Y el Óscar es para...

Nuestro once ideal: los Óscar del fóbal, los Óscar de PDA

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La entrega de los Óscar mantiene en vilo a la comunidad cinéfila. O, al menos, eso parece, ya que en PDA el cine (a no ser Maracaná, a cuyo estreno vamos a ir seguro) le importa muy poco.
 
Por eso, ya que se arma tanto revuelo por ver si gana “Doce años de esclavitud” o “El hermano gay del Zorro”, o si “Las Tortugas Pinja” tiene chance de estar ternada como mejor película extranjera, decidimos homenajear a nuestros propios Óscares, algunos paladines del balompié que nos han deleitado en las canchas uruguayas y extranjeras, ya sea por su técnica depurada o, en algunos casos, por asemejarse mucho a la mismísima estatuilla que dan en Jólibu.
 
Advertencia: este once fue elegido sin tener ningún criterio más que el gusto del autor de la nota. Si usted, estimada lectora, queridísimo lector, quiere hacer alguna variante, puede sugerirla… Pero no le vamos a dar pelota. Y, como en PDA nos gusta el fútbol espectáculo, el equipo va con un 3 – 4 – 3 con tres volantes ofensivos, como nos enseñaron J. R. y el propio “Culaca” González.
 
Óscar “Gallego” Ferro: Temerario goalkeeper bicampeón de América, emblema del Peñarol de fines de los 80 y, fundamentalmente, de principios de los 90. Siendo suplente, estuvo en el plantel carbonero campeón de la Libertadores de 1987, y de la misma forma en la Copa América de 1995, donde estuvo a la sombra de Fernando Álvez y tomaba unos mates en los entrenamientos con Claudio Arbiza. También fue suplente en de Chilavert en el Uruguayo 2003. De recordado paso por el cuadro homónimo de Buenos Aires, en un mano a mano, jugándose la ropa como de costumbre, le rompió la rodilla al “Turco” Asad, haciendo que el obeso corpulento delantero abandonara el fóbal.
 
Óscar Washington Tabárez: Recio zaguero que debutó en Primera División con la casaca de Sud América, con pasajes por Wanderers, Fénix y Bella Vista. Como footballer no se destacó, pero sí como DT, y muchos lo han nominado como uno de los técnicos con más suerte de los últimos años, por detrás de Diego Aguirre. No sabemos si será coincidencia o no, pero aquel gol de la “Fiera” en la final de la Libertadores 87 con Tabárez como entrenador, siguiendo la teoría del culo, es digno de investigación de Mulder y Scully.
 
Óscar Ruggeri: Qué decir de este verdadero crack del fóbal mundial, un zaguero como corresponde, con boliche, con pierna fuerte, con combate por donde se lo mire. De él recordaremos eternamente sus cierres, su enorme cráneo, su masticada de chicle, pero por sobre todas las cosas sus chistes de salón. Y nos preguntaremos, en silencio, qué hubiera pasado si aquella hermosa voladora a Chilavert llegaba a destino
 
Óscar “Vasco” Aguirregaray: No hace falta presentar a este multicampeón guerrero surgido en Nacional y símbolo del quinquenio carbonero de los 90. Hermoso verlo quemar los últimos cartuchos pasando los cuarenta pirulos y peinando canas, como lo hacen hoy dos grandes como Cafú Barbosa y el “Loco” Contreras. Campeón también con Defensor Sporting, el “Vasco” ahora curte facha en tierras incaicas, como podemos ver acá. Un mostro.
 
Óscar Javier Morales: “El mejor volante central del fútbol uruguayo”, dicho innumerables veces por unos cuantos renombrados periodistas, extrañados por que el popular OJ no integraba la selección nacional. Así se transformó en el jugador más pedido para vestir la celeste, sumándose a la lista que supieron integrar los Pandianis, los “Tanque” Silvas, entre otros. "Sí, da la casualidad que me dicen Ojota y que las iniciales de mi nombre son la O y la J, por Oscar Javier...", dijo el popular volante central una vez en una entrevista. Aplausos para él.
 
Óscar Dastés: Volante ofensivo que debutara en Central Español a fines de los 90, figura del recordado Rampla del “Ronco” López, junto al “Poro” Aguiar y Martín Peula, entre otros. Con pasajes por El Tanque Sisley, Deportivo Colonia y Rentistas, hoy se encuentra preso por un episodio que ni vale la pena recordar.
 
Óscar Alsina: Número 10 de los que ya no hay, de depurada técnica, figura de Sud América que llevó al equipo buzón a disputar la extinta Copa Conmebol de 1995, que ganara Rosario central. De extenso pasaje por el fútbol argentino, se le recuerda un verdadero golazo al ángulo al River de Ramón Díaz jugando para Huracán de Corrientes. Hoy es entrenador en aquel país, luego de haber jugado en Rentistas y antes en Liverpool, consiguiendo el ascenso en 2002 dirigido por el gladiador Julio Ribas.
 
Óscar “Cordobés” Ledesma: Endiablado mediapunta argentino que deslumbró con su técnica en Huracán Buceo, en los albores del siglo XXI. Luego pasó por River, Tacuarembó (donde fue dirigido por el gran “Culaca”) y Rampla. Se comentaba que le daba al trago duro y parejo y que por eso no trascendió. Pero en el norte lo recuerdan, no sólo los hinchas sino también los habitués de los burdeles locales.
 
Óscar Fernando Garrasino: Empedernido y calvo goleador surgido de Peñarol y con pasajes por Rampla, Liverpool, Racing y el fútbol de Centroamérica. En Guatemala la rompió y fue goleador para Xelajú del campeonato 2004, con goles de hermosa factura técnica como aquí puede verse. Hoy sigue paseando sus goles por el fútbol del interior.
 
Óscar Quagliata: Romperredes que supo ser goleador del uruguayo 1989 -aquel en el que Progreso gritó campeón- junto a Johnny Miqueiro y Diego Aguirre con 7 goles. El bueno de Óscar jugaba en Huracán Buceo, ese equipo que de una buena vez por todas debe volver a los torneos oficiales (aunque sin la mano larga amiga del gran Eugenio). Pasó por Liverpool, Central Español y Fénix, aunque también se dio una vuelta por América jugando en Chile, Ecuador y Colombia, más precisamente en el Deportivo Cali, donde la mandó a guardar bastante seguido. Retirado hace algunos años, labura de ayudante técnico de Pablo Repetto.
 
Óscar Torlacoff: Leyenda viva del fútbol coloniense, goleador de raza que, a pesar de tener más de 40, sigue en actividad en el fútbol hondureño, aunque lo hace alternando el fútbol con una panadería que tiene en Tegucigalpa. Figura -junto a Osvaldo Carro- del Plaza Colonia que daba sus primeros pasos en la máxima categoría del fóbal oriental. Tras su pasaje por Motagua, entre otros clubes hondureños, se fue a Atlético Choloma del mismo país, donde se consagró goleador en la temporada 2011-2012, haciendo goles como este que podés ver acá.
 
Un once discutible, quizá. Un once con ausencias como la de Óscar Castro en el arco, sin la magia de Óscar Omar Míguez. Un equipo cuyo árbitro favorito sería, sin dudas, Óscar Rojas; un equipo amigo del Óscar de la gente (hablamos de Magurno, por supuesto). Si no te gustó, manejate: armate un equipo para los premios Iris si podés.