin de semana que se disputará en el Santiago Bernabéu. Con un juego bastante más austero en comparación a la maquina goleadora que nos deleitó durante una década, Lucho Suarez, Messi y compañía tienen seis puntos de renta sobre el Atlético de Madrid y once sobre el merengue (con un partido menos jugado).
De la mano de Ernesto Valverde, los culés han perdido brillo pero han recuperado solidez y suman 42 puntos, aún invictos en dieciséis encuentros. Reflejo incontrastable de la supremacía de los poderosos es que desde el año 2004 hasta hoy, entre Barca (ocho) y Real (cuatro) se han repartido doce de las trece ligas jugadas.
Vale señalar al Calcio como la única liga de las poderosas que genera incertidumbre. Si bien el nivel de juego ha emparejado hacia abajo (desde el 2010 no hay un campeón italiano en Champions y la azzurra está afuera del mundial) el condimento de la emoción funciona como atractivo principal. Prueba de ello es que entre el líder y el cuarto hay solo cuatro unidades de distancia.
Hasta el fin de semana pasado el Inter de Milán comandaba las posiciones pero tras perder su invicto frente al Udinese, la cima cambió de manos. 42, 41 y 40 es el puntaje respectivo de Nápoles, Juventus e Inter. Independientemente del liderazgo circunstancial, el plantel largo y experimentado de la Juve puede marcar diferencias en un campeonato largo y de esta forma extender el imperio iniciado en 2011, consagrándose como el mejor de la península itálica por séptima vez consecutiva.