A cantarle a Gardel
Nacional inauguró una estatua del "Mago" en el Parque Central. Nosotros te contamos de qué forma se vinculó Gardel al fútbol.
Esta columna fue publicada por PDA tiempo atrás, antes de nuestro cierre temporal. Dados los acontecimientos recientes, la volvemos a compartir con nuestros lectores.
“El fútbol es más difícil de acertar que las carreras, y ya sabemos que en el hipódromo no acierta nadie, que no sea Leguisamo" Carlos Gardel
"El Mago" como se denomina al famoso intérprete de tango, comenzó su carrera en la década del 20 y en su pleno auge falleció en un accidente de avión en el año 35.
Su relación con el futbol comenzó con su llegada al centro de Buenos Aires. Ciertas amistades inclinaron su preferencia por Racing. Asistió un tiempo a la cancha de tablones de La Academia y se lo recuerda por llegar siempre tarde, ya que venía del hipodromo, su verdadero amor.
El 6 de junio, debido a la iniciativa de uno de sus guitarristas, asistió al vestuario de Huracán en vísperas de un partido con Boca y les brindó ánimo a los muchachos. Cabe recordar que el duelo Huracan - Boca en ese momento era una especie de clásico. Esa tarde Gardel cantó "Rosas de otoño" y le dejó unos pesos al "Negro" Prato para que despueés pudieran festejar la victoria. El equipo de Huracan ganó por 1 - 0 y quedó lider de la tabla de posiciones.
Su amistad con el futbol trascendió Sudamérica. En Europa se hizo hincha de Barcelona, debido a su amistad con Samitier y el mítico golero Zamora, ambos jugadores del blaugrana. En 1928 presenció la final de la Copa del Rey entre el equipo catalán y Real Sociedad. El partido se jugó con una violencia inusual, que impresionó al "Mago". Después del festejo por la victoria fue a visitar a Platko, jugador culé que había necesitado ocho puntos de sutura en la cabeza.
En vistas de una futura gira que iba a realizar Barcelona por Sudamérica, Carlos decide realizar una gira simultánea por Montevideo y Buenos Aires para acompañar a sus amigos. Asiste a algunos partidos en Buenos Aires, y cuando el equipo catalán emprende su viaje hacia Montevideo, el mítico cantante va con ellos. En esa oportunidad, asiste al Parque Central junto a Pieira y Platko, jugadores de Barcelona. Gardel convenció a Samitier de que jugara unos minutos porque pensaba que el público lo merecía. El jugador arrastraba una lesión que lo venía dejando en el banco, pero jugó 10 minutos y anotó un gol.
Aquel día, junto a sus amigos Piera y Platko, Gardel fue fotografiado. Su imagen se preservó y llegó hasta nuestros días, siendo el modelo a partir del cual se moldea la escultura exhibida en el estadio tricolor.
La gira no convenció a la afición azulgrana que creyó que su cuadro fue a pasar vergüenza y Gardel decide grabar una nueva versión de la canción Patadura. Cambió los nombres de jugadores argentinos por los jugadores blaugranas, en busca de mantener el ánimo de sus amigos que habían pasado de la gloria al olvido.
Su próximo vínculo con el fútbol fue previo a los Juegos Olímpicos de 1928, Gardel recibió al equipo en Barcelona y pensaba acompañarlos hasta Amsterdam. Debido a un viaje a Italia solo acompañó hasta París. En un hotel parisino Gardel cantó por primera vez algunas estrofas del tango "Dandy".
El Mago esperó a la selección argentina en Paris a la vuelta y junto a los albicelestes volvía la selección uruguaya. Debido a los roces de la final olímpica que terminó con victoria celeste, la relación entre los jugadores era nula. Gardel buscó la reconciliación, decidió cantarles un tango a los "campeones sudamericanos ". Terminado el primer tango, se cruzaron jugadores de las distintas selecciones que se tiraban de todo un poco.
Dos años después Gardel viajó a Montevideo para estar presente en la Copa del Mundo. Previo al inicio de la competición, el cantante decidió visitar a la selección uruguaya y a la argentina por separado. En la visita a la concentración argentina le pidieron nuevamente que entonara el tango "Dandy".
Terminada su visita a la concentración declararía "diré solamente que creo que los rioplatenses serán los más difíciles de vencer, y que si llegan a una final, habrá que tirar la monedita para saber quien gana". Los orientales volvieron a vencer en la final a los argentinos y, el tango "Dandy" fue declarado mufa. Las malas lenguas dirían que volver a entonar este tema fue una manifestación del cantante por Uruguay.
Como dato anecdótico, 52 años después de su muerte Gardelito sería la mascota de la Copa América Argentina 19887. No le dio mucha suerte a los argentinos que, esta vez sin escuchar "Dandy", volvieron a caer con los orientales pero en semifinales.
Por último otra anécdota. Un día Gardel decidió ir a conocer a Bernabé Ferreyra, jugador de River. Se acercó al vestuario y le dijo "Asi que usted es La Fiera". El jugador le respondió con humildad "No, maestro. La Fiera es usted cuando canta".