"Ya habrá tiempo para ser entrenador"

Pandiani aseguró que tuvo chance de ser entrenador de Racing de Santander, pero prefirió venir a Miramar para seguir jugando. Deliciosa entrevista

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Entrevistamos a Walter Pandiani tras su entrenamiento matutino en el Méndez Piana.

Walter Pandiani debutó en Primera Divisón en 1995 jugando por Basañez con solamente 17 años. Se desempeñaba como mediocampista ofensivo gracias a su visión del juego. Con la llegada de Hebert Revetria a la dirección técnica del equipo de la Unión, pasó a jugar de delantero y esto le ayudó a dar el salto en su carrera. Fue goleador esa temporada y varios cuadros lo pusieron en su mira.

Ese equipo de Basáñez estaba repleto de jugadores reconocidos en el medio. Entre ellos se destacan el hoy técnico de Peñarol Jorge Goncalvez, a quien el delantero recuerda como "una gran persona que ayudaba mucho a los jovenes", el "Chueco" Perdomo y Matosas, entre otros.

Allí mamó toda esa experiencia: "Jugar con esos monstruos que te animan y te apoyan siempre es positivo, y uno ahora intenta hacer exactamente lo mismo con los jóvenes: darles toda tu confainza y estar disponible para todo lo que ellos necesitan".

Peñarol se interesó y con el cartel de gran goleador llegó al equipo mirasol en el año 98. El carbonero venía en bonanza, pero el delantero tuvo que esperar un año más para cumplir el sueño de salir campeón.

El equipo que en ese momento ya era dirigido por Julio Ribas, no había hecho un gran comienzo de campeonato, pero tras una concentración larga en Colonia volvió para hacer historia. La clave del equipo "4x4" que batió el récord de goles a favor estuvo en que "empezamos a encontrarnos en un momento físico espectacular, terminábamos los partidos corriendo y era tanta la fuerza física que los pasábamos por arriba".

Sus goles y en especial "el gol del siglo", como denominarían después al tanto que llevó a Peñarol al título, fueron su pasaporte a Europa. El delantero recuerda, "ponerte la camiseta de Peñarol para uno como hincha es lo máximo. Haber podido levantar la copa de Campeón Uruguayo también".

Su adptación en el viejo continente no le costó en ningún momento, ya que mientras en la cancha demostraba un buen nivel, su familia y amigos viajaron para estar cerca en este nuevo desafio. Comenzó jugando en Deportivo La Coruña y ya en su segundo pasaje por el club, estuvo cerca de dar el batacazo en la Champions 2003-04. El equipo español fue sopresa al eliminar a Juventus y MIlan. A estos últimos tras una histórica remontada ya que venían de caer 4 - 1 de visita (ver video al final de la nota).

En la semifinal el rival fue el Porto de Mourinho, de quien Pandani no guarda buenos recuerdos. "Dice que Guardiola ganó una copa que le regalaron los jueces y yo creo que esa copa se la regalaron a Mourinho. En la mitad del primer tiempo nos expulsan a Andrade, central nuestro, que tiene amistad de toda la vida con Deco (jugador de Porto) y eran compañeros de la selección. En una jugada puntual Deco cae, pasa Andrade y lo empuja en el piso, como broma. El árbitro inglés lo expulsa mientras el jugador le quería explicar la situación y decía 'it's my friend, it's my friend', pero no hubo vuelta". Por más que ese partido terminó empatado en cero, le quitó potencial al equipo español que en la vuelta cayó 2 - 0 y quedó afuera.

Pandiani pasó porMallorca donde ganó su segunda Copa del Rey. La primera la había obtenido con Deportivo, derrotando a Real Madrid en el famoso partido del "Centenariazo" en el que los madrileños festejaban su centenario en su propio estadio. Nuevamente fue verdugo de los merengues y en plena época de "los galácticos" los derrotó con el equipo mallorquino 5 - 1 tras comenzar perdiendo. "Mallorca ese año tenía jugadores expectaculares: Eto'o, Ibagaza, Leo Franco. No era de esperar hacer cinco goles en ese campo, pero en momentos puntuales el equipo rendía muy alto", aseguró.

Sus goles pasaron a Barcelona, pero para jugar por Espanyol. En este equipo dio la nota nuevamente ante Real Madrid, esta vez haciendo tres goles en 33 minutos. Lamentablemente ese día su equipo cayó 4 - 3 en un partido increíble.

Con Espanyol pasó a la historia, al llegar a la final de la Copa UEFA 2007. En dicho campeonato se consagró goleador con 11 anotaciones en 14 partidos. Los penales permitieron que Sevilla festejara y nuevamente Pandiani se quedaba con las manos vacías en una competencia europea.

El delantero recuerda aquel partido: "Fue una desilusión bastante grande, encima siendo goleador de ese torneo. Por toda la trayectoria que tuvo Espanyol en esa copa merecíamos poder lograr la final. La lotería de penales es complicada. Fallamos todos, el único que marqué fui yo. En lo personal no solo podría haber sido campeón de ese torneo, sino ser el mejor jugador del campeonato, premio que al final le dieron a Palop (golero de Sevilla)".

Sobre el final del 2004, por problemas con su entrenador, decidió abandonar España para probar suerte en Ingaterra y fichó por Birmingham. "Era un fútbol que me gustaba para ver qué tal se daba. Los defensas son más toscos y tienen más preparación física que táctica. Jugadores de 1.90 que pesan 90 kilos y pasan en el gimnasio. Nunca había visto un equipo entero en el gimnasio, parecían físicoculturistas y se mataban, todos los dias. A la hora de disputar los balones eran unos bichos. Yo era menudito pero era más pícaro. Les saltaba por delante y me llevaba la pelota", cuenta Pandiani.

Acostumbrado a pelear títulos, en los últimos años defendió a equipos más comprometidos con la zona baja de la tabla. Hoy es flamante jugador de Miramar Misiones, equipo que pasa por una situación parecida y el "Rifle" lo analiza: “Se sufre porque no dependés solamente de tus resultados. Dependés de otros equipos que están abajo contigo y sabés que si no hacés los deberes siempre estás pendiente de otro equipo. Estuve tres años en Osasuna y uno en Espanyol donde nos salvamos con un gol en el último minuto”.

La afición de Pandiani por los autos es muy conocida, pero explicó que no pudo traer ninguna de las piezas de su colección a Uruguay, ya que su residencia va a seguir en España. "Es un parón en mi carrera y no planeamos quedarnos acá", dijo el delantero. De hecho, solo viajó con su hijo Nicolás quien también jugará en Miramar. Tanto su esposa como sus otros dos hijos permanecen en España. 

La razón por la cual no vuelven es que a su retiro, el jugador quiere ser entrenador y piensa desarrollar su carrera en la madre patria. "Tuve oportunidad de ser técnico de Racing de Santander, pero decidí seguir jugando y venir a Miramar. Todavía no tenía ganas de entrenar un equipo, ya habrá tiempo para eso", aseguró Walter. Para ser técnico ya tiene el título necesario, pero piensa continuar estudiando y hacer un "pro" en Europa que lo habilite a dirigir en todas partes del mundo.

Pese a sus ganas de seguir jugando, las cosas no han marchado como él y Nicolás esperaban. Mientras Walter no pudo debutar por arrastrar una sanción, su hijo no podrá hacerlo hasta que se abra un nuevo período de pases. Acerca del partido en el que Miramar perdió 5 - 0 ante Peñarol y que pudo haber sido su debut, Pandiani aseguró que le hubiese gustado jugarlo.

"Hubiese sido bueno que el equipo me tuviera para poder ayudar en muchos aspectos. Adentro del campo no es solo lo que genero como jugador, sino como compañero. Tal vez ese primer gol sobre el final del primer tiempo estando yo no lo hacen. En esa jugada hubiera estado mirando el reloj y diciendo que esa pelota era la vida y que acá no cabecea nadie", señaló.

Por último y para contestar la pregunta que no puede faltar, el "Rifle" explicó dónde surgió su apodo: "Fue en Peñarol, Diego Martín Dorta me lo puso porque tenía un juego parecido al del delantero argentino "Rifle" Pandolfi y como me gustó, ahi quedó".

Leé las preguntas de Que Vuelva La Celeste de Antes para Pandiani.