"Tuve miedo de no volver a jugar"
Jadson Viera habló con PDA sobre su extensa carrera, los títulos en Danubio, su pasaje por Nacional y la vuelta al club de sus amores.
Foto: danubio.org.uy
Aunque nació del otro lado de la frontera junto con Ronaldo, Ronaldinho y Pelé, Jadson Viera se crió futbolísticamente en Uruguay. Según sus propias palabras, arrancó de muy joven en Livramento jugando al Fútbol 7 con la esperanza de jugar en Primera al igual que su padre.
De joven fichó por el Artigas en Rivera y comenzó a tomarse más en serio el fútbol, al darse cuenta que su posición en el campo era de defensa. No recuerda bien si en el 97 o 98, llegó a probarse a Danubio. No quedó ni en quinta ni en cuarta, pero al otro dia se probó en Tercera y quedó gracias a Eduardo Del Capellán. "Le agradezco mucho, porque me vio las condiciones para que un día pudiera jugar a la pelota", le dijo Viera a PDA.
De no haber seguido con su carrera de futbolista, a Jadson le hubiera gustado ser músico, "pero como toco poco y tengo poca voz no podría". A la pregunta si la música es un hobby, asegura que toca "música brasilera, y cuando uno está en casa con la familia, nadie dice que cantás o tocas mal".
A pesar de ser defensa central por excelencia, las necesidades del equipo lo llevaron a desempeñarse en otras posiciones en sus primeros partidos. El actual defensa de Danubio recuerda "en ese entonces era joven, no sé si era muy distinto a lo que es hoy subir a Primera, era un poco más complicado. Me adaptaba. Jugué de lateral derecho y de lateral izquierdo, disfrutaba mucho porque estar en Primera era bastante".
Con su asentamiento en Primera llegaron momentos agridulces para Danubio. "Lo más satisfactorio era disputar campeonatos de igual a igual con los equipos grandes pero estaba la espina del título que se escapaba de las manos. Se volvió una época dura para los jugadores pero con muchas enseñanzas para una generación", recuerda Viera.
El hoy cuatro veces Campeón Uruguayo afirma que existía presión en el equipo de la Curva por salir campeón, pero también en defensa de sus compañeros agrega que "era un camino muy complicado llegar a la final, más cuando teníamos que ir a jugar a todas las canchas. La verdad que pudimos revertir eso y hubo muchos años de muchas glorias".
Tras dos finales perdidas, parecía que en 2004 la historia volvería a repetirse cuando Nacional vence y golea a Danubio por 4 - 1. A los pocos días el equipo en ese momento dirigido por Pelusso logró hacer el quiebre y quedarse con el título en su propia cancha.
¿La clave para revertir ese mal momento? "Veníamos haciendo bien las cosas y obviamente se dio un partido atípico. A veces hablo con Cafú y en esa última jugada en Jardines, en un partido cerrado donde no se veía ninguna posiblidad para ninguno de los dos, el fue uno de los que dijo 'es esta la pelota para salir campeones' y la verdad que nos llegó un momento lindo".
Tres años después la historia se repetiría con el otro grande, Peñarol. El equipo dirigido por Gustavo Matosas obtendría el Apertura e iría a la final contra el mirasol por el título del Clausura. El empate en uno a uno llevó el partido a penales y Jadson Viera aportó para su equipo el tercer penal de la serie.
"Estaba en la hosteria antes de ir al partido, la verdad es que de mi parte no había pensado en esa posiblidad (patear un penal). Merendando empezamos a comentar y como nunca había pateado tenía pensado patearlo al otro costado (derecha). Le pedí un penal a Gustavo, tres pasos antes iba a patear a la izquierda, pero no sé bien por qué cambié de lado. Es díficil para alguien que no patea muy seguido, creo que había terminado bien el partido y la confianza genera tranquilidad para patear un penal así", recuerda sobre el único penal que pateó en un partido oficial.
Tras el segundo título con Danubio decidió probar suerte afuera. Había tenido una primera salida al exterior al jugar para el Atlante disputando varios partidos, pero por problemas de dirigencia regresó al pais.
La suerte quiso que fuera a Lanus. "Fue increible lo que me tocó vivir ahí", comenta quien a los seis meses formaba parte del plantel que sería campeón por primera vez en la historia del club.
"Lo que se ha formado en el club Lanús es increible, la infraestructura parece de un equipo de Europa", opina sobre el equipo argentino. Tras tres años en Argentina volvió a su país de origen para jugar por Vasco de Gama.
"Me pasó igual que lo de México. El gerente deportivo y el entrenador me querían, pero recién me había hecho una estereoscopía en la rodilla. Imaginate llegar en estas condiciones a un fútbol tan competitivo", explica sobre aquel pasaje por el equipo carioca.
Por el nacimiento de su hijo Lucas, decidió regresar a Uruguay. Al llegar no jugaría esta vez por Danubio, sino que lo haría por Nacional. "Fue duro pero a su vez fue el único club que me llamó. Todos en Nacional sabían que yo era hincha de Danubio, pero te digo la verdad, al conocer el club interiormente fue increible, solamente tengo palabras de agradecimiento", expresó sobre los tricolores.
En Nacional estuvo dos años y le tocaron de las muy buenas, volviéndose bicampeón uruguayo. El segundo año con la dirección de Marcelo Gallardo, su compañero el año anterior, pero no fue complicado ya que "es duro si el técnico no tiene personalidad".
Dirigido por Gallardo jugaría tres clásicos seguidos que quedarían muy vigente en la memoria del hincha y del propio jugador. En el Apertura unos minutos antes de terminar el partido se iría expulsado. "Me había sentido bárbaro en ese partido. Ha falta de poco, Joao Pedro hace una pared y no me queda otra, opté por cortar la jugada antes de que entrara, después se dio todo y salió redondo", recuerda sobre el clásico que ganaría el tricolor sobre el final del partido.
Al siguiente clásico marca su primer gol clásico en un partido de pretemporada. "Hace un tiempo un amigo me manda un video del gol que no lo había visto, la verdad que son goles que quedan marcados muchísimo".
Mientras que por el Clausura se iría lesionado a mitad del partido tras un tranque con Zalayeta. "Sabía que algo me iba a pasar. Me estaba infiltrando la rodilla varias veces, no te digo por inexperiencia pero por una manera de ser, siempre entregué el máximo. Bien o mal fue una decisión que tomé, me acuerdo de todo, del cariño de todos, hasta la recuperación", sostiene.
El regreso al fútbol costó y tuvo miedo de no volver a jugar, agradece a la gente de Nacional por haber estado a su lado y hacer lo posible por su recuperación. La salida del equipo tricolor no fue la mejor, pero pensando en frío "era lo que más servía porque necesitaba jugar. No queda nada pendiente y tengo la tranquilidad de poder mirar a todos a la cara, hice las cosas bien, el cariño de la gente y seguir en contacto con la mayoría de la gente de Nacional".
PING PONG CON JADSON VIERA
Ida de Ignacio González a Nacional
Son decisiones. La gran mayoría ha pasado por esa situación. Uno conoce a Nacho y es imposible desearle mal. Queda poco para el Mundial y se la está jugando. Conociéndolo, conociendo a su familia y su forma de ser, obviamente no ha sido una decisión fácil pero es una buena persona y merece le vaya bien.
Jose María Giménez
Una capacidad muy alta, jugando y una gran personalidad. La situación de Emiliano (Velázquez) nos reconforta mucho, se veía en el campeonato pasado que tenía un nivel muy alto, no solo lo demostró el otro dia, también en la Sub 20.
La tabla del descenso
No se habla mucho y por más que estemos apostando hacia arriba, hay una realidad, es un plus a la hora de los esfuerzos, pero creo que la cosa está bien encaminada y aunque no esté garantizada hay que seguir por este camino.
La peor patada
He dado algunas. El otro día en una comida en casa con unos amigos, me acordaba de una patada en el América de México contra Nacional. La pelota se había ido afuera y se me salió la 'cadena', tenía un poco de amistad con el juez y no pasó nada.
De joven fichó por el Artigas en Rivera y comenzó a tomarse más en serio el fútbol, al darse cuenta que su posición en el campo era de defensa. No recuerda bien si en el 97 o 98, llegó a probarse a Danubio. No quedó ni en quinta ni en cuarta, pero al otro dia se probó en Tercera y quedó gracias a Eduardo Del Capellán. "Le agradezco mucho, porque me vio las condiciones para que un día pudiera jugar a la pelota", le dijo Viera a PDA.
De no haber seguido con su carrera de futbolista, a Jadson le hubiera gustado ser músico, "pero como toco poco y tengo poca voz no podría". A la pregunta si la música es un hobby, asegura que toca "música brasilera, y cuando uno está en casa con la familia, nadie dice que cantás o tocas mal".
A pesar de ser defensa central por excelencia, las necesidades del equipo lo llevaron a desempeñarse en otras posiciones en sus primeros partidos. El actual defensa de Danubio recuerda "en ese entonces era joven, no sé si era muy distinto a lo que es hoy subir a Primera, era un poco más complicado. Me adaptaba. Jugué de lateral derecho y de lateral izquierdo, disfrutaba mucho porque estar en Primera era bastante".
Con su asentamiento en Primera llegaron momentos agridulces para Danubio. "Lo más satisfactorio era disputar campeonatos de igual a igual con los equipos grandes pero estaba la espina del título que se escapaba de las manos. Se volvió una época dura para los jugadores pero con muchas enseñanzas para una generación", recuerda Viera.
El hoy cuatro veces Campeón Uruguayo afirma que existía presión en el equipo de la Curva por salir campeón, pero también en defensa de sus compañeros agrega que "era un camino muy complicado llegar a la final, más cuando teníamos que ir a jugar a todas las canchas. La verdad que pudimos revertir eso y hubo muchos años de muchas glorias".
Tras dos finales perdidas, parecía que en 2004 la historia volvería a repetirse cuando Nacional vence y golea a Danubio por 4 - 1. A los pocos días el equipo en ese momento dirigido por Pelusso logró hacer el quiebre y quedarse con el título en su propia cancha.
¿La clave para revertir ese mal momento? "Veníamos haciendo bien las cosas y obviamente se dio un partido atípico. A veces hablo con Cafú y en esa última jugada en Jardines, en un partido cerrado donde no se veía ninguna posiblidad para ninguno de los dos, el fue uno de los que dijo 'es esta la pelota para salir campeones' y la verdad que nos llegó un momento lindo".
Tres años después la historia se repetiría con el otro grande, Peñarol. El equipo dirigido por Gustavo Matosas obtendría el Apertura e iría a la final contra el mirasol por el título del Clausura. El empate en uno a uno llevó el partido a penales y Jadson Viera aportó para su equipo el tercer penal de la serie.
"Estaba en la hosteria antes de ir al partido, la verdad es que de mi parte no había pensado en esa posiblidad (patear un penal). Merendando empezamos a comentar y como nunca había pateado tenía pensado patearlo al otro costado (derecha). Le pedí un penal a Gustavo, tres pasos antes iba a patear a la izquierda, pero no sé bien por qué cambié de lado. Es díficil para alguien que no patea muy seguido, creo que había terminado bien el partido y la confianza genera tranquilidad para patear un penal así", recuerda sobre el único penal que pateó en un partido oficial.
Tras el segundo título con Danubio decidió probar suerte afuera. Había tenido una primera salida al exterior al jugar para el Atlante disputando varios partidos, pero por problemas de dirigencia regresó al pais.
La suerte quiso que fuera a Lanus. "Fue increible lo que me tocó vivir ahí", comenta quien a los seis meses formaba parte del plantel que sería campeón por primera vez en la historia del club.
"Lo que se ha formado en el club Lanús es increible, la infraestructura parece de un equipo de Europa", opina sobre el equipo argentino. Tras tres años en Argentina volvió a su país de origen para jugar por Vasco de Gama.
"Me pasó igual que lo de México. El gerente deportivo y el entrenador me querían, pero recién me había hecho una estereoscopía en la rodilla. Imaginate llegar en estas condiciones a un fútbol tan competitivo", explica sobre aquel pasaje por el equipo carioca.
Por el nacimiento de su hijo Lucas, decidió regresar a Uruguay. Al llegar no jugaría esta vez por Danubio, sino que lo haría por Nacional. "Fue duro pero a su vez fue el único club que me llamó. Todos en Nacional sabían que yo era hincha de Danubio, pero te digo la verdad, al conocer el club interiormente fue increible, solamente tengo palabras de agradecimiento", expresó sobre los tricolores.
En Nacional estuvo dos años y le tocaron de las muy buenas, volviéndose bicampeón uruguayo. El segundo año con la dirección de Marcelo Gallardo, su compañero el año anterior, pero no fue complicado ya que "es duro si el técnico no tiene personalidad".
Dirigido por Gallardo jugaría tres clásicos seguidos que quedarían muy vigente en la memoria del hincha y del propio jugador. En el Apertura unos minutos antes de terminar el partido se iría expulsado. "Me había sentido bárbaro en ese partido. Ha falta de poco, Joao Pedro hace una pared y no me queda otra, opté por cortar la jugada antes de que entrara, después se dio todo y salió redondo", recuerda sobre el clásico que ganaría el tricolor sobre el final del partido.
Al siguiente clásico marca su primer gol clásico en un partido de pretemporada. "Hace un tiempo un amigo me manda un video del gol que no lo había visto, la verdad que son goles que quedan marcados muchísimo".
Mientras que por el Clausura se iría lesionado a mitad del partido tras un tranque con Zalayeta. "Sabía que algo me iba a pasar. Me estaba infiltrando la rodilla varias veces, no te digo por inexperiencia pero por una manera de ser, siempre entregué el máximo. Bien o mal fue una decisión que tomé, me acuerdo de todo, del cariño de todos, hasta la recuperación", sostiene.
El regreso al fútbol costó y tuvo miedo de no volver a jugar, agradece a la gente de Nacional por haber estado a su lado y hacer lo posible por su recuperación. La salida del equipo tricolor no fue la mejor, pero pensando en frío "era lo que más servía porque necesitaba jugar. No queda nada pendiente y tengo la tranquilidad de poder mirar a todos a la cara, hice las cosas bien, el cariño de la gente y seguir en contacto con la mayoría de la gente de Nacional".
PING PONG CON JADSON VIERA
Ida de Ignacio González a Nacional
Son decisiones. La gran mayoría ha pasado por esa situación. Uno conoce a Nacho y es imposible desearle mal. Queda poco para el Mundial y se la está jugando. Conociéndolo, conociendo a su familia y su forma de ser, obviamente no ha sido una decisión fácil pero es una buena persona y merece le vaya bien.
Jose María Giménez
Una capacidad muy alta, jugando y una gran personalidad. La situación de Emiliano (Velázquez) nos reconforta mucho, se veía en el campeonato pasado que tenía un nivel muy alto, no solo lo demostró el otro dia, también en la Sub 20.
La tabla del descenso
No se habla mucho y por más que estemos apostando hacia arriba, hay una realidad, es un plus a la hora de los esfuerzos, pero creo que la cosa está bien encaminada y aunque no esté garantizada hay que seguir por este camino.
La peor patada
He dado algunas. El otro día en una comida en casa con unos amigos, me acordaba de una patada en el América de México contra Nacional. La pelota se había ido afuera y se me salió la 'cadena', tenía un poco de amistad con el juez y no pasó nada.