
Faltan 37 días
Hoy, en la cuenta regresiva para el Mundial, recordamos la actuación de Paraguay en Francia 98, con un Chilavert pletórico.

Foto: infodeportes.com
Paraguay siempre fue considerado un equipo complicado, y bien sabemos los uruguayos de la valentía que tienen los guaraníes a la hora de enfrentar rivales que puedan ser considerados superiores. Los últimos mundiales han sido una gran prueba de ello.
Luego de haber hecho una gran Eliminatoria, con José Luis Chilavert como estandarte, apoyado obviamente en otros jugadores (Carlos Gamarra, Celso Ayala, José Cardozo), Paraguay llegaba al Mundial de Francia 98 como un rival más que respetado.
Debutó empatando 0 - 0 con Bulgaria, y no perdió el rumbo cuando siete días después se enfrentó a España y repitió resultado. Obligado a ganar, se midió en la última fecha contra Nigeria, al cual venció por 3 - 1 y selló su clasificación junto a los africanos para la segunda ronda.
En octavos tuvo la "suerte" de cruzarse con el local, Francia, que venía de ganar su grupo y comenzaba poco a poco adquirir la chapa"de candidato, ya que antes muchos no lo veían así.
El partido entre Francia y Paraguay fue parejo, y noventa minutos no alcanzaron para que ninguno de los dos equipos lograra sacar diferencia. Chilavert, que solo había recibido un gol en tres partidos, mantenía vivas las esperanzas del equipo sudamericano.
Recién en el alargue llegó el gol decisivo del partido. En el minuto 114', el defensa francés Laurent Blanc (hoy técnico de PSG) le quitó las esperanzas a Paraguay de llegar a penales, anotando el primer gol de oro de la historia.
La desazón de los sudamericanos era tremenda. Mientras la mayoría de los paraguayos se encontraban tirados en el piso, no pudiendo creer lo que pasaba, el golero se mantuvo de pie levantando a cada uno de sus compañeros.
La eliminación tempranera no impidió que Chilavert recibiera el premio al mejor golero del Mundial, ya que en 384 minutos disputados recibió solamente dos goles. El técnico francés, Aimé Jaquet, lo describió como "un muro impenetrable", también elogiando el trabajo de Gamarra y Ayala.
Cuatro años después, Chilavert tuvo su revancha. Tal vez no estaba en su pico físico, pero en Corea y Japón 2002 también supo hacer valer su categoría. Luego de un grupo donde clasificó venciendo a Eslovenia y empatando con Sudáfrica, le tocó cruzarse en octavos con Alemania.
Tal cual había pasado en 1998, el equipo paraguayo se la puso difícil y estuvo cerca de forzar el alargue. Pero en el minuto 88' apareció un gol de Nueville que rompió el cero. Sin casi tiempo, Paraguay no logró empatar el partido y se despidió una vez más de un Mundial con la frente en alto.
Luego de haber hecho una gran Eliminatoria, con José Luis Chilavert como estandarte, apoyado obviamente en otros jugadores (Carlos Gamarra, Celso Ayala, José Cardozo), Paraguay llegaba al Mundial de Francia 98 como un rival más que respetado.
Debutó empatando 0 - 0 con Bulgaria, y no perdió el rumbo cuando siete días después se enfrentó a España y repitió resultado. Obligado a ganar, se midió en la última fecha contra Nigeria, al cual venció por 3 - 1 y selló su clasificación junto a los africanos para la segunda ronda.
En octavos tuvo la "suerte" de cruzarse con el local, Francia, que venía de ganar su grupo y comenzaba poco a poco adquirir la chapa"de candidato, ya que antes muchos no lo veían así.
El partido entre Francia y Paraguay fue parejo, y noventa minutos no alcanzaron para que ninguno de los dos equipos lograra sacar diferencia. Chilavert, que solo había recibido un gol en tres partidos, mantenía vivas las esperanzas del equipo sudamericano.
Recién en el alargue llegó el gol decisivo del partido. En el minuto 114', el defensa francés Laurent Blanc (hoy técnico de PSG) le quitó las esperanzas a Paraguay de llegar a penales, anotando el primer gol de oro de la historia.
La desazón de los sudamericanos era tremenda. Mientras la mayoría de los paraguayos se encontraban tirados en el piso, no pudiendo creer lo que pasaba, el golero se mantuvo de pie levantando a cada uno de sus compañeros.
La eliminación tempranera no impidió que Chilavert recibiera el premio al mejor golero del Mundial, ya que en 384 minutos disputados recibió solamente dos goles. El técnico francés, Aimé Jaquet, lo describió como "un muro impenetrable", también elogiando el trabajo de Gamarra y Ayala.
Cuatro años después, Chilavert tuvo su revancha. Tal vez no estaba en su pico físico, pero en Corea y Japón 2002 también supo hacer valer su categoría. Luego de un grupo donde clasificó venciendo a Eslovenia y empatando con Sudáfrica, le tocó cruzarse en octavos con Alemania.
Tal cual había pasado en 1998, el equipo paraguayo se la puso difícil y estuvo cerca de forzar el alargue. Pero en el minuto 88' apareció un gol de Nueville que rompió el cero. Sin casi tiempo, Paraguay no logró empatar el partido y se despidió una vez más de un Mundial con la frente en alto.