El primer campeón

De las 22 fechas que tiene el campeonato de la Liga, El Rejunte precisó 18 para consagrarse campeón.

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Si un domingo al mediodía por alguna calle de Carrasco se ve pasar un auto andando marcha atrás, no se alarme, es que El Rejunte salió campeón.

La tradición se remonta desde que uno de los jugadores volvió desde un bar en Carrasco a su casa marcha atrás. Ahora cada vez que El Rejunte sale campeón se suben a ese auto y dan la vuelta olímpica con la reversa puesta.

El Rejunte no solamente fue el primer campeón del año, también fue el equipo con más puntos de toda la categoría mayores: 52 puntos, producto de 16 victorias, cuatro empates y dos derrotas (ambas luego de consagrarse campeones).

Cristopher Biscomb, zaguero, y Felipe Martins, delantero devenido en golero, coincidieron que el buen año deportivo tiene un responsable: Daniel Supervielle. El “Súper”, uno de los fundadores del Club Universidad Católica, asumió como DT de El Rejunte en 2012.

El técnico nos cambió la cabeza e hizo que cada uno creyera que era posible salir campeones, y lo logramos”, dijo Biscomb. Martins piensa similar: “Logró cambiarnos la mentalidad y nos llevó a ser un cuadro ganador y con mucho compromiso para las prácticas y el cuidado de cada jugador los sábados de noche”.

El campeonato de la divisional H es el segundo consecutivo para el rojiblanco de Carrasco, que peleó por la punta con los mismos rivales de la I. “El año pasado se definió entre El Rejunte, Danubio y Nuestra Señora de Lourdes y este año fue igual, quizás sumándose Goes en determinado momento de la temporada", cuenta Martins.

"Sabíamos que teníamos plantel como para salir campeones nuevamente, pero nunca nos imaginamos que seríamos campeones tantas fechas antes del final y con tanta diferencia de puntos. Creo que el partido que jugamos con Lourdes en la segunda fecha marcó el potencial de este equipo. Fue un partido rarísimo. Empezamos ganando, rápidamente nos empataron y luego se pusieron 2 - 1 arriba ellos. De ahí en más siempre estuvimos un gol abajo y finalmente terminó 5 - 5 el partido. Por lo menos yo me di cuenta ese día que iba a ser muy difícil bajarnos”, confesó.

Se hizo un grupo de la puta madre, somos todos amigos y eso, sumado a que tenemos muy buenos jugadores en todas las líneas, ayudó a que salgamos campeones dos años consecutivos. Ni que hablar de lo motivado que nos tuvo a todos durante los dos años el técnico”, agrega Biscomb.

Dos pilares fundamentales del grupo son Federicho Shaw y el propio Felipe Martins. “Se ponen el equipo al hombro y son los que arman las practicas, hablan con la Liga, juntan la guita de las cuotas y preparan todo para que el resto lo único que hagamos es ir a practicar dos veces por semana y juguemos el domingo”, remarcó.

El equipo formado por exalumnos del British, fundado allá por el 2003, y que ahora también tiene una camada de jugadores provenientes de Young, buscará seguir dando vueltas (en marcha atrás) ahora en la divisional G de la Liga Universitaria.