"Estamos metiendo poco huevo"

Te presentamos a Braulio, el jugador sin cassette. En esta primera entrevista, habla del clásico.

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El de la foto no es Braulio. Por las dudas.
Braulio juega en un cuadro grande, que prefirió no revelar, y se caracteriza por decir siempre lo que piensa, sin tapujos. Por eso lo llaman “el jugador sin cassettte”.

PDA lo fue a buscar y a partir de hoy nos brindará entrevistas exclusivas semana a semana, para conocer sus conceptos más viscerales, sin cassette.

En esta edición Braulio habla del clásico. Aquí están sus respuestas en la previa y posteriores al gran partido.

Braulio, ¿ya están pensando en el clásico aunque falten dos fechas?
La verdad que sí. Antes tenemos que jugar con Sud América, pero la verdad es que nos importa bastante poco ese partido porque es prácticamente un cuadro amateur, plagado de jugadores espantosos, así que ya está casi ganado. Ya tenemos la cabeza puesta en el clásico. Si el partido se complica, el juez siempre te ayuda un poco cobrándote unos foulcitos y capaz que hasta un penal. Más ahora que van a ser locales en el Estadio, que es casi nuestra cancha. Solo pensamos en Naciorol.

¿Se salva el año ganando el clásico?
La gente dice eso, pero jugamos todo el año como el ojete y a esta altura ya no se salva nadie. No hemos logrado dar dos pases seguidos en los últimos 7 partidos, así que aunque ganemos este partido lo más probable es que la mayoría de nosotros esté jugando en Rentistas la temporada que viene. Por supuesto que nuestros hinchas se caracterizan por ser una manada de gorilas, y eso abre la posibilidad de que si ganamos nos perdonen la vida. Pero no la veo, sinceramente.

Ahora están festejando por el triunfo, pero ¿en algún momento sintieron que el partido estaba perdido?
Sí, todo el tiempo. Hace muchos partidos que jugamos muy mal, además que estamos metiendo poco huevo. Cuando quedás uno o dos goles abajo en un partido de esta trascendencia sentís que se te viene el alma al piso. Además cuando ellos hicieron el gol vi las caras de mis compañeros y todos estaban destruidos, me pareció que incluso Sánchez pidió el cambio. Te dabas cuenta que solo un milagro nos salvaba. Por suerte ellos se tiraron atrás, y como no son capaces de hacer la O con un vaso terminamos llegando al empate.