Ni tú ni nadie
Ni el viento, ni los años, ni Azarenka frenaron a Serena Williams que conquistó su quinto US Open tras ganarle la final a la bielorrusa.
Foto: USAT
Con la victoria de Serena Williams por 7-5 6-7 6-1 sobre Victoria Azarenka, el tenis femenino también ganó mucho, porque ambas tenistas jugaron un altísimo nivel y mantuvieron al público vibrante en todo momento.
El viento fue lo primero que complicó a Serena. La estadounidense comenzó el encuentro batallando con las condiciones del tiempo, diciéndole a su equipo que así no podía jugar, acomodándose el vestido una y mil veces, sintiéndose incómoda y dominada por la ansiedad. Pero esto no hace más que reflejar la pasión de la menor de las Williams, las ganas de ganarlo todo, otra vez.
Azarenka levantó notablemente su juego en comparación a lo que mostró en las instancias previas del torneo, es que las situaciones críticas, los desafíos suelen inspirarla tanto como para llevar su nivel a lo más alto. En la final demostró estar a la altura de la circunstancia. Se le plantó firme a la número 1 del mundo, inició con más paciencia, positivismo y confianza, para ir llevándolo punto a punto.
Pasado el desacomodo de Serena, la iniciativa pasó a sus manos y luego sacársela era tarea extremadamente difícil. Quebró y se quedó con el primer set, luego concretó una racha de cinco games consecutivos y se puso dos quiebres arriba en el segundo parcial. Más que difícil parecía poder arrebatarle el campeonato al ver a la defensora del título 7-5 4-1, pero los motivos por los que Azarenka la derrotó dos veces este año, en la final de Doha y Cincinnati, salieron a la luz.
Nervios por un lado y motivación por el otro, era ahora o nunca para Vika. Esa adrenalina de vivir el momento más crítico del encuentro (hasta ahí) la impulsó a quebrar a su oponente las dos veces que esta sacaba para campeonato y luego adueñarse de un tie-break tan parejo como todo lo jugado hasta ese instante.
Pero las vidas se le fueron agotando a Azarenka. Serena lejos de bajonearse por haber perdido el set, enfrentó lo que quedaba con total convencimiento de que este título era para ella. Otra vez quebró dos veces pero acá no hubo marcha atrás. En el 5-1 sacó para título y lo logró, ganó por quinta vez el US Open (1999, 2002, 2008, 2012 y 2013), con el que sumó su Grand Slam número 17, misma cantidad que Roger Federer. “Soy como Roger, yeah”, expresó tras ser informada de la igualdad por el periodista de ESPN.
Porque la edad se la pone cada uno, Serena festejó cual niña a los saltos pero se convictió en la tenista con mayor edad en ganar el Abierto de Estados Unidos (31).
El lunes a las 18 hs. el duelo entre Novak Djokovic y Rafael Nadal se convertirá en el más repetido de la historia. En su enfrentamiento número 37 definirán quién será el campeón del US Open.
El viento fue lo primero que complicó a Serena. La estadounidense comenzó el encuentro batallando con las condiciones del tiempo, diciéndole a su equipo que así no podía jugar, acomodándose el vestido una y mil veces, sintiéndose incómoda y dominada por la ansiedad. Pero esto no hace más que reflejar la pasión de la menor de las Williams, las ganas de ganarlo todo, otra vez.
Azarenka levantó notablemente su juego en comparación a lo que mostró en las instancias previas del torneo, es que las situaciones críticas, los desafíos suelen inspirarla tanto como para llevar su nivel a lo más alto. En la final demostró estar a la altura de la circunstancia. Se le plantó firme a la número 1 del mundo, inició con más paciencia, positivismo y confianza, para ir llevándolo punto a punto.
Pasado el desacomodo de Serena, la iniciativa pasó a sus manos y luego sacársela era tarea extremadamente difícil. Quebró y se quedó con el primer set, luego concretó una racha de cinco games consecutivos y se puso dos quiebres arriba en el segundo parcial. Más que difícil parecía poder arrebatarle el campeonato al ver a la defensora del título 7-5 4-1, pero los motivos por los que Azarenka la derrotó dos veces este año, en la final de Doha y Cincinnati, salieron a la luz.
Nervios por un lado y motivación por el otro, era ahora o nunca para Vika. Esa adrenalina de vivir el momento más crítico del encuentro (hasta ahí) la impulsó a quebrar a su oponente las dos veces que esta sacaba para campeonato y luego adueñarse de un tie-break tan parejo como todo lo jugado hasta ese instante.
Pero las vidas se le fueron agotando a Azarenka. Serena lejos de bajonearse por haber perdido el set, enfrentó lo que quedaba con total convencimiento de que este título era para ella. Otra vez quebró dos veces pero acá no hubo marcha atrás. En el 5-1 sacó para título y lo logró, ganó por quinta vez el US Open (1999, 2002, 2008, 2012 y 2013), con el que sumó su Grand Slam número 17, misma cantidad que Roger Federer. “Soy como Roger, yeah”, expresó tras ser informada de la igualdad por el periodista de ESPN.
Porque la edad se la pone cada uno, Serena festejó cual niña a los saltos pero se convictió en la tenista con mayor edad en ganar el Abierto de Estados Unidos (31).
El lunes a las 18 hs. el duelo entre Novak Djokovic y Rafael Nadal se convertirá en el más repetido de la historia. En su enfrentamiento número 37 definirán quién será el campeón del US Open.
