
Súper suplente
Repasamos la carrera de Ole Gunnar Solskjaer, el delantero que, siempre viniendo del banco, la rompió en Manchester United.

Foto: dailymail.co.uk
Ole Gunnar Solskjaer llegó a Manchester United previo al comienzo de la temporada 96-97, generando cierta incertidumbre en los hinchas del equipo inglés -que poco lo conocían- sobre su capacidad goleadora. El noruego había anotado 31 goles en 38 partidos para Molde, siendo ofrecido a varios equipos que se habían interesado por él.
Sobre fines de la temporada 95-96, el único equipo dispuesto a tomar el riesgo fue Manchester United, que pagó 1.5 millones de libras por el jugador.
El equipo inglés esperaba la llegada de Alan Shearer (que se terminaría yendo a Newcastle United por la cifra récord de 15 millones de libras), por lo que no se tenían muchas expectativas con el jugador noruego. Se esperaba simplemente que "comiera" banco por detrás de las figuras del equipo, Eric Cantona y Andy Cole.
Solskjaer debutó en la tercera fecha de la Premier League del 96 y anotó un gol seis minutos después de haber entrado a la cancha. Con ese gol empataría en dos el partido ante Blackburn Rovers, demostrando que podía ser útil para el equipo.
Esa temporada anotó 18 goles, la mayoría vienendo desde el banco de suplentes, siendo uno de los mejores delanteros de la liga y colaborando con el equipo a ganar su segunda Premier League consecutiva.
En la siguiente temporada bajó su producción, ya que solamente anotó 9 goles en 30 participaciones. Pero fue la temporada 98-99 la que definitivamente lo llevaría a la idolatría del equipo inglés. Ese año, el equipo dirigido por Alex Ferguson tuvo la mejor producción en su historia, ya que ganó la Premier League, la FA Cup y Champions League.
No solo por los goles Solskjaer se ganó las ovaciones de Old Trafford. A falta de 8 fechas para terminar la Premier League, Manchester peleaba mano a mano con Arsenal por el primer puesto. El United empataba 1 - 1 con Newcastle, y Ferguson mandó a la cancha al noruego para ver si podía anotar el gol ganador.
Esa tarde Solskjaer hizo una falta deliberada sobre Robert Lee, delantero del equipo rival, evitando que este se fuera mano a mano con el golero de Manchester United. De esta forma se ganó la roja directa, pero conservó el empate, que a la postre se transformó en victoria.
Mientras el noruego salía del campo de juego, el público lo ovacionaba por su devoción a la causa por encima de sus intereses personales, mientras que Beckham lo intentaba consolar.
Si esa tarde comenzaba a entrar en el corazón del hincha, sobre final de la temporada lograría un lugar defintivo en la historia del equipo, al ser fundamental en la final de la Champions League.
Los ingleses caían 1 - 0 frente a Bayern Munich, y Alex Ferguson, buscando por lo menos el empate, puso a Solsjkaer a falta de nueve minutos para el final.
Teddy Sheringham, que también había venido desde el banco, anotó el empate sobre el minuto 90. Y en la última jugada del partido, el noruego anotó el gol definitivo, en lo que fue una de las finales mas emocionantes de la historia.
Luego de esa temporada Solskjaer pasó varias temporadas siendo suplente, aunque igual se manejaba para ser importante para el equipo, anotando un promedio de 14 goles por temporada. En la 01-02 tuvo la posibilidad de ser titular y no defraudó: anotó 25 goles en 47 partidos.
Para la siguiente temporada (02-03), comenzó teniendo pocas oportunidades, ya que Ferguson jugaba con Ruud van Nistelrooy como único delantero. A mediados de temporada, gracias a una lesión de Beckham, alternó como mediocampista por derecha, mostrando que sabía de qué se trataba el fútbol mas alla del área rival.
Gracias a sus buenas actuaciones como mediocampista derecho, y las distintas opciones que había en ataque, Solskjaer quedó relegado a la posición de mediocampista suplente.
En el medio de la temporada 03-04 se lesionó el tobillo, y por más que volvió el mismo año, quedaó sentido y necesitado de una operación, que lo dejó afuera por la siguiente temporada.
Pudo regresar recén sobre finales del año 2005, en algunos partidos en la reserva y logrando hacerse un lugar como titular en partidos de la FA Cup. Cuando estaba tomando nuevamente ritmo, se volvió a lesionar. Esta vez sufrió un codazo de un jugador rival que le quebró la nariz.
Tras esa lesión se perdió el resto de la temporada, pero le permitió hacer una pretemporada cómodo para ponerse a punto, en lo que sería su último año como jugador.
El 23 de agosto de 2006 volvió a jugar por Premier League y anotó su primer gol luego de tres años de ausencia en las redes. Posteriormente tuvo varias participaciones en Champions League, llegando a la cifra de 11 goles en 32 partidos en esa temporada.
Sobre final de temporada volvió a resentirse del tobillo, quedando un mes al margen, pero al regresar y volver a lesionarse anunciaría su retiro del fútbol profesional. El 2 agosto del 2008 los hinchas le pudieron dar la despedida en un partido homenaje frente a Espanyol.
Alex Ferguson lo definía como un jugador de una gran paciencia, que nunca se quejaba de ser suplente y que invertía el tiempo estudiando las debilidades de los defensas rivales, para así estar más preparado cuando le tocara entrar a la cancha.
De esta forma fue aprovechando cada oportunidad en la cancha, y logró consolidar el récord de más goles como suplente en la historia de Manchester United.
Su mejor actuación la tuvo frente a Nottingham Forest, al cual le marcó 4 goles en doce minutos. Un delantero inteligente, que llegó a Inglaterra con poca prensa pero logró hacerse su lugar anotando con la camiseta roja 126 goles en 336 partidos.
Sobre fines de la temporada 95-96, el único equipo dispuesto a tomar el riesgo fue Manchester United, que pagó 1.5 millones de libras por el jugador.
El equipo inglés esperaba la llegada de Alan Shearer (que se terminaría yendo a Newcastle United por la cifra récord de 15 millones de libras), por lo que no se tenían muchas expectativas con el jugador noruego. Se esperaba simplemente que "comiera" banco por detrás de las figuras del equipo, Eric Cantona y Andy Cole.
Solskjaer debutó en la tercera fecha de la Premier League del 96 y anotó un gol seis minutos después de haber entrado a la cancha. Con ese gol empataría en dos el partido ante Blackburn Rovers, demostrando que podía ser útil para el equipo.
Esa temporada anotó 18 goles, la mayoría vienendo desde el banco de suplentes, siendo uno de los mejores delanteros de la liga y colaborando con el equipo a ganar su segunda Premier League consecutiva.
En la siguiente temporada bajó su producción, ya que solamente anotó 9 goles en 30 participaciones. Pero fue la temporada 98-99 la que definitivamente lo llevaría a la idolatría del equipo inglés. Ese año, el equipo dirigido por Alex Ferguson tuvo la mejor producción en su historia, ya que ganó la Premier League, la FA Cup y Champions League.
No solo por los goles Solskjaer se ganó las ovaciones de Old Trafford. A falta de 8 fechas para terminar la Premier League, Manchester peleaba mano a mano con Arsenal por el primer puesto. El United empataba 1 - 1 con Newcastle, y Ferguson mandó a la cancha al noruego para ver si podía anotar el gol ganador.
Esa tarde Solskjaer hizo una falta deliberada sobre Robert Lee, delantero del equipo rival, evitando que este se fuera mano a mano con el golero de Manchester United. De esta forma se ganó la roja directa, pero conservó el empate, que a la postre se transformó en victoria.
Mientras el noruego salía del campo de juego, el público lo ovacionaba por su devoción a la causa por encima de sus intereses personales, mientras que Beckham lo intentaba consolar.
Si esa tarde comenzaba a entrar en el corazón del hincha, sobre final de la temporada lograría un lugar defintivo en la historia del equipo, al ser fundamental en la final de la Champions League.
Los ingleses caían 1 - 0 frente a Bayern Munich, y Alex Ferguson, buscando por lo menos el empate, puso a Solsjkaer a falta de nueve minutos para el final.
Teddy Sheringham, que también había venido desde el banco, anotó el empate sobre el minuto 90. Y en la última jugada del partido, el noruego anotó el gol definitivo, en lo que fue una de las finales mas emocionantes de la historia.
Luego de esa temporada Solskjaer pasó varias temporadas siendo suplente, aunque igual se manejaba para ser importante para el equipo, anotando un promedio de 14 goles por temporada. En la 01-02 tuvo la posibilidad de ser titular y no defraudó: anotó 25 goles en 47 partidos.
Para la siguiente temporada (02-03), comenzó teniendo pocas oportunidades, ya que Ferguson jugaba con Ruud van Nistelrooy como único delantero. A mediados de temporada, gracias a una lesión de Beckham, alternó como mediocampista por derecha, mostrando que sabía de qué se trataba el fútbol mas alla del área rival.
Gracias a sus buenas actuaciones como mediocampista derecho, y las distintas opciones que había en ataque, Solskjaer quedó relegado a la posición de mediocampista suplente.
En el medio de la temporada 03-04 se lesionó el tobillo, y por más que volvió el mismo año, quedaó sentido y necesitado de una operación, que lo dejó afuera por la siguiente temporada.
Pudo regresar recén sobre finales del año 2005, en algunos partidos en la reserva y logrando hacerse un lugar como titular en partidos de la FA Cup. Cuando estaba tomando nuevamente ritmo, se volvió a lesionar. Esta vez sufrió un codazo de un jugador rival que le quebró la nariz.
Tras esa lesión se perdió el resto de la temporada, pero le permitió hacer una pretemporada cómodo para ponerse a punto, en lo que sería su último año como jugador.
El 23 de agosto de 2006 volvió a jugar por Premier League y anotó su primer gol luego de tres años de ausencia en las redes. Posteriormente tuvo varias participaciones en Champions League, llegando a la cifra de 11 goles en 32 partidos en esa temporada.
Sobre final de temporada volvió a resentirse del tobillo, quedando un mes al margen, pero al regresar y volver a lesionarse anunciaría su retiro del fútbol profesional. El 2 agosto del 2008 los hinchas le pudieron dar la despedida en un partido homenaje frente a Espanyol.
Alex Ferguson lo definía como un jugador de una gran paciencia, que nunca se quejaba de ser suplente y que invertía el tiempo estudiando las debilidades de los defensas rivales, para así estar más preparado cuando le tocara entrar a la cancha.
De esta forma fue aprovechando cada oportunidad en la cancha, y logró consolidar el récord de más goles como suplente en la historia de Manchester United.
Su mejor actuación la tuvo frente a Nottingham Forest, al cual le marcó 4 goles en doce minutos. Un delantero inteligente, que llegó a Inglaterra con poca prensa pero logró hacerse su lugar anotando con la camiseta roja 126 goles en 336 partidos.