De tal palo

Walter Pandiani y su hijo Nicolás jugarán en Miramar. PDA recuerda otros casos de padres e hijos que jugaron juntos.

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Walter Pandiani y su hijo Nicolás jugarán juntos en Miramar como ya lo han hecho en España

El caso más paradigmático de padre e hijo jugando para el mismo equipo es el caso de la familia Gudjohnsen. Arnór Gudjohnsen fue un centrodelantero islandés que jugó en cuadros como Anderlecht o Girondins de Burdeos. En la selección de su país tuvo reconocimiento jugando 74 partidos y anotando 14 goles.

El 24 de abril de 1996 se jugó un partido entre Islandia y Estonia por las Eliminatorias para el Mundial de Francia 98. A los 75 minutos, Arnór Gudjohnsen fue sustituido. ¿Quién entró en su lugar? Eiudr Gudjohnsen, su hijo de 17 años, marcando el retiro del padre como seleccionado y el debut del hijo. Es el único caso en que padre e hijo jugaron para el mismo equipo en el fútbol internacional.

Eidur Gudjohnsen logró tal vez una trayectoria más importante que su padre, jugando en equipos como Chelsea y Barcelona. Actualmente sigue defendiendo a la selección de su país que clasificó para el repechaje europeo y sigue en la lucha por llegar al Mundial.

El primer caso uruguayo de un padre y su hijo jugando para el mismo cuadro, no fue precisamente en Uruguay. Hay que remontarse a la década del 50 cuando, el 21 de setiembre de 1958, Manuel Sanguinetti y su hijo Alberto defendieron los colores del Cúcuta frente al Deportivo Quindío.

Casi 50 años después sucedería lo mismo pero en Uruguay. El 24 de agosto de 2008 Carlos María Morales y su hijo Juan Manuel defendieron juntos a Wanderers frente a Peñarol, en la primera fecha del Torneo Apertura 2008.

Otro caso parecido es el de padres que han tenido la posibilidad de dirigir a sus propios hijos.

Richard Páez, ex director técnico de la selección de Venezuela, tuvo un destacado trabajo en la vinotinto, teniendo importancia en su crecimiento; la constante inclusión de su hijo en la nómina de convocados le generó fuertes críticas, que lo obligaron a renunciar.

Otro caso parecido fue el de Ramón Díaz. Durante su primer pasaje por River Plate hizo debutar a sus hijos en la Primera División. Años después, tras asumir en San Lorenzo, los contrató como jugadores del club.

No fue una decisión inteligente, como marca la historia, a la menor caída los hinchas le recuerdan esta resolución. Tras la renuncia de su padre abandonaron el equipo y nunca lograron destacar en otros cuadros. Actualmente, Emiliano Díaz es asistente técnico de su padre en River Plate.

En los últimos años se dio esta particualidad en el fútbol uruguayo. Sebastian Ribas fue dirigido por su padre Julio cuando compartían equipo en Juventud de Las Piedras. El técnico ponía siempre a su hijo, quien no lo defraudó y fue goleador durante el Campeonato del Mundo de Clubes en Viareggio. Esto le valió pasar de Juventud al Inter de Milán.

Cristían Yeladián, hijo de Apraham, fue dirigido por su padre en Bella Vista; también Raul Moller dirigió a su hijo Ricardo en Cerrito, en otro caso recordado en los últimos años.

Mirá el video de Walter y Nicolás en agosto del 2012 cuando se encontraban en Villarreal