
La razón y el corazón
El hincha piensa con el corazón, no razona, y eso puede llegar a generar que el dolor de la caída sea más fuerte.

En la previa teníamos claro que este grupo de la copa estaba más que salado, los mejores equipos de Colombia y Argentina en la actualidad y Gremio, este equipo con muy buenos nombres y con el clásico juego brasilero.
Cada vez que comienza un nuevo torneo, el hincha se entusiasma, poco importa si tenemos plantel, jugadores y si estamos en un buen momento para pelear. El hincha piensa con el corazón, no razona, y eso puede llegar a generar que el dolor de la caída sea más fuerte.
Cuando ya sabíamos cual sería el grupo de la copa y me enteré de la dura sanción que sufrieron nuestros jugadores de cara al comienzo de torneo, se me vino el alma al piso, nunca me había pasado de encarar un torneo con tan pocas expectativas.
No hay que olvidarse que tanto Nacho como Arismendi eran titulares cantados en este equipo y que los dos venían en clara levantada futbolística, algo parecido estaba sucediendo con Santiago García, quien parecía se quedaría con el puesto para acompañar a Alonso en ofensiva para encarar los dos torneos.
Estos eran jugadores que la directiva había traído como refuerzos en los últimos dos períodos de pases, lo que magnifica aún mas su importancia.
Esto sumado al mal año pasado hacía que Pelusso tuviera que recomponer muy rápidamente el equipo de cara a tamaña competencia, y vaya si lo hizo, al punto que los hinchas – o al menos en mi caso- nos olvidamos que la razón indicaba otra cosa, el corazón y el sentimiento mandan y la copa se encara como si tuviéramos el mejor equipo del mundo, porque la camiseta te obliga, porque el Parque explotó y la banda alentó a morir, porque el sentimiento puede por sobre la razón en este hermoso deporte y los fríos análisis quedan a un lado.
Así se vivió el partido de anoche hasta que un centro cayó en una desordenada defensa y la razón volvía a ganarle al corazón, ellos se trasforman en un equipazo y nosotros corremos atrás de la pelota, su defensa se convierte en una muralla y la nuestra hace agua, el partido se pone mas cerca del 2 a 0 que del empate y la sensación de que “estamos lejos” parece volver a reinar sobre un Parque Central que vuelve a vivir una película muchas veces vista.
El bolso fue con rebeldía a buscar el empate, Pelusso manda los cambios y los metemos adentro por momentos, sacaron un par de la raya que desde el otro lado de la cancha no pude ver bien, empiezan los tiros de esquina del Chino que otra vez intenta ser el salvador pero parece que la bola no quiere entrar. Una de las últimas trajo un claro penal que se cobra afuera y le da la chance a Recoba de colgarla para el delirio de los corazones, peor no, la razón y la realidad nos bajan a tierra -¿Cuántos goles de tiro libre tiene el Chino desde su vuelta al club?- la redonda rebota muy debajo de la barrera y las ilusiones se van por la borda con el pitazo final que llegó instantes después.
En resumen creo que no jugamos mal y merecimos un poco de mejor “suerte”, hubieron algunos rendimientos que ilusionan y otras cosas que marcan que debemos cambiar mucho, pagamos demasiado caro el único error – horror- que cometió la defensa y nos faltó puntería para arrancar ganando y jugar más tranquilo.
Un claro indicio de nuestra realidad es que cuando el DT necesita sacudir al equipo con los cambios, las variantes fueron Mascia, y Dorrego, lo que indica lo diezmado que está este plantel y que Pelusso está haciendo demasiado en pocos días y con tantos golpes recibidos, seguramente con el tiempo serán grandes jugadores pero hoy en día no se si están para absorber tamaña responsabilidad de entrar a cambiar un partido con el calor que tenía el de anoche.
En fin, no va a ser la primera vez que pasamos de fase luego de dejar puntos de local, la llave estará cerrada seguramente y hay que ir a sacar puntos a Rosario contra Newel´s, que ayer fue ampliamente superado por Atlético Nacional en Medellín y cayó 1 a 0.
El equipo argentino a pesar de sus nombres no parece pasar por su mejor momento y puede ser el rival a vencer de esta llave.
Ahora se viene Sudamérica, partido bravo como todos los del torneo local y con la necesidad imperiosa de ganar para seguir sacando ventaja en ambas tablas, como marca el corazón, ahí estaremos.
Cada vez que comienza un nuevo torneo, el hincha se entusiasma, poco importa si tenemos plantel, jugadores y si estamos en un buen momento para pelear. El hincha piensa con el corazón, no razona, y eso puede llegar a generar que el dolor de la caída sea más fuerte.
Cuando ya sabíamos cual sería el grupo de la copa y me enteré de la dura sanción que sufrieron nuestros jugadores de cara al comienzo de torneo, se me vino el alma al piso, nunca me había pasado de encarar un torneo con tan pocas expectativas.
No hay que olvidarse que tanto Nacho como Arismendi eran titulares cantados en este equipo y que los dos venían en clara levantada futbolística, algo parecido estaba sucediendo con Santiago García, quien parecía se quedaría con el puesto para acompañar a Alonso en ofensiva para encarar los dos torneos.
Estos eran jugadores que la directiva había traído como refuerzos en los últimos dos períodos de pases, lo que magnifica aún mas su importancia.
Esto sumado al mal año pasado hacía que Pelusso tuviera que recomponer muy rápidamente el equipo de cara a tamaña competencia, y vaya si lo hizo, al punto que los hinchas – o al menos en mi caso- nos olvidamos que la razón indicaba otra cosa, el corazón y el sentimiento mandan y la copa se encara como si tuviéramos el mejor equipo del mundo, porque la camiseta te obliga, porque el Parque explotó y la banda alentó a morir, porque el sentimiento puede por sobre la razón en este hermoso deporte y los fríos análisis quedan a un lado.
Así se vivió el partido de anoche hasta que un centro cayó en una desordenada defensa y la razón volvía a ganarle al corazón, ellos se trasforman en un equipazo y nosotros corremos atrás de la pelota, su defensa se convierte en una muralla y la nuestra hace agua, el partido se pone mas cerca del 2 a 0 que del empate y la sensación de que “estamos lejos” parece volver a reinar sobre un Parque Central que vuelve a vivir una película muchas veces vista.
El bolso fue con rebeldía a buscar el empate, Pelusso manda los cambios y los metemos adentro por momentos, sacaron un par de la raya que desde el otro lado de la cancha no pude ver bien, empiezan los tiros de esquina del Chino que otra vez intenta ser el salvador pero parece que la bola no quiere entrar. Una de las últimas trajo un claro penal que se cobra afuera y le da la chance a Recoba de colgarla para el delirio de los corazones, peor no, la razón y la realidad nos bajan a tierra -¿Cuántos goles de tiro libre tiene el Chino desde su vuelta al club?- la redonda rebota muy debajo de la barrera y las ilusiones se van por la borda con el pitazo final que llegó instantes después.
En resumen creo que no jugamos mal y merecimos un poco de mejor “suerte”, hubieron algunos rendimientos que ilusionan y otras cosas que marcan que debemos cambiar mucho, pagamos demasiado caro el único error – horror- que cometió la defensa y nos faltó puntería para arrancar ganando y jugar más tranquilo.
Un claro indicio de nuestra realidad es que cuando el DT necesita sacudir al equipo con los cambios, las variantes fueron Mascia, y Dorrego, lo que indica lo diezmado que está este plantel y que Pelusso está haciendo demasiado en pocos días y con tantos golpes recibidos, seguramente con el tiempo serán grandes jugadores pero hoy en día no se si están para absorber tamaña responsabilidad de entrar a cambiar un partido con el calor que tenía el de anoche.
En fin, no va a ser la primera vez que pasamos de fase luego de dejar puntos de local, la llave estará cerrada seguramente y hay que ir a sacar puntos a Rosario contra Newel´s, que ayer fue ampliamente superado por Atlético Nacional en Medellín y cayó 1 a 0.
El equipo argentino a pesar de sus nombres no parece pasar por su mejor momento y puede ser el rival a vencer de esta llave.
Ahora se viene Sudamérica, partido bravo como todos los del torneo local y con la necesidad imperiosa de ganar para seguir sacando ventaja en ambas tablas, como marca el corazón, ahí estaremos.