Que vuelvan los clásicos de antes

Varios elementos nos mostraron que a nivel del fútbol local también se está perdiendo la esencia.

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Como todos bien saben, la única camiseta que nos importa es la Celeste, y es por eso que podemos ver los clásicos sin que el fanatismo nos quite objetividad. Sabido es que las dos camisetas más gloriosas de nuestro país han sido semillero de prohombres y referentes de nuestra gloriosa casaca color cielo (tantos que sería imposible nombrarlos a todos ahora), por lo que nos dispusimos a ver el duelo clásico con esperanzas de ver algo de los Viejos Valores de nuestro fútbol.

Yendo a la previa, los parodistas deportivos tienen varias muletillas con las que roban la plata en los días anteriores al match. Algunos dicen que en los clásicos no hay favoritos. Otros dicen que gana el que mejor llega. Con eso, se aseguran que de alguna manera van a acertar el pronóstico.

De lo que vimos adentro del verde gramado, varios elementos nos mostraron que a nivel del fútbol local también se está perdiendo la esencia. Es probable que mucho tenga que ver en esto la influencia de cuatro mundialistas de Sudáfrica en los planteles de los equipos grandes. Esto no es algo hecho al azar, sino que es un manera de plantar la semillita del “proceso” en los planteles locales a través de Scotti, Castillo, Ignacio González (si, según nos dicen también integraba el plantel en 2010) y el estilizado player Fernández.

Seguramente Peñarol sintió la falta de Don Darío Rodríguez, y Nacional la partida de jugadores a la vieja usanza como el "Pichón" Nuñez. Decimos esto para explicar que por decirlo de alguna manera, “faltó ambiente”. Resulta increíble que un clásico del fútbol uruguayo termine sin expulsiones, casi nos atreveríamos a decir que no es un clásico. Apenas tres tímidas amarillas, lo que nos anima a reclamar que vuelvan los jueces de antes que tenían la tarjeta fácil y condicionaban indistintamente a uno u otro equipo, calentando el ambiente.

Demostrando que no todo está perdido, Joe Emerson Bizera tuvo un atisbo del comportamiento de los zagueros de antes, demostrando por qué formó parte del histórico plantel del Mundial 2002. Codazo correctivo al jugador habilidoso del rival, y desaparición de Ignacio María González que ni David Copperfield hubiera hecho mejor.

Sin embargo, este fue un clásico descafeinado. Algunos dirán que se vieron cinco goles, alguno de buena factura, pero algo faltó. Jorge Bava no le pegó a ningún coracero, no hubo un 8 contra 11, no hubo ninguna fuga, ningún gol de la valija, ningún robo de cadenita, ni jugadores atajando, no se cumplió la ley del ex, no hubo trifulcas, ni un Gladiador Ribas metiendo manos entre los jugadores, ni un Hugo de León, ni Pelados Peña, ni Trasantes, ni Negros Chengue remando, ni Chuecos Perdomo, ni Magos que le hagan tres caños a Rotundo, ni un mediocampo conformado por Rotundo, Césaro y el Boya Pereira, ni un Carlitos Camejo anulando al habilidoso del rival…

Lo bueno: Jonathan Rodríguez, elegido mejor jugador del partido, no hace declaraciones. Al parecer no tenía ganas de hablar con Romano y Scelza y no lo culpamos por ello. Bien el botija cultivando el perfil bajo defendido a capa y espada por próceres como García, Montero y tantos otros.

Como saldo del clásico a nivel sanitario, se habría vuelto a lesionar Carlos Nuñez, esta vez cargando un bidón de agua a pedido del equipier. En Nacional, Ignacio González se habría excedido en el uso del spray mágico, congelándosele el tren inferior completo.

En resumen, un tibio clásico saldado a favor de Peñarol, para la inmensa alegría de Marcelo Danubio Zalayeta y toda la parcialidad aurinegra.

Por último, nos queremos expresar al respecto de los disturbios ocurridos en la tribuna. Si viviera Obdulio o el Peta los hubieran agarrado a cachetadas con la mano abierta a todos los pichones de barra bravas. Pedimos que vuelvan los hinchas de antes, que bancaban mano a mano contra el que fuera, siempre de frente y no provocaban de lejos con una bandera, ni tampoco rompían el coloso de cemento, que no tiene nada que ver.

¡¡¡Que vuelvan los clásicos de antes!!! ¡¡¡Que vuelva la celeste de antes!!!

Si querés dedicarte en cuerpo y alma al Dios Obdulio te invitamos a pasar al templo en el que se pregonan Viejos Valores ---> (apretá acá)