Gracias Porvenir
Roja te dejo la cara.
La foto no tiene absolutamente nada que ver, pero es una patada a la cabeza y adorna la nota.
Desde este día quiero proclamarme, ante la presencia de todos los lectores de PDA, hincha rabioso del Porvenir paraguayo. Quiero que sepan que seré fanático hasta el día de mi muerte de estos defensores del deporte bien practicado.
Esto ocurrió en Paraguay, en el partido entre Coronel Romero y Porvenir, que definía al campeón de la Liga Regional del Sur. Iban 71 minutos de partido y los de nombre militar ganaban 2-0… Hasta que llegó lo mejor.
Desborde por la raya de un jugador blanco y blooom. Tremendo cruce “todo pelota” del defensa del “Porve”, Aldo Olmedo. El juez, ante tan magnífica obra de arte, le sacó tarjeta roja. Pero lo mejor para este equipo, vaya casualidad, todavía estaba Porvenir.
Parece que los compañeros de Don Olmedo no estaban tan seguros de que había sido una jugada para expulsión, por lo que decidieron ir a increparle al árbitro. Primero llegó uno y le encajó un topetazo. Resultado: roja para usted también señor.
Luego vino otro de atrás con la famosa “te pecho y te punteo” y se llevó de premio una nueva cartulina colorada.
Hasta que, entre la marea de camisetas rojinegras, apareció ÉL… Con su reluciente casaca n° 11, volando por los aires como un águila en busca de su presa, con un pulir-encerar sensacional que impactó de lleno en la cara del referí. ¡Tremendo! (En la repetición lenta se ve exquisita)
Al toque entró la policía y el partido se suspendió inmediatamente. Los hinchas de Coronel festejaban como locos. Algunos dicen que era porque se consagraron campeones de la Liga. Yo sé muy bien que su felicidad se debía a ver tan grata escena ante sus ojos.
¡Gracias 11! ¡Gracias Porvenir!
Esto ocurrió en Paraguay, en el partido entre Coronel Romero y Porvenir, que definía al campeón de la Liga Regional del Sur. Iban 71 minutos de partido y los de nombre militar ganaban 2-0… Hasta que llegó lo mejor.
Desborde por la raya de un jugador blanco y blooom. Tremendo cruce “todo pelota” del defensa del “Porve”, Aldo Olmedo. El juez, ante tan magnífica obra de arte, le sacó tarjeta roja. Pero lo mejor para este equipo, vaya casualidad, todavía estaba Porvenir.
Parece que los compañeros de Don Olmedo no estaban tan seguros de que había sido una jugada para expulsión, por lo que decidieron ir a increparle al árbitro. Primero llegó uno y le encajó un topetazo. Resultado: roja para usted también señor.
Luego vino otro de atrás con la famosa “te pecho y te punteo” y se llevó de premio una nueva cartulina colorada.
Hasta que, entre la marea de camisetas rojinegras, apareció ÉL… Con su reluciente casaca n° 11, volando por los aires como un águila en busca de su presa, con un pulir-encerar sensacional que impactó de lleno en la cara del referí. ¡Tremendo! (En la repetición lenta se ve exquisita)
Al toque entró la policía y el partido se suspendió inmediatamente. Los hinchas de Coronel festejaban como locos. Algunos dicen que era porque se consagraron campeones de la Liga. Yo sé muy bien que su felicidad se debía a ver tan grata escena ante sus ojos.
¡Gracias 11! ¡Gracias Porvenir!