Un mundo siempre criticado por su inestabilidad dio un cachetazo a todos los que pretendían sorpresas. Todo lo “extratenístico” quedó hecho a un lado y las triunfadoras de las semifinales fueron, nada más y nada menos, que las mejores del ranking WTA; Serena Williams y Victoria Azarenka. 

La estadounidense sacó a Na Li en hora y media de partido por doble 7-5. Más tarde, la bielorrusa derrotó a Jelena Jankovic por 4-6 6-2 6-3. 

Lo más llamativo de los partidos no fueron los resultados sino la cantidad de quiebres que hubo y acá es donde todo intento de destacar que el que hayan ganado las mejores del ranking es una demostración de estabilidad flaquea. Li y Williams disputaron 24 games y la mitad de ellos terminaron con quiebres, mientras Azarenka y Jankovic se quebraron 23 de las 27 veces que sacaron, el 82%. Para rematarla, Serena que venía bien con su saque, solo sumó un ace y seis doble faltas frente a las ocho de la china. Ya lo de Vika no era algo inesperado, en todo el torneo batalló con sus errores al servicio, en la semifinal llegó a las 11 doble faltas y un ace, a lo que su rival respondió con un también desfavorable 9-3.

Entonces... ¿Qué hemos de esperar entonces en la final? ¿Que las mejores del tenis femenino muestren por qué están ahí arriba o ver quién quiebra más? Los enfrentamientos previos entre ellas no indican ni una cosa ni la otra sino que ellas levantan notoriamente su nivel cuando la que está en frente aprovecha a la perfección los errores ajenos. Serena domina el récord 12-2 pero uno de esos que ganó Azarenka fue este año la única vez que se midieron sobre cemento, en la final de Doha, Qatar, en la que las jugadoras se lucieron brindando un gran espectáculo. 

La final de Cincinnati se disputará a las 17:00 hs. (hora Uy).