La música al centro

Diego Riolfo, un jugador con fuertes gustos musicales.

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Diego Riolfo
“Deportista profesional; Estudiante de Facultad de Ciencias Económicas”. Así se define el futbolista Diego Riolfo en twitter. Se podría agregar su carrera (comienzo en Central Español, luego Wanderers, donde obtuvo el Clausura 2014, breve pasaje por Huelva de España y Necaxa de México, y actualmente en Godoy Cruz), o que es gran hincha de Trouville.

Y gran fanático de la música. En su carta pública de despedida al Montevideo Wanderers (más de 80 partidos jugados con el bohemio) usó algún verso que había escuchado. Riolfo, al partir,  escribió ‘Decir adiós es crecer’ (canción Adiós de Gustavo Cerati). Hincha de la música en general y de Cerati en particular. Y ya en la primera pregunta, había que trancarle fuerte a este mediocampista.

¿Soda Stereo o Cerati? ¿Con cuál te quedás? ¿Eran lo mismo?

No, no eran lo mismo, de hecho basta con repasar algunas canciones de Gustavo después de solista y ha ido cambiando de estilos, que no tenían mucho que ver con lo que era Soda. Hay algún disco suyo con un estilo más de música electrónica, e incluso los primeros que había sacado como solista, él quiso alejarse de la distorsión y el estilo de Soda. A mí me gustaba más Soda. Luego de la desaparición de Gustavo, empezó a sonar mucho más su disco solista que era lo último que había publicado y a partir de ahí la gente empezó a conocer más el otro estilo. Las dos cosas no son iguales y tienen bastante diferencia.

La virtud más importante de Cerati era el cambiar el sonido, cambiar la musicalidad disco a disco

Sí. Y además, los críticos de sus discos siempre lo alagaban a pesar de cambiar de estilo de un disco a otro. Me pasa que cuando una banda me gusta, si cambia de estilo me cuesta aceptarlo y me cuesta un tiempo fanatizarme con las nuevas canciones; y el tipo (Cerati) siempre generaba algo distinto que era bien recibido por la gente, por las críticas y muy reconocido con bandas o solitas a nivel internacional, que lo admiraban por eso y lo invitaban a tocar canciones con ellos. Gustavo se adaptaba a cualquier estilo, a cualquier sonido

Parece que es ‘la banda sonora de tu vida’, ¿por qué?

Me crie en una familia donde mi madre es muy fanática de la música, donde tocaba la guitarra continuamente. Y me gustaba mucho el rock argentino de la década de los ‘90, nací en 1990 y durante esa década me crie escuchando música argentina. Vivimos siete años en Argentina, mi hermano es argentino y fui muy influenciado por la música y por el fútbol argentino. Y el fanatismo ese de mi madre de estar siempre con música me hizo ir conociendo distintas bandas, entre ellas Soda, que era una banda que de chiquito me gustaba mucho y siempre sonaba en casa. Hoy en día escucho mucho rock argentino, mucho rock internacional. Sigo escuchando Soda, y escucho a Gustavo y son bandas que te marcan para siempre. En el auto escucho rock argentino.
 
¿Te llevaste mucha música al irte de Uruguay?
 
Sí, incluso tuve algunos problemas con mi mujer porque me decía “Por qué te vas a llevar todos los discos a México, eso ocupa mucho lugar en la valija, hay que hacer espacio”. Yo a México me traje todos los CDs que tenía, tengo discos viejos de la Bersuit, y camino al club voy escuchando porque lo disfruto. Me gusta estar actualizado en la música, pero también me gusta escuchar discos de hace años y los canto con una pasión como si recién hubiesen salido. Le doy mucha importancia a la música en mi vida, forma parte de todos los días, nos acostamos con música, nos despertamos con música, así fue mi casa cuando yo era chico y lo estoy imponiendo con mi hija de seis meses, quien se pasa escuchando música.
 
¿Qué música le ponés?
 
El rock argentino es muy común acá en casa. También bandas en inglés: Red Hot Chiri Papers, Coldplay, Foo Figthers; rock con distorsión, eso se escucha. A la hora de dormir pongo algo más tranquilo, hace días que me gusta poner acústicos argentinos, de Ataque 77, o del mismo Gustavo Cerati. Muchas cosas y ella se fue acostumbrando. De hecho en el parto le pedí al ginecólogo para entrar con una lista que había armado de acústicas y la niña nació con música, durante el embarazo fue así y en el parto también porque creo que la música es muy importante para los seres humanos, te tranquiliza, te saca un poco de lo que es la rutina, te desconecta, a mí me sirvió y lo hago en mi casa ahora
 
Esas canciones elegidas para el nacimiento de tu hija, ¿fue el ‘playlist’  más importante de tu vida?
 
Durante el embarazo la fui armando, con canciones que me gustaban mucho. Hoy hay dos canciones que ya no puedo escuchar, porque me genera demasiada emoción, me largo a llorar, fueron las dos canciones de cuando ella nace. Fue por cesárea pero mi mujer no estaba con anestesia general, estábamos hablando y estas dos canciones justo aparecen cuando el ginecólogo dice ‘Ahí viene’ y cuando se produce el primer llanto. Si las escucho me largo a llorar fuerte. Todo surgió porque el ginecólogo cuando íbamos haciendo los estudios siempre tenía música en su estudio, música tranquila, a él le gustaba eso también, entonces le pregunté sí podíamos entrar con mi playlist y dijo que no había problema, y estuvo muy bueno porque le dio un clima más armonioso, mucho más lindo, lo disfruté mucho
 
¿Un equipo es una banda musical?
 
Lo que he aprendido del fútbol en el tema de la música es que me han gustado un montón de estilos musicales que no pensé que me iban a gustar. Gustar entre comillas no es que llego a casa y los pongo, pero si estas en el vestuario, en Uruguay suena la plena, y empezás a descubrir ciertos sonidos musicales que están buenos, que te pegan, que te copan. Cuando llegas a México te ponen la famosa banda, que es el típico estilo de música mexicana y al principio me parecía lo peor, y hoy en día ya sé las canciones, el oído se va a acostumbrando a lo que escucha más y va aprendiendo a identificar y valorar cada uno de los estilos musicales. Eso es lo que tiene el fútbol de lindo, que cada uno tiene gustos distintos y empezás a conocer otros estilos y eso está bueno.
 
Apreciar otras formas también en el juego, que en principio no gusten, pero siempre aportan
 

Sí, de hecho me pasa que es una música que no escucho en el resto del día. Pero gran parte de mi vida se pasa dentro del fútbol, dentro del vestuario, y escuchar otro estilo, otras canciones te ‘agranda’ el oído, te amplia el espectro de canciones y de la música
 
Tu amor por Trouville, ¿cómo lo seguís del exterior?
 
Yo no soy de Pocitos. Nací en Montevideo, me fui a Argentina y luego me crie en Ciudad de la Costa, en Lagomar. Cuando llegó a jugar el argentino Paolo Quinteros, yo era muy chiquito y miraba los partidos por televisión, recién empezaban a transmitirse los partidos por tele, y me encantaba cómo jugaba y a partir de ahí empecé a seguir a Trouville. Y seguirlo de lejos es difícil, aunque todos los partidos que pasan por televisión o por radio, no me los pierdo. Sufrí la eliminación con Hebraica el año pasado, lo sufro porque soy muy fanático. Cuando uno se transforma en una persona ‘pública’ digamos, uno debe contenerse un poco más y ya no podía saltar tanto porque la gente te mira y tampoco me gusta aparentar ser un loco de la guerra dentro de la cancha, pero soy muy pasional y me gusta y lo disfruto; de lejos se sufre más por no poder ir a la cancha.
 
Aprovechaste estando en México para visitar a Luis Gorocito, futbolista uruguayo que estaba en la cárcel. ¿Qué sonidos hay en la cárcel?
 
Son bravos. Cuando lo fui a ver, estaban los estudios de los abogados y detrás del mostrador de ellos había como una ventana con rejas y lo pude ver por ahí, no pude entrar y verlo mano a mano, lo vi con más gente alrededor. Es fuerte porque está oscuro, no se escucha nada. Él estaba en la cárcel de Aguas Calientes, una ciudad chica con pocos presos. Él decía que estaba cómodo dentro de todo, se veía como una luz hacia el final donde estaba él y no se escuchaba nada, era puro silencio. Y es fuerte porque está ya hace más de un año y medio; sé que cambió la carátula y ahora puede salir bajo fianza, no sé cuánto tiempo puede demorar, pero ojalá sea pronto, y que pueda rearmar su vida en Uruguay porque cuando hablé con él ya estaba cansado y desesperado por volver y comenzar de cero. Es joven, un año más chico que yo y tiene toda la vida por delante
 
¿A Gorocito lo conocías de antes?
 
No, sólo había jugado una vez contra él. En Aguas Calientes, si hay un uruguayo tenés que ir a verlo, sobretodo porque lo de él tomó conocimiento público, y enseguida que llegué le pedí a algunos compañeros que me consigan una cita, algo muy difícil porque sólo se les puede ver una vez por mes, y es bastante complicado sacar cita. Yo justo conseguí un día que un familiar de él se había ‘bajado’ y pude ir yo. Me interesaba saber cómo estaba, le llevé unos alfajores, compartimos un rato, nos reímos. Dentro de todo lo vi bien, con ganas de salir y ojalá pronto pueda estar en Uruguay otra vez.