Impotencia
Liverpool y El Tanque Sisley igualaron 0 – 0 en un partido discreto. Los de Möller mantienen el invicto y los de Favaro siguen sin recuperarse.
Liverpool recibía a El Tanque Sisley con la oportunidad de enderezar el rumbo ante su gente después de una seguidilla de partidos sin sumar unidades. El visitante llegaba en busca de mantener el invicto y, por ende, de seguir metido arriba.
El negriazul arrancó con todo y concretó unos muy buenos 20 minutos iniciales. Cargando el juego hacia las proyecciones de los laterales, aprovechando la velocidad de sus dos hombres de ataque y con Pezzolano “volanteando” en toda la franja de ataque, los de Favaro estuvieron cerca de romper el cero. La gran tarde de Nicola Pérez fue lo único que impidió que el local no obtuviese mayor recompensa durante ese tramo del juego.
El Tanque, mientras tanto, se replegó en el fondo y buscó (esporádicamente) explotar el talento de Marcarié y la velocidad de Lamanna cuando alguna contra se lo permitía.
Lo cierto es que con el correr de los minutos la visita comenzó a sentirse más cómodo en la cancha y fue llevando a Liverpool al partido que más le conviene: el de la fricción. El Tanque cede la iniciativa y espera agazapado hasta que aparezca algún espacio en terreno rival.
Las preferencias futbolísticas del exentrenador de Liverpool no son un secreto, y un buen ejemplo podría ser la variante que realizó cuando tan solo transcurrían 22’: sale Cristian Palacios (la referencia de área fusionada) y entra Joaquín Aguirre (zaguero) pasando a jugar con línea de cinco en el fondo.
Así, con un equipo limitado pero bien trabajado, el equipo de Möller pasó a controlar el partido. Tanto fue así que sobre el final se animó a atacar y descubrió que la defensa de Liverpool hace agua cuando los defensores quedan mano a mano con delanteros veloces. Fue una ráfaga, casi efímera, pero logró que todos los hinchas negriazules se hayan aliviado cuando el árbitro decretara el final de la primera parte.
Para el complemento el local se apoderó definitivamente de la pelota pero nunca supo que hacer con ella. El equipo de Favaro tiene graves falencias a la hora de crear juego (sobre todo si Pezzolano no participa) y abusa de los balones frontales.
En definitiva, verticaliza el fútbol pero no se le cae una idea. Además, los hombres que juegan por afuera no repitieron lo hecho en el inicio (principalmente Agustín Peña, de gran desgaste). El equipo tiene actitud pero los jugadores saben que Liverpool se armó para pelear arriba y la realidad muestra otra cosa.
El Tanque, por su parte, seguía a lo suyo. Juntó sus líneas lo más que pudo y prácticamente no llegó al arco de De Amores en todo el segundo tiempo. El empate le caía bien.
El reloj corría y en Belvedere los ánimos empezaban a caldearse porque el equipo no lograba penetrar ese bloque defensivo liderado por Andrés Aparicio. El entrenador movió el banco pero las variantes casi no entraron en juego (a excepción de Alles, pero estuvo muy errático) y el cerrojo seguía en los dos arcos.
Rodrigo Aguirre tuvo la victoria a 10 minutos del final, pero Nicola Pérez, como en el primer minuto de partido, le contuvo el remate. Esta vez se mostró rápido para ahogar el tiro, mientras que en la jugada inicial le adivinó la intención al atacante cuando este se la quiso “picar”.
Sin muchos más sobresaltos el tiempo se esfumó y el empate dejó un sabor amargo en el local, que al menos podrá decir que cortó con la racha de derrotas. El Tanque, por su parte, continúa invicto y Möller tuvo la oportunidad de reivindicarse frente a su ex equipo, en donde tuvo un pasaje poco feliz la temporada pasada.
Ficha del partido:
LIVERPOOL: Guillermo De Amores; Martín Bonjour, Andrés Lamas, Christian Almeida; Agustín Peña (79′ Andrés Ravecca), Gonzalo Freitas, Jonathan Barboza, Gastón Filgueira; Paulo Pezzolano (69′ Gastón Machado); Facundo Barcelo (69′ Gustavo Alles) y Rodrigo Aguirre. DT: Eduardo Favaro.
EL TANQUE SISLEY: Nicola Pérez; Pablo Fagúndez, Guillermo Díaz, Carlos Santucho, Yefferson Moreira; Andrés Aparicio, Jonathan Iglesias, Gastón Martínez; Juan Marcarié (59′ Gastón Puerari); Santiago Lamanna (79′ Luis Machado) y Cristian Palacios (22′ Joaquín Aguirre). DT: Raúl Moller.
Amarillas: Peña y Machado (Liverpool)
Jueces: Andrés Cunha, Gabriel Popovits y Carlos Barreiro
Estadio Belvedere
El negriazul arrancó con todo y concretó unos muy buenos 20 minutos iniciales. Cargando el juego hacia las proyecciones de los laterales, aprovechando la velocidad de sus dos hombres de ataque y con Pezzolano “volanteando” en toda la franja de ataque, los de Favaro estuvieron cerca de romper el cero. La gran tarde de Nicola Pérez fue lo único que impidió que el local no obtuviese mayor recompensa durante ese tramo del juego.
El Tanque, mientras tanto, se replegó en el fondo y buscó (esporádicamente) explotar el talento de Marcarié y la velocidad de Lamanna cuando alguna contra se lo permitía.
Lo cierto es que con el correr de los minutos la visita comenzó a sentirse más cómodo en la cancha y fue llevando a Liverpool al partido que más le conviene: el de la fricción. El Tanque cede la iniciativa y espera agazapado hasta que aparezca algún espacio en terreno rival.
Las preferencias futbolísticas del exentrenador de Liverpool no son un secreto, y un buen ejemplo podría ser la variante que realizó cuando tan solo transcurrían 22’: sale Cristian Palacios (la referencia de área fusionada) y entra Joaquín Aguirre (zaguero) pasando a jugar con línea de cinco en el fondo.
Así, con un equipo limitado pero bien trabajado, el equipo de Möller pasó a controlar el partido. Tanto fue así que sobre el final se animó a atacar y descubrió que la defensa de Liverpool hace agua cuando los defensores quedan mano a mano con delanteros veloces. Fue una ráfaga, casi efímera, pero logró que todos los hinchas negriazules se hayan aliviado cuando el árbitro decretara el final de la primera parte.
Para el complemento el local se apoderó definitivamente de la pelota pero nunca supo que hacer con ella. El equipo de Favaro tiene graves falencias a la hora de crear juego (sobre todo si Pezzolano no participa) y abusa de los balones frontales.
En definitiva, verticaliza el fútbol pero no se le cae una idea. Además, los hombres que juegan por afuera no repitieron lo hecho en el inicio (principalmente Agustín Peña, de gran desgaste). El equipo tiene actitud pero los jugadores saben que Liverpool se armó para pelear arriba y la realidad muestra otra cosa.
El Tanque, por su parte, seguía a lo suyo. Juntó sus líneas lo más que pudo y prácticamente no llegó al arco de De Amores en todo el segundo tiempo. El empate le caía bien.
El reloj corría y en Belvedere los ánimos empezaban a caldearse porque el equipo no lograba penetrar ese bloque defensivo liderado por Andrés Aparicio. El entrenador movió el banco pero las variantes casi no entraron en juego (a excepción de Alles, pero estuvo muy errático) y el cerrojo seguía en los dos arcos.
Rodrigo Aguirre tuvo la victoria a 10 minutos del final, pero Nicola Pérez, como en el primer minuto de partido, le contuvo el remate. Esta vez se mostró rápido para ahogar el tiro, mientras que en la jugada inicial le adivinó la intención al atacante cuando este se la quiso “picar”.
Sin muchos más sobresaltos el tiempo se esfumó y el empate dejó un sabor amargo en el local, que al menos podrá decir que cortó con la racha de derrotas. El Tanque, por su parte, continúa invicto y Möller tuvo la oportunidad de reivindicarse frente a su ex equipo, en donde tuvo un pasaje poco feliz la temporada pasada.
Ficha del partido:
LIVERPOOL: Guillermo De Amores; Martín Bonjour, Andrés Lamas, Christian Almeida; Agustín Peña (79′ Andrés Ravecca), Gonzalo Freitas, Jonathan Barboza, Gastón Filgueira; Paulo Pezzolano (69′ Gastón Machado); Facundo Barcelo (69′ Gustavo Alles) y Rodrigo Aguirre. DT: Eduardo Favaro.
EL TANQUE SISLEY: Nicola Pérez; Pablo Fagúndez, Guillermo Díaz, Carlos Santucho, Yefferson Moreira; Andrés Aparicio, Jonathan Iglesias, Gastón Martínez; Juan Marcarié (59′ Gastón Puerari); Santiago Lamanna (79′ Luis Machado) y Cristian Palacios (22′ Joaquín Aguirre). DT: Raúl Moller.
Amarillas: Peña y Machado (Liverpool)
Jueces: Andrés Cunha, Gabriel Popovits y Carlos Barreiro
Estadio Belvedere