Día 18: Los finales

Una mirada diferente a la segunda jornada de octavos de final, donde se volvieron a definir muchas cosas en los minutos finales.

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Fotos: facebook.com/fifaworldcup

La temperatura, la humedad o el cansancio de los minutos acumulados están haciendo de este Mundial  un campeonato donde pasan muchas cosas en los últimos minutos.

Sobre el final le ganó Suiza a Ecuador, Uruguay a Italia y Portugal le empató a Estados Unidos, por poner algunos ejemplos.

Holanda pudo con México recién al final del encuentro. El primer gol dio la sensación que rompió algo en los aztecas. El "Maza" Rodríguez, Rafa Márquez y Héctor Moreno habían permitido pocas ocasiones de gol en todo el campeonato, y cuando ocurría aparecía Ochoa.

Es raro que un equipo que solo recibió un gol en 270 minutos, conceda dos en nada más que seis minutos.

M
ucho tuvo que ver la lesión de Moreno, que no lo dejó salir a jugar la segunda mitad. Mucho tuvo que ver un Robben brillando. Y también mucho tuvo que ver Van Gaal y el ingreso de Huntelaar y Memphis Depay.

Holanda ha ganado de muchas maneras diferentes en esta copa: arrasó a España, sufrió con Australia y dominó bien a Chile. Un equipo que tiene un amplio repertorio para ganar siempre es peligroso.


Otro equipo que había recibido un solo gol en la fase de grupos era Costa Rica. Pero por más que algunos intenten comparar a Ochoa con Keylor Navas, el costarricense es un jugador que domina todos los aspectos de la posición. Con la actuación ante Grecia se consagró como el mejor arquero de lo que va del Mundial.

Los helenos empataron en el 91' y forzaron un alargue y los penales posteriores. Es imposible no tener cierta simpatía por Costa Rica, catalogada como la selección con menos valor de mercado, porque nos recuerda que por suerte el fútbol es un deporte donde no siempre ganan los que gastan más.


Dicen que en Brasil, cuando una novela de las importantes llega a su episodio final, se paraliza el país. Hasta los políticos cambian su agenda. Su Copa del Mundo viene demostrando que los finales de los partidos son tan emocionantes como los de sus novelas.