"Mucho de lo que aprendí para ser escritor, lo aprendí de Cruyff"
Poeta suiza pero anti elitista, por eso es que ve en el fútbol una gran inspiración.
Pedro Lenz
Nota en el programa Música al Ángulo
Si el fútbol es considerado arte, no debiera ser tan extraño encontrar un poeta futbolero. Tampoco tendría por qué ser raro charlar con un suizo sobre su pasión por la pelota. ¿Acaso tenemos tantos ejemplos de suizos no futboleros? Pedro Lenz es suizo. Poeta y futbolero.
‘Las historias siempre están creciendo’ se puede leer en su novela “El arquero soy yo”. Y entonces encontramos que este poeta suizo además habla un perfecto español. Y que su hijo se llama Nicanor (por el antipoeta chileno Parra). Que recomienda leer a Fontanarrosa, que uno de sus maestros en la literatura fue el juego de Cruyff y que en Suiza, además de la sede de la FIFA, también hay ‘futbolitos’.
Puntero derecho en sus ratos libres. Pedro Lenz visitó la Fundación Mario Benedetti con sus poemas y nos habló de fútbol y poesía.
¿Qué tan aficionado al fútbol sos?
Yo soy muy aficionado al fútbol desde muy niño; jugaba de niño. Nuestro equipo en Berna, el Young Boys acaba de ganar el campeonato, el primero después de 32 años y es el equipo que siempre voy a ver. También me gusta el fútbol internacional, los ídolos de mi infancia han sido inspiración para mi literatura. Por ejemplo, todo lo que sé de ritmo, pausa, aceleración, todo eso lo aprendí de Cruyff. Cruyff es una inspiración para cualquier músico, cualquier escritor, porque tiene ese ritmo, esos cambios de ritmo, que tendría que tener cada buena obra musical o literaria.
¿Cruyff es uno delos grandes artistas de la historia?
Para mí, sí. Es uno de los muy grandes artistas y una gran inspiración. Pero también gente como César Luis ‘El Flaco’ Menotti, el Loco Bielsa. Gente que te da mucho por su manera de pensar, su manera de ver las cosas, por la estética que tienen. Luego también claro los jugadores. Muchas veces me gusta su manera de ser, unos por su elegancia, otros por su garra, otros por su persistencia. Y por ejemplo el fútbol de Uruguay me gusta mucho porque es un fútbol de mucha lucha, son muy luchadores y eso es algo que me gusta. A mí me dijo un jugador alemán, una vez en una entrevista que le hice, que contra Uruguay se ponían dos canilleras, una adelante y otra atrás; por algo sería.
¿Cuánto te sirve el fútbol como lenguaje, como fuente de recursos literarios?
Mucho. Me inspira mucho la manera de ver las cosas. Entre los que somos amantes del fútbol no tenemos que explicar mucho. A veces yo digo “Ese es el típico número seis, pero en la vida”; en el fondo el número seis en el fútbol es defensivo, del centro, pero más bien defensivo como Simeone. El fútbol transmite eso pero también otras cosas. Es estética, una cuestión de estética. El fútbol es mucho. También es emoción, es infancia. Actualmente juego, tenemos un equipo de escritores en Suiza, y una vez que te pones el pantalón corto y vas al campo y hueles la hierba, emocionalmente estás de vuelta en la infancia. O cuando vuelvo al estadio, al ver un partido tengo las mismas emociones que tenía con siete, ocho o nueve años. Por eso el fútbol es un regalo. Por cierto, hay un escritor que todo lo que yo estoy tratando de explicar lo sabe mil veces mejor que se llama Roberto Fontanarrosa. Todo lo que él escribe sobre fútbol me encanta; era un gran humorista pero también un gran filósofo del fútbol.
¿Cómo llegaste a los textos de Fontanarrosa?
Fue viajando a Argentina hace unos años. Tenía unas viñetas en el periódico que me gustaban, observaba una viñeta que era de un gaucho (Inodoro Pereyra), una cosa divertida y me dice uno: “Ese no sólo dibuja, ese escribe también”. Y ahí pues me dieron un libro que se llama “Puro fútbol”. También leí de Galeano, quien escribía con mucho acierto sobre fútbol. Que aquí en América del Sur se escriba tanto sobre fútbol me encanta, porque en el ámbito de la literatura alemana al futbol, los intelectuales, lo ven un poco con desprecio; pero yo soy anti elitista.
Pensando en Rusia 2018, ¿hay buenas expectativas con lo que pueda hacer la selección suiza?
Sí, creo que Suiza es muy optimista este año porque ya es la cuarta vez seguida que se califican y antes no se calificaban nunca; esperan llegar a octavos, superar el grupo. Pero yo creo que el grupo ya va a ser demasiado difícil con Serbia, Costa Rica, que tiene el arquero del Real Madrid, y Brasil. Pero me gustan todas las figuras, partidos con figuras. Uruguay es un equipo que este año podría llegar muy lejos, veo mucho fútbol español y veo a Godín y a Giménez que son una pareja increíblemente fuerte tanto defensiva como ofensivamente. Luego Suárez ya sabemos que es un metegol, una máquina de meter goles. Y he visto este año unos partidazos de Cavani. Yo creo que la selección uruguaya pudiese llegar hasta semifinales, o incluso más quizás.
Si el fútbol es considerado arte, no debiera ser tan extraño encontrar un poeta futbolero. Tampoco tendría por qué ser raro charlar con un suizo sobre su pasión por la pelota. ¿Acaso tenemos tantos ejemplos de suizos no futboleros? Pedro Lenz es suizo. Poeta y futbolero.
‘Las historias siempre están creciendo’ se puede leer en su novela “El arquero soy yo”. Y entonces encontramos que este poeta suizo además habla un perfecto español. Y que su hijo se llama Nicanor (por el antipoeta chileno Parra). Que recomienda leer a Fontanarrosa, que uno de sus maestros en la literatura fue el juego de Cruyff y que en Suiza, además de la sede de la FIFA, también hay ‘futbolitos’.
Puntero derecho en sus ratos libres. Pedro Lenz visitó la Fundación Mario Benedetti con sus poemas y nos habló de fútbol y poesía.
¿Qué tan aficionado al fútbol sos?
Yo soy muy aficionado al fútbol desde muy niño; jugaba de niño. Nuestro equipo en Berna, el Young Boys acaba de ganar el campeonato, el primero después de 32 años y es el equipo que siempre voy a ver. También me gusta el fútbol internacional, los ídolos de mi infancia han sido inspiración para mi literatura. Por ejemplo, todo lo que sé de ritmo, pausa, aceleración, todo eso lo aprendí de Cruyff. Cruyff es una inspiración para cualquier músico, cualquier escritor, porque tiene ese ritmo, esos cambios de ritmo, que tendría que tener cada buena obra musical o literaria.
¿Cruyff es uno delos grandes artistas de la historia?
Para mí, sí. Es uno de los muy grandes artistas y una gran inspiración. Pero también gente como César Luis ‘El Flaco’ Menotti, el Loco Bielsa. Gente que te da mucho por su manera de pensar, su manera de ver las cosas, por la estética que tienen. Luego también claro los jugadores. Muchas veces me gusta su manera de ser, unos por su elegancia, otros por su garra, otros por su persistencia. Y por ejemplo el fútbol de Uruguay me gusta mucho porque es un fútbol de mucha lucha, son muy luchadores y eso es algo que me gusta. A mí me dijo un jugador alemán, una vez en una entrevista que le hice, que contra Uruguay se ponían dos canilleras, una adelante y otra atrás; por algo sería.
¿Cuánto te sirve el fútbol como lenguaje, como fuente de recursos literarios?
Mucho. Me inspira mucho la manera de ver las cosas. Entre los que somos amantes del fútbol no tenemos que explicar mucho. A veces yo digo “Ese es el típico número seis, pero en la vida”; en el fondo el número seis en el fútbol es defensivo, del centro, pero más bien defensivo como Simeone. El fútbol transmite eso pero también otras cosas. Es estética, una cuestión de estética. El fútbol es mucho. También es emoción, es infancia. Actualmente juego, tenemos un equipo de escritores en Suiza, y una vez que te pones el pantalón corto y vas al campo y hueles la hierba, emocionalmente estás de vuelta en la infancia. O cuando vuelvo al estadio, al ver un partido tengo las mismas emociones que tenía con siete, ocho o nueve años. Por eso el fútbol es un regalo. Por cierto, hay un escritor que todo lo que yo estoy tratando de explicar lo sabe mil veces mejor que se llama Roberto Fontanarrosa. Todo lo que él escribe sobre fútbol me encanta; era un gran humorista pero también un gran filósofo del fútbol.
¿Cómo llegaste a los textos de Fontanarrosa?
Fue viajando a Argentina hace unos años. Tenía unas viñetas en el periódico que me gustaban, observaba una viñeta que era de un gaucho (Inodoro Pereyra), una cosa divertida y me dice uno: “Ese no sólo dibuja, ese escribe también”. Y ahí pues me dieron un libro que se llama “Puro fútbol”. También leí de Galeano, quien escribía con mucho acierto sobre fútbol. Que aquí en América del Sur se escriba tanto sobre fútbol me encanta, porque en el ámbito de la literatura alemana al futbol, los intelectuales, lo ven un poco con desprecio; pero yo soy anti elitista.
Pensando en Rusia 2018, ¿hay buenas expectativas con lo que pueda hacer la selección suiza?
Sí, creo que Suiza es muy optimista este año porque ya es la cuarta vez seguida que se califican y antes no se calificaban nunca; esperan llegar a octavos, superar el grupo. Pero yo creo que el grupo ya va a ser demasiado difícil con Serbia, Costa Rica, que tiene el arquero del Real Madrid, y Brasil. Pero me gustan todas las figuras, partidos con figuras. Uruguay es un equipo que este año podría llegar muy lejos, veo mucho fútbol español y veo a Godín y a Giménez que son una pareja increíblemente fuerte tanto defensiva como ofensivamente. Luego Suárez ya sabemos que es un metegol, una máquina de meter goles. Y he visto este año unos partidazos de Cavani. Yo creo que la selección uruguaya pudiese llegar hasta semifinales, o incluso más quizás.