¿Qué tenés que hacer si estás perdiendo 2-0 a los 88 minutos de partido y no podés sacarle la pelota al rival? Recurrir a los apuntes que tomaste en la clase de El Sr. Miyagi, exactamente.

Eso fue lo que hizo el n° 4 de Nueva Zelanda, Ben Sigmund, cuando el delantero de Emiratos Árabes Unidos, Ali Ahmed Mabkhout, llevaba la pelota. Primero, una técnica exquisita para derribarlo y dejarlo a su merced, pronto para ser atendido.

Cuando estaba en el piso, ni lo pensó y le saltó arriba con las dos patas, con un movimiento digno de un skater o un surfer. Todos los tapones a la rodilla de su rival. Claro que el árbitro lo premió con una tarjeta roja y, al ver la maravilla que había hecho, lo defendió cuando vinieron los compañeros del rival a increparlo.

Mirá qué asesino: