Nota en el programa Música al Ángulo

El libro "Los desaparecidos de Racing", de Julián Scher, narra la historia de once desaparecidos de la dictadura argentina. Y el fútbol, claro, siempre está presente. Aquello de que “No hay que mezclar fútbol y política” suena bastante absurdo si lo pensamos apenas un poco. El fútbol es parte de nuestras sociedades, es parte de nosotros, parte de lo que nos sucede.

Julián Scher, sociólogo argentino, cuenta el daño realizado por la dictadura argentina desde la pasión de once desaparecidos, desde el amor a unos colores. “Los Desaparecidos de Racing” está disponible en formato ebook y, aguardando su presentación y llegada al Uruguay, conversamos con su autor  

¿De qué trata el libro?

Los Desaparecidos de Racing es una investigación a mitad de camino entre lo periodístico y lo sociológico que recopila las historias de once hinchas de Racing que fueron víctimas del genocidio que se llevó a cabo en Argentina desde 1974 hasta 1983. Son historias reconstruidas con el objetivo de hacer memoria desde la vida; historias construidas a partir de dos grandes ejes: la pasión por el fútbol y por Racing, y la pasión por la política, por la militancia, por el compromiso social, por los sueños de un mundo más justo. El libro surge un poco por entender que las consignas Memoria, Verdad y Justicia son determinantes para poder vivir en una sociedad mejor y surge también de domingos y domingos yendo a la cancha de la mano de mi papá. Me parece que el fútbol tanto ahí en Uruguay como acá en Argentina, como en otros países de la región, es una identidad afectiva de enorme potencia para millones de personas y puede ser una excusa muy interesante y muy efectiva, para que más gente, sobretodo más gente joven, se arrime a entender qué fue la tragedia que vivieron nuestros países, y qué de esa tragedia que vivieron sigue lastimándonos en el presente

El fútbol es un gran vehículo, y con este tipo de acciones deja de ser importante el resultado particular del partido del domingo

Sí, Jorge Valdano dijo alguna vez que el fútbol era lo más importante dentro de lo menos importante. Yo suelo decir que el fútbol en este caso es una excusa para hablar de lo verdaderamente importante que es la Memoria, la Verdad y la Justicia. No sólo para entender qué fue lo que ocurrió en el pasado, sino para entender qué es lo que sigue pasando en el presente. Ninguna sociedad puede construirse en forma verdaderamente democrática con genocidas, torturadores y con represores caminando por la calle

Es interesante tu consideración de que los clubes también perdieron, también fueron afectados por la dictadura al perder hinchas y socios

Sí, sin dudas. Es uno de los principales argumentos para tratar de interpelar, preguntarnos por qué los clubes deben comprometerse con decir Nunca más. Los clubes son asociaciones civiles sin fines de lucro, cuyos únicos dueños, cuyos únicos miembros legales y legítimos son los socios, y si nosotros podemos comprobar que un club tiene un socio desaparecido, un socio secuestrado, un socio asesinado, ese club, lo sepa o no lo sepa, lo diga o no lo diga, lo asuma o no lo asuma, también fue víctima del genocidio porque el plan sistemático de exterminio le arrebató a uno de sus miembros. Me parece que desde ese lugar los clubes, entendiendo que son instituciones que forman parte de la sociedad y que no están por fuera, deben tomar partido, sobre todo en los tiempos que, en Argentina, hay una avanzada brutal contra la cuestión de la Memoria, la Verdad y la Justicia.

Una batalla interesante, y una amenaza cada vez más presente

Es una batalla que hay que dar de forma cotidiana, el ejercicio de la memoria quizás tome más fuerza cuando llegan determinadas fechas pero es un trabajo que hay que dar todos los días, en tiempos más favorables y en tiempos más desfavorables, porque es la única manera de garantizar que la impunidad y el olvido no tendrán lugar entre nosotros. En ese sentido, así como hay que lamentar decisiones o discursos que dan vuelta hoy por la sociedad argentina, también es valioso rescatar que el último 24 de marzo, cuando se cumplieron 42 años del golpe cívico militar eclesiástico que inauguró la dictadura argentina, muchísimos clubes, diría la mayoría de los clubes que militan en Primera División, a través de sus redes sociales y sus páginas web se manifestaron en contra de la impunidad y dejaron en claro que la memoria, la verdad y la justicia son determinantes para vivir mejor

En una nota en el portal Zona Mixta decís: ‘Construir memoria desde la pasión por la vida’. A veces, especialmente en el fútbol, nos creamos falsas dicotomías. Y vos mostrás que la lucha es alegría y también es dolor; un amor, tu pasión por Racing, te llevó a escribir estas historias dolorosas

Por eso dije que sin haber ido tantísimos domingos a la cancha de la mano de mi papá, como hacía Jorge Caspati con su padre, no hubiera habido ningún libro. Sobre todo hay un hecho biológico que es medio inevitable que es que todos los días nace gente, y todos los días se muere gente, y la gente que nace, nace sin tener conciencia sobre qué cosas ocurrieron en el pasado. Y el fútbol puede ser un gran vehículo; porque si bien muchísimas cosas se modificaron en nuestras sociedades, lo que siente un hincha de fútbol hace cuarenta o cincuenta años es similar a lo que nos puede ocurrir hoy a nosotros. Estoy seguro que lo que les pasaba, frente a las alegrías y tristezas deportivas, a cualquiera de los once desaparecidos de Racing es más o menos lo que me ocurre a mí cada domingo.

¿Cuánto tiempo de trabajo hay en esta investigación?

La publicación del libro llevó alrededor de dos años, desde que pudimos empezar a pensar la idea hasta que se realizaron las entrevistas (hay más de 70 testimonios sumando todas las historias). Y lo que descubrimos es que una vez publicado el libro el trabajo no terminaba sino que volvía a empezar en una nueva fase: realizamos más de 40 presentaciones desde mayo del año pasado con la consigna de tratar de ir a todos los lugares que nos permitan contar estas historias, porque estas once historias son de alguna manera las historias de los 30 mil, una porción determinante de la historia argentina. Así que en ese camino seguiremos, mientras nos vamos enterando de que hay hinchas y socios de otros clubes que están empezando a investigar y a escribir las historias de los hinchas y socios desaparecidos de otros clubes. Mientras se piensa a armar acá en argentina, en Buenos Aires, la Coordinadora de Derechos Humanos del Fútbol Argentino, y mientras nos siguen llegando invitaciones que son un placer recibir como presentar esta semana el libro en Belo Horizonte, en Brasil

Esas más de 40 presentaciones te deben haber dejado algún otro punto de vista, que haya enriquecido la experiencia

Sin dudas. Básicamente yo voy para seguir aprendiendo en las presentaciones, porque no se me ocurrió ninguna idea nueva, así que voy y digo más o menos lo mismo y trato de escuchar y de aprender. Creemos que además cada presentación es de alguna manera una cachetada al proyecto genocida, que nos quiso convencer y que nos quiere seguir convenciendo con discursos más sutiles de que cada uno tiene que hacer la suya, y que no vale la pena que los hombres y las mujeres nos organicemos para construir un mundo más justo

¿La presentación del libro en la sala de prensa del Cilindro (estadio de Racing) con dos integrantes de las Madres de Plaza de Mayo, fue de los mejores goles en tu vida?

No tuve ni voy a tener la posibilidad de darle ninguna cosa a Racing desde adentro de la cancha, nunca fui un virtuoso y calculo que no podré salir campeón de la Libertadores con Racing como entrenador. Así que de alguna manera haber podido contribuir a que Lidia ‘Taty’ Almeida y Carmen ‘Tota’ Guede, dos madres de plaza de Mayo, estuvieran en la sala de prensa del Cilindro, que Racing se vistiera de Memoria, Verdad y Justicia al menos por unas horas es una satisfacción enorme. Además, tanto ‘Taty’ como ‘Tota’ estaban muy emocionadas, porque entendían que de alguna manera sus hijos habían pasado muchas veces por ahí, y no sólo habían pasado, sino que habían vivido momentos muy felices. La presentación fue en julio, hacía frío y llovía y ellas se empecinaron en subir a una de las plateas porque querían oler la lluvia y oler el celeste y blanco de la camiseta de Racing. Fue uno de los momentos emotivos de este recorrido

Y su pasión en la lucha es la misma que sus familiares le ponían cuando estaban en el Cilindro, mostrando que el fútbol no es sólo un juego

El fútbol puede ser un juego con ribetes estéticos, puede ser una pasión infernal, una excusa para compartir rato de felicidad con otro, puede ser una fuente de negocios, de negociados, y por ende también puede ser un lugar para construir memoria. No se me ocurre muchos motivos por los que a los genocidas y a sus socios (en todas las variantes con las que aparecen esos socios) haya que regalarles una cosa tan nuestra y que nos guste y nos importa tanto como el fútbol

¿Qué es la Coordinadora de Derechos Humanos del Fútbol Argentino?

Tengo el placer de ser testigo de cómo se va gestando eso, de manera paulatina, colectiva y tratando de avanzar. En una de las presentaciones del libro, en Defensores de Belgrano (un club que juega en la tercera categoría del fútbol argentino, la primera vez que presentamos que llevamos el libro a un club que no fuera Racing), se acercaron hinchas de distintos clubes. Cada uno por su cuenta, con otra gente, estaba armando movidas vinculadas a los derechos humanos, y la presentación sirvió como un punto de partida para que esas experiencias en cada uno de los diferentes clubes se encontraran y se pudiera empezar a construir una plataforma común que salió a la luz o se hizo pública en la manifestación del último 24 de marzo. Me parece que hay que tener nuevas herramientas y hay que tener imaginación y creatividad para resistir la avanzada de los negacionistas y los que relativizan el genocidio; y el fútbol en eso puede ser una muy buena vía para llegar con profundidad, con concepto y con corazón a millones de personas.

Hay que buscarle la vuelta a la manera de comunicar

Sí, los tiempos cambian, y si bien la pelea es la misma y la tarea es la que vienen llevando a cabo los organismos de derechos humanos en cada uno de nuestros países desde hace décadas, hay que renovar la manera. Hoy la comunicación está por distintos motivos y a través de distintas vías en el centro de nuestras vidas y es determinante construir nuevas maneras de seducir porque hay que seguir sembrando conciencia cada día, incluso cuando uno llega a la conclusión de que hay que volver a explicar y a discutir cosas que creíamos que estaban entendidas

Y también, mirando la región, hay cosas que parecen volver a suceder, por lo que hay que estar más atentos que nunca

Por supuesto. El fútbol en eso puede representar la posibilidad de humanizar historias que muchas veces se cuentan desde el bronce o como si fueran máquinas y no seres humanos los que protagonizaron hace cuarenta determinadas peleas por construir un mundo más justo. La investigación de Los desaparecidos de Racing me permitió entender eso, que en muchos casos, antes que trabajadores, antes que militantes políticos, antes que estudiantes, todos eran hinchas de un equipo de fútbol, en este caso Racing pero podría ser cualquier otro club. La clave es entender que trabajar, y militar y soñar con un mundo más justo todos los días no es un impedimento para esperar el domingo para gritar los goles de tu equipo, o para juntarse a comer un asado con amigos para soñar otras cosas