20 años es demasiado
Este 1° de mayo se cumplen 20 años del suceso que quedó marcado a fuego en los corazones de los fanáticos de la Fórmula 1, la muerte de Ayrton Senna.
Foto: @TeamMcLaren
Para el lector promedio el 1° de mayo probablemente signifique un feriado más que recuerda el inicio de los sucesos de Haymarket en los que los trabajadores reivindicaban su derecho a jornadas laborales de ocho horas. Para los fanáticos de la F1 y, en especial, de la figura de Ayrton Senna, este día lo tenemos marcado a fuego en nuestros corazones desde 1994.
Hace 20 años, durante la séptima vuelta del Gran Premio de San Marino, en la curva de Tamburello del circuito de Ímola, el brasileño perdía el control de su Rothmans Williams Renault y chocaba contra el muro que delimitaba la pista a una velocidad de 210 km/h.
Unas horas después del accidente se confirmaba que fallecía debido a las graves lesiones que había sufrido en su cabeza. Su muerte dio un cierre trágico a un fin de semana fatal: en la tanda del viernes Rubens Barrichello había perdido el control de su Jordan salvándose de milagro y en la clasificación del sábado Roland Ratzenberger se accidentó con su Simtek y perdió la vida.
Todos estos insucesos derivaron en cambios drásticos en lo que respecta a medidas de seguridad en la F1 y, en consecuencia, en la industria automotriz. Eso se ve reflejado en las estadísticas de accidentes de la máxima categoría: desde 1994 no ha muerto otro piloto en pista a pesar de graves accidentes (Schumacher en Inglaterra '99, Kubica en Canadá '07, Massa en Hungría '09 por dar tres ejemplos concretos).
Luego de esta introducción parece una ocasión ideal para recordar dos actuaciones que hicieron de Ayrton lo que es para muchos: el mejor piloto de F1 de la historia. En primer lugar una carrera de su primer temporada en la máxima categoría: Gran Premio de Mónaco 1984.
En dicha ocasión Ayrton, con un auto de mitad de tabla para abajo y largando 13°, logra un histórico segundo puesto. Esa carrera fue crucial para el transcurso del campeonato: la dirección de la misma decidió suspenderla por las malas condiciones de visibilidad (eso dicen) y otorgó la mitad de los puntos.
Por ese motivo Alain Prost consigue 4,5 puntos en lugar de los 6 que hubiera obtenido si finalizaba. Al final del campeonato Prost pierde la corona mundial por medio punto.
En segundo lugar, en palabras de Martin Brundle, “la demostración de lo que era Senna en 45 segundos”: Gran Premio de Europa 1993.
De nuevo Senna en un auto inferior ya que McLaren en ese año no estaba motorizado por Honda sino que por Ford. Además era el segundo año en que Williams estaba usando la electrónica brindada por Renault y que hacía que sus autos fueran los mejores de la parrilla. Podrán ver que, a pesar de todo esto, Ayrton, en una sola vuelta, pasa del 5° lugar al 1° sin despeinarse y en piso mojado.
Hay varias carreras épicas más del paulista (por ejemplo Brasil '91, que terminó la carrera con un solo cambio y declarando que cuando bajó sufría de espasmos musculares debido a lo duro de manejar en esas condiciones), pero la lista se haría interminable. Este humilde servidor piensa que no existirá otro Senna, como él solo uno. Gracias por haber existido, simplemente gracias.
Hace 20 años, durante la séptima vuelta del Gran Premio de San Marino, en la curva de Tamburello del circuito de Ímola, el brasileño perdía el control de su Rothmans Williams Renault y chocaba contra el muro que delimitaba la pista a una velocidad de 210 km/h.
Unas horas después del accidente se confirmaba que fallecía debido a las graves lesiones que había sufrido en su cabeza. Su muerte dio un cierre trágico a un fin de semana fatal: en la tanda del viernes Rubens Barrichello había perdido el control de su Jordan salvándose de milagro y en la clasificación del sábado Roland Ratzenberger se accidentó con su Simtek y perdió la vida.
Todos estos insucesos derivaron en cambios drásticos en lo que respecta a medidas de seguridad en la F1 y, en consecuencia, en la industria automotriz. Eso se ve reflejado en las estadísticas de accidentes de la máxima categoría: desde 1994 no ha muerto otro piloto en pista a pesar de graves accidentes (Schumacher en Inglaterra '99, Kubica en Canadá '07, Massa en Hungría '09 por dar tres ejemplos concretos).
Luego de esta introducción parece una ocasión ideal para recordar dos actuaciones que hicieron de Ayrton lo que es para muchos: el mejor piloto de F1 de la historia. En primer lugar una carrera de su primer temporada en la máxima categoría: Gran Premio de Mónaco 1984.
En dicha ocasión Ayrton, con un auto de mitad de tabla para abajo y largando 13°, logra un histórico segundo puesto. Esa carrera fue crucial para el transcurso del campeonato: la dirección de la misma decidió suspenderla por las malas condiciones de visibilidad (eso dicen) y otorgó la mitad de los puntos.
Por ese motivo Alain Prost consigue 4,5 puntos en lugar de los 6 que hubiera obtenido si finalizaba. Al final del campeonato Prost pierde la corona mundial por medio punto.
En segundo lugar, en palabras de Martin Brundle, “la demostración de lo que era Senna en 45 segundos”: Gran Premio de Europa 1993.
De nuevo Senna en un auto inferior ya que McLaren en ese año no estaba motorizado por Honda sino que por Ford. Además era el segundo año en que Williams estaba usando la electrónica brindada por Renault y que hacía que sus autos fueran los mejores de la parrilla. Podrán ver que, a pesar de todo esto, Ayrton, en una sola vuelta, pasa del 5° lugar al 1° sin despeinarse y en piso mojado.
Hay varias carreras épicas más del paulista (por ejemplo Brasil '91, que terminó la carrera con un solo cambio y declarando que cuando bajó sufría de espasmos musculares debido a lo duro de manejar en esas condiciones), pero la lista se haría interminable. Este humilde servidor piensa que no existirá otro Senna, como él solo uno. Gracias por haber existido, simplemente gracias.