Se agrandó Chacarita

Repasamos la historia del único título de Chacarita en Primera División, allá por 1969.

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En Julio de 1969 se produciría uno de los hechos más fascinantes y sorprendentes de la historia de la humanidad. No es la llegada del hombre a la luna, que como todos sabemos no está chequeada, si no el primer, y único campeonato de primera división de Chacarita, uno de los cuadros más populares de Buenos Aires.

La historia de Chaca tiene todos los condimentos del principio de siglo porteño. En 1906, un grupo de jóvenes militantes socialistas se juntan en la sede de su partido socialista con intenciones de sumarse a la nueva moda de la época, jugar al fóbal, y fundar un club. Para ponerle más condimentos, lo hicieron un primero de mayo. La sede era en la calle Chacarita, y por tanto el nombre que eligieron fue ese, haciendo gala de una inventiva propia de los propietarios de casa en la costa del este o de ferreterías llamadas Fernández Crespo. Rojo por la sangre derramada del pueblo, negro por el luto, y blanco por la pureza. Como casi todos los cuadros proletarios del mundo, esos colores eligieron aquellos fundadores para sus camisetas.

Así creció este humilde equipo que se fue mudando de barrio en varias ocasiones, hasta dar con su paradero actual, que es en San Martín, partido ubicado en la zona norte del Gran Buenos Aires. Como dato pintoresco, la inauguración del estadio en la ubicación actual, fue contra Nacional, al que le ganó 3 a 0 en 1945.

Estamos entonces en 1969, año de la hazaña, habían pasado muchos años pero pocas glorias, nada de campeonatos, más bien algunos ascensos y descensos. Concretamente, Chacarita no tenía muchas aspiraciones, si estaba en primera era de hecho por una casualidad. Había salido último en el torneo de 1966, de 1965 y de 1963, pero como faltaban equipos para el nuevo Torneo Metropolitano que se venía, cerca del final siempre se suspendían los descensos y Chaca se mantenía en primera.

Cuando llegó el 69, nadie pero nadie daba dos pesos por Chaca. Nadie. Pero ahí estaban. La cosa es que era la era de Estudiantes, 68-69-70 campeones de América, y en el 67 además, los de La Plata, habían sido el primer campeón de los chicos en el profesionalismo. La cosa es que aquelEestudiantes tenía la larga fama que todos ya sabemos, de juego rústico y aguerrido, que dio origen al paladar pincharrata. Y Chaca empezó a funcionar durante ese campeonato con el estilo opuesto, el del juego lindo y ofensivo.

El mentor de aquel equipo, aunque después no fue el que dirigió la campaña, fue un tal Geronazzo, dueño de un caracter particular y fábrica de anécdotas. En Chaca, como anécdota que lo pinta de cuerpo entero dicen que un día perdían el clásico con Atlanta 2 a 0 y en el entretiempo un directivo los arengó con un “Vamos, Chaca, garra y corazón” a lo que Geronazzo lo interrumió enojado y le dijo:  “¿Quién es usted para dar indicaciones a mis jugadores? Es exactamente lo contrario que pido: salgan a la cancha y diviértanse todo lo que puedan”.

En la fase regular Chacarita quedó segundo detrás de Boca, a quien le ganó 1 a 0 en La Bombonera. Era ya de por si una campaña histórica que inclluía buenas victorias contra Platense, Independiente, y por supuesto el clásico contra Atltna. Pero además, eEse segundo puesto le daba la chance de jugar las semifinales del campeonato.

Por un lado, Boca iba contra River. Primero contra segundo. Eso fue en el Cilindro de Avellaneda y empataron 0 a 0, pero como River, que era segundo, había hecho más goles en el torneo que Boca, que era primero, clasificó a la final.

Racing era el rival de Chaca. Primero y con cuadrazo, en el fondo brillaban Quique Wolf, Perfumo y Basile. En el arco estaba Cejas. Eran los retazos del equipo campeópn de América de 1967. Y Chacarita tenía que ganar si o si, el empate no le alcanzaba. A 7 del final, Recúpero le dio el tanto al Funebrero, que se clasificó a la final.

En la final. River, que estaba en medio de la racha que lo llevó a estar 18 años sin ganar un título. La historia favorecía a River que desde el inicio del profesionalismo había ganado 60 de los 68 enfrentamientos entre ellos. Pero la cosa fue baile. 4 a 1 a favor de los de San Martín, con un público que deliraba en las tribunas, y que terminó provocando una fiesta de 14 horas con todo el plantel, por las calles de Buenos Aires.

El secreto de ese Chacarita Campeón Metropolitano 1969, sus nombres. Parecen escritos por Fontanarrora, deleitan la lengua y la garganta de quien los pronuncia, y son música para el oído del hincha. Haga la prueba, alcance el nirvana pronunciando los 11 nombres de los guerreros funebreros: Eliseo Jorge Petrocelli; Jorge Gómez, Abel Pérez, Ángel Hugo Bargas, Franco Frassoldatti; Luis Leonardo Recúpero, Alberto Poncio, Juan Carlos Puntorero; Ángel Marcos, Rodolfo Orife, Horacio Ricardo Neumann.