Salieron de pesca

New Orleans tiene nuevo nombre y reclutó gran potencial para esta temporada. Nuestro análisis de los Pelícanos

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Analizamos la situación de una franquicia que no sólo cambió de apodo para esta temporada, sino que también añadió piezas importantes para ser un animador en la Conferencia Oeste. 
 
Desde el final de la temporada pasada sabíamos que éste iba a ser un año de cambios sustanciales para el elenco de la ciudad de Luisana. Debido a la insistencia de Michael Jordan de traer el apodo Hornets a sus actuales Bobcats, y a la aceptación de la NBA, New Orleans buscó un nuevo apodo que se identificara con la ciudad y con la afición. El elegido fue Pelicans. Aunque muchos estuvieran en contra de dicha elección, ya que un Pelicano no parece muy intimidante, otra parte sostuvo que parecía muy representativo, debido a que es un ave autóctona del estado donde se encuentra la franquicia. Aparte del cambio, hubo otras modificaciones tales como el escudo y el uniforme del equipo.
 
Aunque los cambios no sólo pasaron por ese ámbito. Había que devolverle a la ciudad todo lo que ha hecho por la institución, creando un plantel competitivo, con aspiraciones a playoffs, como aquellos Hornets de Chris Paul, West y Ariza, entre otros. Todo comenzó al obtener la sexta elección para el draft de este año y sorprendentemente eligiendo al posible número uno, Nerlens Noel. Pero los más sorprendente fue el cambio inmediato a los Philadelphia 76ers por el base, jugador franquicia y all star, Jrue Holiday, potenciando así notoriamente la calidad de la plantilla.

El cambio también involucró que los Pelicans mandaran al venezolano Greivis Vázquez a los Kings y a su pivot Robin López a los TrailBlazers. El salto de calidad no sólo vendría con la contratación de Holiday. New Orleans se movió rapido y contrató además a la cuarta elección del draft del 2009, Tyreke Evans, un jugador de mucho potencial, quien igualmente no se ha podido destacar demasiado en los Kings. 
 
Todo esto provocó que la plantilla de los Pelicans se coloque entre las principales de la conferencia Oeste, debido a tener un perímetro bastante envidiable con Holiday, Evans y Eric Gordon. Si dichos jugadores se mantienen saludables a lo largo de los 82 partidos, los Pelicans van a ser un equipo duro de vencer. A esto hay que sumarle a Ryan Anderson, un interno con una enorme mano para tirar de 3 puntos y a la primera elección del draft del año pasado y ganador de la medalla olímpica en Londres, Anthony Davis. Aminu, Jason Smith y Stiesma, completan lo más destacado de la plantilla. Si el entrenador Monty Williams logra hacer que jueguen en equipo, sin prevalecer las estadísticas individuales y potenciando las virtudes de todos sus jugadores, peleará por un puesto en la post temporada sin lugar a duda.