Los muchachos de antes no usaban sutién
La Celeste de Antes defiende "Los Viejos Valores" en esta columna imperdible.
No sabemos por qué, pero resulta que los botijas de PDA tuvieron la idea de pedirnos que escribiéramos una columna. Se ve que ellos, que tienen estudio y saben prender una computadora, pensaron que podíamos escribir unas líneas (sus razones tendrán).
Mientras considerábamos la propuesta masticando tabaco en la rambla y tomando el fresco, analizábamos algunas cosas que realmente nos preocupan. El siguiente paso fue encontrar la Remington, elemento indispensable para poder plasmar nuestras ideas en el papel. Luego nos enteraríamos de que esta revista no se imprime, que sale por interné, pero nos garantizaron que nuestros pensamientos iban a llegar a usted amigo lector por obra y gracia de la computación.
Dicho esto, nos gustaría reflexionar acerca de un hecho que está cobrando fuerza, que lamentablemente parece se ha instalado definitivamente en nuestro otrora varonil balompié. La semilla de la metrosexualidad en el fútbol, que ha empezado a germinar a pasos agigantados, tiene un nuevo brote: el sutién para hombres. Si, sutién y hombre. Una combinación que nuestros legendarios gladiadores nunca pudieron sospechar, llegó para quedarse.
El pionero de esta nueva moda fue un tal Zlatan Ibrahimovic. No tenemos idea de quién es, dado que no nos interesan los players ajenos a la blusa color cielo. Resulta que este pichón de metrosexual sacudió las estructuras de este deporte, reducto de la hombría, sacándose la camiseta después de un partido y luciendo con orgullo un topcito, sutién, sujetador GPS o como corno se llame (además de un “culotte” que nos encantaría para una noche de lujuria con nuestra patrona). Un tipo de sutién! ¿Alguien se imagina a Obdulio o al Canario García portando esta prenda interior destinada a las damas?
Con suma alarma, pensamos que este gen del mal instalado en Europa se iba a empezar a propagar rápidamente por los fields. ¿La excusa?: parece que el sutién tiene un artefacto ahí que mide cuanto corre el jugador. Todos sabemos que es para estar más lindos, ahora que el fútbol perdió todos los viejos valores y se convirtió en un mercado para los modelos masculinos. Con mucho pesar, creemos que esta exploración del lado femenino tiene consecuencias nefastas para el deporte. Para terminar de lamentarnos, comprobamos que jugadores que incluso han llegado a ponerse la casaca honrada por guerreros de bigote, barba, pierna peluda y short por arriba del ombligo, incursionan en esta execrable moda. Era obvio que ahora que en Europa usan sutién, nuestros metrosexuales que deshonran la memoria de Obdulio y el Mariscal Nasazzi iban a ponerse lo mismo. ¡Que lo parió, que mal le hacen al fútbol uruguayo y mundial!