Vueltas y vueltas
Un parrillín afuera de la cancha donde se hacen los chorizos y un equipo con hambre de victorias adentro, eso es Yaguarí.
El campeonato de la E presentaba en la previa varios equipos que vienen creciendo y ascendiendo en años anteriores: AEBU, Rampla Universitario y Bigúa. Pero en el medio se metió un club añejo (70 años), de camiseta blanca y negra, que encontró el equilibrio entre juventud y experiencia en su plantel: Club Atlético Yaguarí.
“Salimos campeones porque tenemos un grupo muy lindo donde no importa quienes son lo 11 porque siempre van a tener el apoyo de todos los de afuera. Salimos a la cancha a pelear todos los partidos sabiendo que todos son ganables y eso lo demostramos durante el año. No miramos al rival y entramos a hacer nuestro juego y proponer”, explica Guillermo Eastman, jugador del equipo.
Yaguarí se terminó imponiendo por tres puntos a AEBU. Justamente contra los bancarios fueron los partidos más significativos del año. "Fue el rival que nos peleó el campeonato hasta el final", reconoce Eastman.
"El primer partido con ellos lo jugamos la última fecha de la primera ronda, ellos llegaban invictos y primeros. Terminamos ganado 2 a 1 y quedando primeros nosotros antes de arrancar la segunda ronda por el título. Arranca la segunda ronda y tenemos un empate y una derrota y se nos acercan otra vez, y en el tercer partidos nos volvemos a enfrentar. Otra vez ganamos, fue 4 a 0 y creo que eso nos demostró que teníamos equipo de sobra para ir por el campeonato y así se dio. Los siguientes partidos fueron todos triunfos hasta la última fecha”, recuerda.
Para Eastman fue difícil nombrar un once representantivo del año. Hubo mucha rotación, por ejemplo en el arco, donde tres jugadores pasaron por el puesto, pero la identidad de juego se mantiene.
“Yaguarí juega al estilo que lo definió desde siempre en los casi 70 años de historia. Somos un cuadro muy ordenado, que sabe cómo pararse adentro de una cancha. Tenemos una defensa sólida y fuerte y es muy difícil que nos hagan goles. Este año, no solo tuvimos la defensa menos vencida de la divisional, sino que también les tocó a 3 compañeros defender el arco y eso no influyó en el rendimiento. Y arriba tenemos jugadores terribles. Hay velocidad, potencia y técnica que les sobra para mandar algunas a guardar en los 90 minutos”.
El “Yagua” es uno de los equipos que más gente lleva todos los fines de semana, algunos se arriman por el parrillín donde se pica algo luego de los partidos. Otros, como el enano de jardín pintado con los colores del cuadro, cada vez van menos, pero lo importante es que uno puede jugar en Yaguarí casi toda la vida, ya que cuentan con sub 16, sub 18, sub 20, mayores y pre-senior.
"El grupo estuvo muy unido en todo momento, no solo a nivel del plantel, sino que siempre se acercó la familia a ver los partidos, gente de otras categorías siempre dijo presente, lo cual habla muy bien de todo esto ya que te muestra cierta identidad con el cuadro más allá que con tu propia categoría donde competís. Por poner un ejemplo, el último partido donde fuimos campeones había casi 200 personas mirando al Yaguarí, desde niños en brazos a veteranos de las primeras generaciones, pasando por el plantel que obtuvo el bicampeonato en el 97 y 98. Sinceramente emocionaba ver tanta gente reunida por un motivo exclusivo: Yaguarí", concluye Guillermo.