No fue la noche soñada para Javier Espíndola y sus dirigidos. El camino que recorrieron en esta Liga Sudamericana dentro de las canchas, como también la gran gestión de la dirigencia aguatera para traer las series semifinal y final a Montevideo dio sus buenos frutos, pero no alcanzó. Tras la derrota en la final de la LSB, Aguada debe quedarse con lo positivo.

El conjunto uruguayo rompió la hegemonía absoluta de argentinos y brasileros, que siempre habían disputado todas las finales de este torneo. Sin embargo, con eso no alcanza, y consagrarse campeones hubiera sido más histórico aún. Ahora el rojiverde deberá concentrarse en la Liga Uruguaya y en la Liga de las Américas, el torneo más importante del continente al que será invitado a participar y que dará inicio en febrero.

Tras el partido, PDA habló con el DT aguatero, para conocer las sensaciones luego de un gran partido, en el que Aguada remontó nuevamente una gran desventaja. 

En la previa tanto vos como los jugadores declararon que a Uniceub iba a ser muy difícil remontarle 20 puntos si se volvía a dar un partido como ante Baurú. Sin embargo lo volvieron a hacer ¿Qué fue lo necesario para esa nueva remontada?

La magia de Leandro en la última jugada del primer tiempo haciendo dos goles en seis segundos. Depués un muy buen trabajo defensivo en los primeros seis o siete minutos del tercer cuarto. Creo que ese trabajo neutralizó los problemas que tuvimos por las facilidades que otorgábamos. Lo que pasa es que es un equipo que tiene muchísimos recursos.

Llevaron a jugar a su centro, a su pivot, en un sistema para ponerlo a tirar de tres puntos. Metió 3 triples seguidos, 5/7 en triples. Esta vez no alcanzó. No se puede cometer un error con rivales de este nivel y me parece que decaímos en dos o tres ofensivas que les permitieron correr y cerrar el partido. El equipo mostró otra vez la rebeldía de siempre, la inteligencia defensiva de siempre pero no alcanzó para estabilizarse y pasar.

¿Llevar a su interno a tirar de tres fue la diferencia en el juego?

Creo que ellos tienen la capacidad de elegir, según el momento de partido, dónde hacer daño. Con algunas integraciones buscaron por otro lado, algunas cosas pudimos contrarrestar, pero ellos siempre encuentran ese momento de partido por donde va la difiicultad para que no podamos contener.

Como no se pueden defender todas las cosas, uno siempre regala algo. Cuando estábamos teniendo problemas con las penetraciones de Osimani y de Nezinho, ayudamos con un grande y allí ellos dejaron a los grandes abiertos. Cuando volvimos a apretarnos, hubo otra vez penetraciones de los perimetrales para sacar la ventaja.

¿Qué valoración hacés de esta participación internacional?

Hay dos valoraciones posibles. Una la tristeza de llegar a la puerta y no cruzarla. Nunca se sabe cuando vas a tener posibilidades de ganar una final, ni de jugarla. Eso es una forma de verlo que tenemos ni bien termina el partido.

Al pasar el tiempo, valoraremos todo lo anterior. Cómo llegamos hasta aquí, cuál fue el proceso, cuál fue el trabajo y qué tan largos fueron los pasos que dimos para desarrollar al equipo y a los jugadores. Me parece que si nos lo seguimos proponiendo nos pueden poner rápidamente otra vez a pelear estas instancias.

¿Cómo esperás que sea la Liga de las Américas?

Seguimos dando pasos. Va a ser un nivel superior. Liga de las Américas es más que Liga Sudamericana, pero nosotros también queremos aspirar a mejorar y no quedarnos en este nivel. Vamos a ver si hacemos una buena participación, a pesar de que ya va a ser una época en que la Liga Uruguaya va a estar un poco más dura y vamos a tener que prestar mucha atención ahí.