Ese grito final, ¿fue el grito de desahogo de once fechas?
 
Creo que sí. Ha sido bastante estresante para nosotros, hemos sufrido. Nos habíamos ganado el cariño de la gente y después lo perdimos un poco. Pero bueno, hoy fue la muestra de que estamos vivos, que queremos jugar playoffs, que queremos ganar este campeonato y dejar todo en cada partido.
 
Parecía que se repetía la historia: un buen arranque en el partido y decayendo sobre el final. ¿Pesaba la presión de la serie de drrotas consecutivas?
 
Necesitábamos ganar. Cuando perdés a veces no encontrás el rumbo, empezás a desconfiar de vos mismo, empezás a dejar de creer. Pero ganamos, y eso nos ayuda a creer en nosotros mismos, a seguir adelante para liquidar la serie el lunes. Olimpia es un cuadro parejo; creo que si nos vemos de tú a tú tenemos buenos jugadores los dos, pero por algo nosotros temrinamos entre los ocho mejores y ellos quedaron abajo. Queremos  demostrar por qué quedamos entre los ocho.
 
Había que cortar la racha como fuera; hoy no se jugó quizá el básquet más vistoso. Pensando en la clasificación a cuartos, más allá del próximo partido ante Olimpia, ¿Goes tiene con qué pelearle a Malvín?
 
Primero quiero ganar el lunes, y después vemos. Hemos hecho buenos partidos frente a Malvín; es un cuadrazo, pero no está muerto quien pelea. Nosotros tenemos mucha fe; primero queremos ganar esta serie para tomar confianza y jugar en el palacio al mejor de cinco contra Malvín, un equipazo, pero si logramos tener la regularidad que tuvimos al principio de la Liga creo que tenemos serias chances.
 
¿Cómo estás del ojo? Hoy jugaste con uno solo casi…
 
Jugué con un ojo pero ta, tenía que estar. Era importante para mí y para mis compañeros, y por suerte al final se me dieron las cosas, que realmente no se me venían dando. Es una alegaría enorme, un desahogo tremendo.