Hace un tiempo les mostrábamos la emocionante historia de la creación de un equipo de fútbol en Tailandia, en el que los niños de un pequeño pueblo superaron todo tipo de adversidades y crearon una cancha flotante para poder jugar al fútbol.
 
Hoy, el deporte nuevamente nos pone enfrente una historia increíble, de esas que vale la pena compartir para tratar de seguir el ejemplo. En este caso, el fútbol le da paso al surf y la pelota se cambia por una tabla.
 
El protagonista es Israel “Izzy” Paskowitz, un exsurfista profesional que vio cómo su vida cambió por completo tras el nacimiento de sus hijos. Uno de ellos es autista lo que lo motivó a trabajar para ayudar a niños con esta enfermedad, tomando el surf como medio para hacerlo.
 
No vale la pena seguir escribiendo para explicar cómo hizo (y hace) para ayudar mediante su fundación Surfers Healing. Mejor te dejamos el video para que conozcas esta emocionante historia: