Ni muy muy, ni tan tan

¿Empezó el mundial?

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Foto: BBC

La duda quedó instalada ¿Al final Rusia no era tan débil como se pensaba? o ¿será que los saudíes son más malos de lo pensado?

El partido no prometía mucho, se enfrentaban las dos selecciones con peor ranking de todo el mundial. Los saudíes venían con más dudas que certezas (no importa cuando leas esto), con un Pizzi que había asumido a fin del año pasado. El primer partido sirvió para confirmar todos los prejuicios que se tenían sobre el equipo. Le cuesta mantener la posición, dependen en exceso de lo que haga Al Sahlawi, que a su vez encuentra pocos socios entre sus compañeros.

A los problemas ofensivos hay que sumarle las gigantes desatenciones defensivas, el primer gol ruso lo facilita el resbalón del jugador saudí, pero además, la defensa ya había quedado muy desordenada luego del córner rechazado.

Cherchesov, el entrenador ruso, se dio cuenta que no era necesario el 4-2-3-1 original, y pasó a un clásico 4-4-2 para darle compañía a Smolov. Primero fue Dzagoev hasta que en el 24 el posterior le dijo basta. Pero el cambio más que complicarlo a Rusia, lo favoreció. Entró Denis Cheryshev, quizá el jugador con más talento del plantel, y con un par de buenos controles, lectura del espacio (que había de sobra) y buenas definiciones, anotó dos de los cinco goles.

La figura de la cancha fue Golovin, un volante cuya pierna hábil es la derecha, que comenzó jugando por izquierda, pero luego lo hizo por derecha. Dos centros suyos muy precisos dieron dos goles, y remató la faena con un buen tiro libre. Rusia complica desde las pelotas paradas, buen ejecutante y delanteros portentosos, la combinación más vieja del fútbol.

El resto de Rusia todavía no fue puesto a prueba, los saudíes y el resto del mundo, se quedó con la duda del estado de confianza de Akinfeev, o cómo responden Kutepov e Ignashevich ante una buena combinación de pases. El mundial puede que haya comenzado, el fútbol todavía no.