Proveniente de Salto, le tocó llegar a Peñarol en 1988 para unirse a un equipo que venía de ser campeón de América. Ese mismo año le tocó jugar su primer clásico. "Era algo nuevo para mí, que siempre había visto por televisión. Fue algo muy bueno, ya que uno siempre tiene la expectativa de estar en un cuadro grande, poder jugar y más aún un clásico", recuerda el "Caballo".

A medida que pasaban los años se fue generando la mística de ganador clásico, acompañado con los logros de Peñarol. De Los Santos reflexiona: "Que ganes o pierdas muchos clásicos en el entorno es algo que va a quedar marcado. He tenido la posiblidad de jugar muchos y ganar la mayoría, no sé qué siente la gente que la ha pasado al revés".

La frase hecha de que los clásicos son distintas no es mentira, y el defensa lo afirma: "La preparación es distinta, todo el entorno es distinto, la semana es distinta. En la cancha se deja de lado la táctica y la estrategia para ganarlo".

"Al menos de parte nuestra dejás todo para lograr un resultado positivo, son cosas que los mayores nos enseñaron cuando estabamos en Peñarol. Muchas veces se dice que los clásicos son partidos diferentes, pienso yo que por esos motivos", agrega.

Tan distinto es que en 1995 le tocó jugar un clásico esguinzado. El "Caballo" se había lesionado en la final del Clausura y se había perdido las dos primeras finales del Uruguayo. Estaba haciendo una recuperación en Los Aromos cuando Gregorio Pérez decidió probarlo para ver cómo estaba y, aunque no podía hacer algunas cosas con comodidad, el técnico decidió que se quedara porque iba a jugar al otro día.

"Antes del partido me infiltré, me puse todo un leuco abajo de la rodilla para ajustarla y que tuviera más firmeza. Estuve jugando todo el partido, y por momentos ajustaba más la cinta. Los últimos minutos estaba con el Vasco (Aguirregaray) en la zaga, Nacional había hecho el descuento, y me decía "aguantá que falta poco y ya termina". Por suerte pudimos conseguir el 3 - 1 y enseguida termina. Fue doloroso, pero salió todo bien", recuerda De Los Santos a la perfección.

Dos años después volvió a tocar el cielo con las manos cuando Peñarol logró el quinquenio en una definción muy agónica. "Cada vez era más dífícil por el conocimiento que tenían los demás equipos hacia nosotros, y éramos el equipo que venía siendo campeón todos los años y todos intentaban ganarle (..) Había un montón de factores para que no tuvieras un rendimiento de acuerdo a lo que venía siendo campeón todos los años. Muchas veces se dificultaba un poquito más", destaca el "Caballo".

Ya pasado los tiempos del quinquenio, siguió en Peñarol y le tocó salir nuevamente campeón de la mano de Julio Ribas en el 99. Un clásico de ese año se recuerda porque le propinó un golpe al referente de Nacional, Ruben Sosa, el cual no fue sancionado con tarjeta roja.

El zaguero lo tiene presente: "Nos cobraron un penal en contra afuera del área. No sé si fue por eso, o por qué, o no me vio, pero fue raro porque le sacaron tarjeta amarilla a él. La verdad que no se si no lo vio o qué, o para igualar el problema del penal que habían cobrado mal, pero no me expulsaron".

En el 2002 abandonó Peñarol, tras catorce años en el club. "Fueron otras épocas. Se jugaba por amor a la camiseta, y estar en Peñarol era sumamente importante. Uno tal vez tampoco buscaba salir hacia el exterior, o en esa época se daba muy poco", señala el "Caballo" sobre su larga estancia en el club.

"Esto hoy no se ve, en inferiores se está trabajando para que el jugador salga al exterior. Es un negocio que los jugadores puedan jugar afuera, donde hay más posiblidades económicas tanto para ellos como para los que hacen las transferencias. Entonces no se fija tanto en que, estando mucho tiempo en el club, puedan formar planteles para pelaer cosas importantes, tanto a nivel local como a nivel internacional", explica.

Los últimos los años de su carrera los vivió en Basáñez, Central Español y Deportivo Quito. Ya retirado, se unió al cuerpo técnico de Gregorio Pérez, con el cual trabaja actualmente.

Con su ex técnico y hoy compañero de trabajo regresaron a Peñarol en el 2012. La experiencia tal vez no terminó siendo la mejor, pero el "Caballo" recuerda sus sentimientos al volver a Los Aromos después de tantos años.

"Ir y ver nuevamente las habitaciones, la cocina, el comedor, las canchas de Los Aromos, te trae de nuevo los recuerdos y las vivencias. Fueron muchos años que uno estuvo adentro, y prácticamente lo conoce al cien por cien. Haber vuelto, y como ayudante técnico, tiene otra importancia. Uno trata de seguir en el fútbol, y no sabe que las vueltas lo van a llevar a estar ahí. Entonces le da una importancia doble", expresa De Los Santos.

Tras el repaso por su carrera clásica, PDA le preguntó al "Caballo" por el clásico de este domingo.

¿Cómo lo ves a Peñarol?

Va en mucho en lo que puedan hacer los jugadores mismos adentro de la cancha. Por más que lo planteen tácticamente de una forma u otra, hoy en día Peñarol no está pasando por un buen momento, entonces va a estar basando muchas cosas que puedan pasar dentro de la cancha en lo que puedan hacer los jugadores, la impronta que puedan hacer ellos dentro del partido y cómo puedan manejar.

No creo que si plantean una forma de jugar estratégicamente lo puedan llevar a cabo porque no han tenido regularidad. Ni con Alonso ni con Goncalves, entonces no se puede decir que Peñarol va a jugar de una manera o de otra, no ha jugado un partido parecido a otro, ni en base a ciertas jugadas.

¿Es importante que juegue Pacheco?

Todos los jugadores de experiencia, desde mi punto de vista, van a ser importantes. Van a poder resolver las situaciones del partido, bien o mal, pero van a tener más resolución que los jugadores jóvenes.

Si él (Pacheco) tuviera la chance de jugar, así como Zalayeta, Aguiar o Bizera, tienen posiblidades de crear algo. Si los jugadores jóvenes van a llevar a cabo la estrategia que le diga el técnico, no la van a poder cumplir, o la van a poder cumplir hasta ahí nomás, porque no es algo que estén haciendo en estos últimos partidos. Tampoco hay un equipo que venga jugando junto, ha ido cambiando.

¿Pronóstico?

Es difícil, hoy en día por cómo viene jugando es díficil. Nacional tiene un equipo que el técnico no ha tocado, un goleador que ha hecho goles en casi todos los partidos, ha recuperado a Nacho Gonzalez que técnicamente es un jugador desnivelante. Entonces es complicado.

O sea, en este momento pasaríamos a ser como siempre le ha pasado a Peñarol: "Esto es Peñarol" y "Peñarol va a ganar a lo Peñarol". Pero solamente los jugadores dentro de la cancha, si lo sinten o no, lo van a poder llevar a cabo, entonces es muy difícil decir un resultado.

El video del incidente con Ruben Sosa: