"Es un tiro trabajado"

Tras meter la pelota más caliente del partido, Morales aseguró que es una jugada que entrenan mucho.

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Foto: FIBA Américas

Pablo Morales es un jugador acostumbrado a las definiciones de torneos, al menos a nivel local, donde ha jugado finales con seis equipos, siendo campeón con cuatro clubes distintos. Su principal característica es la de ser un tirador de sangre fría, certero en las pelotas más calientes.

Esta vez no fue la excepción, pese a una noche floja. Morales, capitán del equipo, llegó desde el banco y tuvo un mal partido en los números. En varias oportunidades tiró y erró, hasta que en un tiro de tres también fallido, fue fouleado.

Los tres tiros libres le dieron la chance de aportar algunos puntos, siendo el único que consiguió hacerlo para Aguada llegando desde el banco. El partido se puso tanto a tanto y el equipo le confió la última pelota.

Con nueve segundos en el reloj y perdiendo por uno, tomó un tiro que pareció apresurado. El Palacio Peñarol estalló, la bomba cayó donde tenía que caer y Morales sumó de a tres para darle el liderazgo a Aguada. En la última defensa el rojiverde pudo sostener esa diferencia y el resto ya es historia.

Tras el partido el capitán habló con PDA y contó cómo vivió ese momento crítico en la cancha.

Luego de haber fallado todos tus tiros de campo y con tiempo restante en el reloj ¿por qué tomaste la decisión de tirar?

En realidad por más que no pareciera, es un tiro trabajado. Hay una cortina de Leandro a espaldas y entonces es un tiro que los rivales no esperan. Son situaciones que tenemos dentro del juego. Como no lo esperaba la gente, el rival tampoco. Más allá de que hoy hubiera errado, cada tiro que tomo lo tomo con confianza. Habitualmente emboco. No fue el caso de hoy pero sabía que si me tocaba tirar tenía que meterla. Por suerte fue así y estamos donde estamos.

¿Qué le sucedió al equipo durante el segundo cuarto?

Perdimos el control del juego. Los dejamos correr, penetrar descargar, jugar fluido y es algo que los equipos brasileros hacen muy bien. Desde el momento en que les sacamos la pelota, empezamos a jugar ofensivas más largas y decisiones más frías, mejores, se les complicó a ellos y remontamos la ventaja.