El que habla cuando hablan las estrellas
Martín Tanco es un uruguayo que trabaja como traductor en Inglaterra. PDA lo entrevistó para que cuente su historia y algunas anécdotas.
Martín Tanco con Eden Hazard
Muchas veces hemos visto conferencias de prensa donde a los jugadores los acompañan traductores para interactuar con los periodistas. O cómo no recordar aquellas declaraciones de Tévez cuando salió campeón con Manchester United, cuando lo agarraron a nivel de cancha y el "Apache" tuvo que recurrir al poco inglés que conocía.
Desde hace unos años, la Premier League recibe como nunca antes a jugadores de habla hispana o portuguesa. Y si su destino es un equipo de Londres, tienen grandes chances de encontrarse con un uruguayo.
A Martín Tanco el fútbol y la vida, en ese orden, lo han llevado a vivir en Inglaterra y trabajar de traductor, pero sus clientes son bastantes específicos. PDA te invita a conocer a el que habla cuando hablan las estrellas.
¿De qué trabajas?
Trabajo para una empresa que se dedica exclusivamente a brindar servicios de “intérpretes de fútbol”. Estamos afiliados a la Premier League (FA) y a la Champions League (UEFA). Un interprete de fútbol es una persona que habla el idioma del jugador o del entrenador (en mi caso español y portugués, además del inglés) y que además tiene un amplio conocimiento del mundo del fútbol en general, del juego, de los futbolistas, y del lenguaje futbolístico.
Obviamente este rol implica hacer todo tipo de traducciones con diferentes medios, entre ellos los canales que pasan el futbol como Sky Sports, BT Sports, ITV Sports, la BBC y los canales privados que cada club tiene, por ejemplo Chelsea TV.
¿Qué hacías en Uruguay?
En Uruguay, como todos, siempre quise jugar al fútbol, pero la verdad es que no tenía el nivel necesario para jugar profesionalmente y poder hacer dinero. Sí jugué en divisiones juveniles y cuando me di cuenta -bastante tarde ya- me fui a Estados Unidos a probar suerte. Logré una beca de fútbol, jugué en una universidad, estudié un poco -más que nada para poder jugar al fútbol- y hasta me di el lujo de jugar en un equipo profesional después, en una liga menor debajo de la MLS.
De vuelta en Uruguay, conseguí un trabajo en una empresa americana. Ganaba bien, pero odiaba la oficina, quería estar en algo relacionado al fútbol. Me vinculé con varios empresarios, intenté hacer mil cosas, incluso me di el lujo de hacer unos pases muy pero muy chiquitos.
Hasta que después de un par de años en la vuelta me di cuenta que me tenía que abrir y buscarme mi propio camino, porque en Uruguay es complicado y si no jugás en el cuadro de los vivos terminás siempre mirando la fiambrera, y yo como ni jugué profesionalmente ni soy del “ambiente” no tenía lugar.
¿Cómo llegaste a Inglaterra?
Primero me fui a España, llegué con las mejores intenciones y toda la experiencia que traía de años intentando trabajar en el fútbol, y me vinculé con empresarios y jugadores, pero la suerte no me ayudó.
Me encontré con una España en crisis. Si bien había mucho trabajo, no era lo que yo quería hacer. Se vive bien, el clima es bueno y la gente es excelente, pero me di cuenta que lo mío para desarrollarme profesionalmente no era ahí.
Me encanta España y hoy puedo darme el lujo de ir de vacaciones en verano y cortar el frío de Inglaterra, pero yo decidí instalarme en Inglaterra, y lo tenía muy claro. Sabía a qué venía, no era fácil, venía solo, pero bueno, es la mejor liga del mundo, dominaba el idioma, tenía varios amigos, ya había estado de visita, me gustaba la cultura, la música y sabía que era solo cuestión de tiempo y que, de poder soportar el clima, se me tenía que dar.
¿Qué tareas implica tu trabajo?
Trabajo cubriendo partidos en vivo de la Premier para la televisión. Me envían cuando quieren entrevistar en la previa a algún futbolista extranjero que hable mis idiomas y no esté todavía preparado para hablar en inglés por televisión en vivo.
He hecho previas a nivel de campo con Coutinho, Ramires, Oscar, Amorebieta. Esto es lo más divertido del trabajo, ir al estadio y estar con acceso de prensa a nivel de campo. La previa son tres preguntas, 5 minutos, y después te quedas a ver el partido en caso que tu futbolista salga figura de la cancha y haya que hacer una entrevista posterior al partido.
Otra cosa que hago es ir a los campos de entrenamiento de diferentes clubes, según me mandan, para hacer las conferencias de prensa esas que salen en las noticias. He trabajado con Amorebieta en Fulham, con los muchachos de West Ham (el español Adrián y el colombiano Armero).
Es básicamente una rueda de prensa para la televisión. Los periodistas preguntan en inglés, yo le pregunto al futbolista en español o portugués, y después que responde le respondo a los periodistas en inglés.
Otra cosa que hacemos en la empresa es estar con un futbolista o entrenador asignado las 24 horas. El intérprete de Mauricio Pochettino, por ejemplo, es compañero de trabajo mío. El de Pepe Mel también. Ellos no solo hacen las conferencias de prensa, sino que en algunos casos están en los entrenamientos o hasta sentados en el banco en los partidos transmitiendo las indicaciones que da el entrenador.
Otra cosa que hacemos es dar clases particulares de inglés de términos específicos de fútbol a jugadores. Mi jefe trabaja con los muchachos brasileños de Chelsea (Ramires y Willian), y también supo trabajar con Capello cuando dirigió acá.
Yo hace poco fui contratado por Chelsea para darle clases de idioma español (terminología de fútbol) al ayudante de campo de Mourinho, Steve Holland. Quizás en breve se lo escuche gritando al mejor estilo Ribas, la segunda pelota (risas).
¿Con qué jugador te llevás mejor impresión?
Durante este tiempo he tenido la oportunidad de trabajar y conocer a muchos, debido a la gran cantidad de sudamericanos y españoles vinculados a la Premier. Por lo general cuando uno tiene la oportunidad de dialogar extensamente, previo a la entrevista o después, se encuentra con profesionales de alto nivel que a su vez son gente humilde, sencilla y encantadora.
Es muy difícil quedarse con uno en particular porque sería injusto. Pero si tuviese que destacar una de ellas, quizás porque no me lo imaginaba así, fue John Terry, el capitán de Chelsea. Un tipo sencillo, muy alegre, bromista y a su vez con una personalidad, un carisma y liderazgo propio de un capitán de estas latitudes.
¿Alguna anécdota del día a día?
Cuando trabajé en el partido entre el West Brom de Diego Lugano y el Liverpool de Luis Suárez, me tocó hacer la nota previa en zona de vestuarios con el brasileño Coutinho de Liverpool para Sky Sports.
En el momento que estoy en cámara en vivo traduciendo de portugués a ingles lo que hablaba Coutinho, aparece Diego Lugano y se para ahí afuera del vestuario de los árbitros. Cuando terminamos la nota le pega un grito en portugués a Coutinho, que volvía al vestuario a cambiarse, pidiéndole que llame a Luis Suárez.
Él nunca imagino que yo sería uruguayo, y en ese momento le digo "¿Qué pasa Tota, todo bien?" y le muestro la cédula que tenía en el bolsillo. Se sorprendió muchísimo, la verdad que su reacción fue alucinante, se puso re contento, se empezó a reír,
“¿Sos uruguayo? Pa, qué bueno, loco”, me dijo. Vino y me dio un abrazo, me recibió impresionante. Es tremendo tipo y se puso realmente contento de encontrarse con un uruguayo. Después apareció Suárez y se quedaron mateando y charlando largo y tendido entre ellos.
Lo más gracioso del cuento, y que hasta el propio Lugano se reía, es que los compañeros suyos de West Brom le habían dado una bolsa con varias camisetas de Liverpool de Suárez para amigos y familiares, y lo mandaron a Lugano a pedirle que Luis se las firmara.
¿Qué imagen tienen los ingleses de Uruguay y sus futbolistas?
Sinceramente, la mejor. Nos ven con admiración y como una potencia, una nación propia de fútbol. No pueden entender como un país con tan poca población haya dado al mundo tantos futbolistas y como una selección así pueda jugarle de igual a igual a los más poderosos.
A lo que yo siempre respondo que al menos con este último proceso de selección se logró la unidad total por mérito de un gran entrenador que tenemos y de este grupo. Hay que tener en cuenta que acá no hay sentido de unidad ni de selección. Los ingleses son muy pero muy futboleros pero no les interesa la selección, ellos son hinchas de los equipos de su ciudad o barrio.
Los ingleses conocen a todos nuestros futbolistas, ya sea los que actúan acá o en ligas como Italia o España y Portugal. Sobre los que han pasado por acá cuando llegue a Manchester, me di cuenta que Diego Forlán es ídolo total en el United. Quizás no haya tenido el brillo que tuvo después en Villareal o Atlético Madrid, pero lo adoran, lo recuerdan con muchísimo cariño. Siempre quedó eso como que fue una lástima que se fue pero que se alegran porque le haya ido bien y en el Mundial muchos hinchas del Manchester miraban a Uruguay para verlo.
A Diego lo recuerdan por sus goles clásicos a Liverpool y hasta hoy en día cantan su canción en las tribunas. Gustavo Poyet, o Gus como le dicen acá, es sumamente respetado y querido, lo recuerdan como un gran jugador tanto en Chelsea como en Tottenham.
Luis Suárez se ha ganado a propios y ajenos a base a goles, esfuerzo, sacrificio y humildad. La pasó mal al principio, lo mataron, le dieron mucha mala prensa, pero hoy en día los dio vuelta, hoy es reconocido y por méritos propios como el mejor futbolista por destrozo.
Lo dicen los periodistas, lo dicen los técnicos, lo dicen los otros futbolistas y lo dice la gente en la calle, y hasta lo dicen los hinchas del Manchester: “no me lo banco pero es el mejor delantero que hay”.
Cuando digo que soy uruguayo, enseguida me dicen: “Pa, nos van a pasar por arriba, Suárez nos va a hacer tres goles en el Mundial”. Hay como un miedo y respeto acá en la gente. Uruguay y Suárez son el cuco total y absoluto, ellos nos dan como favoritos a pasar el grupo primeros.
Desde hace unos años, la Premier League recibe como nunca antes a jugadores de habla hispana o portuguesa. Y si su destino es un equipo de Londres, tienen grandes chances de encontrarse con un uruguayo.
A Martín Tanco el fútbol y la vida, en ese orden, lo han llevado a vivir en Inglaterra y trabajar de traductor, pero sus clientes son bastantes específicos. PDA te invita a conocer a el que habla cuando hablan las estrellas.
¿De qué trabajas?
Trabajo para una empresa que se dedica exclusivamente a brindar servicios de “intérpretes de fútbol”. Estamos afiliados a la Premier League (FA) y a la Champions League (UEFA). Un interprete de fútbol es una persona que habla el idioma del jugador o del entrenador (en mi caso español y portugués, además del inglés) y que además tiene un amplio conocimiento del mundo del fútbol en general, del juego, de los futbolistas, y del lenguaje futbolístico.
Obviamente este rol implica hacer todo tipo de traducciones con diferentes medios, entre ellos los canales que pasan el futbol como Sky Sports, BT Sports, ITV Sports, la BBC y los canales privados que cada club tiene, por ejemplo Chelsea TV.
¿Qué hacías en Uruguay?
En Uruguay, como todos, siempre quise jugar al fútbol, pero la verdad es que no tenía el nivel necesario para jugar profesionalmente y poder hacer dinero. Sí jugué en divisiones juveniles y cuando me di cuenta -bastante tarde ya- me fui a Estados Unidos a probar suerte. Logré una beca de fútbol, jugué en una universidad, estudié un poco -más que nada para poder jugar al fútbol- y hasta me di el lujo de jugar en un equipo profesional después, en una liga menor debajo de la MLS.
De vuelta en Uruguay, conseguí un trabajo en una empresa americana. Ganaba bien, pero odiaba la oficina, quería estar en algo relacionado al fútbol. Me vinculé con varios empresarios, intenté hacer mil cosas, incluso me di el lujo de hacer unos pases muy pero muy chiquitos.
Hasta que después de un par de años en la vuelta me di cuenta que me tenía que abrir y buscarme mi propio camino, porque en Uruguay es complicado y si no jugás en el cuadro de los vivos terminás siempre mirando la fiambrera, y yo como ni jugué profesionalmente ni soy del “ambiente” no tenía lugar.
¿Cómo llegaste a Inglaterra?
Primero me fui a España, llegué con las mejores intenciones y toda la experiencia que traía de años intentando trabajar en el fútbol, y me vinculé con empresarios y jugadores, pero la suerte no me ayudó.
Me encontré con una España en crisis. Si bien había mucho trabajo, no era lo que yo quería hacer. Se vive bien, el clima es bueno y la gente es excelente, pero me di cuenta que lo mío para desarrollarme profesionalmente no era ahí.
Me encanta España y hoy puedo darme el lujo de ir de vacaciones en verano y cortar el frío de Inglaterra, pero yo decidí instalarme en Inglaterra, y lo tenía muy claro. Sabía a qué venía, no era fácil, venía solo, pero bueno, es la mejor liga del mundo, dominaba el idioma, tenía varios amigos, ya había estado de visita, me gustaba la cultura, la música y sabía que era solo cuestión de tiempo y que, de poder soportar el clima, se me tenía que dar.
¿Qué tareas implica tu trabajo?
Trabajo cubriendo partidos en vivo de la Premier para la televisión. Me envían cuando quieren entrevistar en la previa a algún futbolista extranjero que hable mis idiomas y no esté todavía preparado para hablar en inglés por televisión en vivo.
He hecho previas a nivel de campo con Coutinho, Ramires, Oscar, Amorebieta. Esto es lo más divertido del trabajo, ir al estadio y estar con acceso de prensa a nivel de campo. La previa son tres preguntas, 5 minutos, y después te quedas a ver el partido en caso que tu futbolista salga figura de la cancha y haya que hacer una entrevista posterior al partido.
Otra cosa que hago es ir a los campos de entrenamiento de diferentes clubes, según me mandan, para hacer las conferencias de prensa esas que salen en las noticias. He trabajado con Amorebieta en Fulham, con los muchachos de West Ham (el español Adrián y el colombiano Armero).
Es básicamente una rueda de prensa para la televisión. Los periodistas preguntan en inglés, yo le pregunto al futbolista en español o portugués, y después que responde le respondo a los periodistas en inglés.
Otra cosa que hacemos en la empresa es estar con un futbolista o entrenador asignado las 24 horas. El intérprete de Mauricio Pochettino, por ejemplo, es compañero de trabajo mío. El de Pepe Mel también. Ellos no solo hacen las conferencias de prensa, sino que en algunos casos están en los entrenamientos o hasta sentados en el banco en los partidos transmitiendo las indicaciones que da el entrenador.
Otra cosa que hacemos es dar clases particulares de inglés de términos específicos de fútbol a jugadores. Mi jefe trabaja con los muchachos brasileños de Chelsea (Ramires y Willian), y también supo trabajar con Capello cuando dirigió acá.
Yo hace poco fui contratado por Chelsea para darle clases de idioma español (terminología de fútbol) al ayudante de campo de Mourinho, Steve Holland. Quizás en breve se lo escuche gritando al mejor estilo Ribas, la segunda pelota (risas).
¿Con qué jugador te llevás mejor impresión?
Durante este tiempo he tenido la oportunidad de trabajar y conocer a muchos, debido a la gran cantidad de sudamericanos y españoles vinculados a la Premier. Por lo general cuando uno tiene la oportunidad de dialogar extensamente, previo a la entrevista o después, se encuentra con profesionales de alto nivel que a su vez son gente humilde, sencilla y encantadora.
Es muy difícil quedarse con uno en particular porque sería injusto. Pero si tuviese que destacar una de ellas, quizás porque no me lo imaginaba así, fue John Terry, el capitán de Chelsea. Un tipo sencillo, muy alegre, bromista y a su vez con una personalidad, un carisma y liderazgo propio de un capitán de estas latitudes.
¿Alguna anécdota del día a día?
Cuando trabajé en el partido entre el West Brom de Diego Lugano y el Liverpool de Luis Suárez, me tocó hacer la nota previa en zona de vestuarios con el brasileño Coutinho de Liverpool para Sky Sports.
En el momento que estoy en cámara en vivo traduciendo de portugués a ingles lo que hablaba Coutinho, aparece Diego Lugano y se para ahí afuera del vestuario de los árbitros. Cuando terminamos la nota le pega un grito en portugués a Coutinho, que volvía al vestuario a cambiarse, pidiéndole que llame a Luis Suárez.
Él nunca imagino que yo sería uruguayo, y en ese momento le digo "¿Qué pasa Tota, todo bien?" y le muestro la cédula que tenía en el bolsillo. Se sorprendió muchísimo, la verdad que su reacción fue alucinante, se puso re contento, se empezó a reír,
“¿Sos uruguayo? Pa, qué bueno, loco”, me dijo. Vino y me dio un abrazo, me recibió impresionante. Es tremendo tipo y se puso realmente contento de encontrarse con un uruguayo. Después apareció Suárez y se quedaron mateando y charlando largo y tendido entre ellos.
Lo más gracioso del cuento, y que hasta el propio Lugano se reía, es que los compañeros suyos de West Brom le habían dado una bolsa con varias camisetas de Liverpool de Suárez para amigos y familiares, y lo mandaron a Lugano a pedirle que Luis se las firmara.
¿Qué imagen tienen los ingleses de Uruguay y sus futbolistas?
Sinceramente, la mejor. Nos ven con admiración y como una potencia, una nación propia de fútbol. No pueden entender como un país con tan poca población haya dado al mundo tantos futbolistas y como una selección así pueda jugarle de igual a igual a los más poderosos.
A lo que yo siempre respondo que al menos con este último proceso de selección se logró la unidad total por mérito de un gran entrenador que tenemos y de este grupo. Hay que tener en cuenta que acá no hay sentido de unidad ni de selección. Los ingleses son muy pero muy futboleros pero no les interesa la selección, ellos son hinchas de los equipos de su ciudad o barrio.
Los ingleses conocen a todos nuestros futbolistas, ya sea los que actúan acá o en ligas como Italia o España y Portugal. Sobre los que han pasado por acá cuando llegue a Manchester, me di cuenta que Diego Forlán es ídolo total en el United. Quizás no haya tenido el brillo que tuvo después en Villareal o Atlético Madrid, pero lo adoran, lo recuerdan con muchísimo cariño. Siempre quedó eso como que fue una lástima que se fue pero que se alegran porque le haya ido bien y en el Mundial muchos hinchas del Manchester miraban a Uruguay para verlo.
A Diego lo recuerdan por sus goles clásicos a Liverpool y hasta hoy en día cantan su canción en las tribunas. Gustavo Poyet, o Gus como le dicen acá, es sumamente respetado y querido, lo recuerdan como un gran jugador tanto en Chelsea como en Tottenham.
Luis Suárez se ha ganado a propios y ajenos a base a goles, esfuerzo, sacrificio y humildad. La pasó mal al principio, lo mataron, le dieron mucha mala prensa, pero hoy en día los dio vuelta, hoy es reconocido y por méritos propios como el mejor futbolista por destrozo.
Lo dicen los periodistas, lo dicen los técnicos, lo dicen los otros futbolistas y lo dice la gente en la calle, y hasta lo dicen los hinchas del Manchester: “no me lo banco pero es el mejor delantero que hay”.
Cuando digo que soy uruguayo, enseguida me dicen: “Pa, nos van a pasar por arriba, Suárez nos va a hacer tres goles en el Mundial”. Hay como un miedo y respeto acá en la gente. Uruguay y Suárez son el cuco total y absoluto, ellos nos dan como favoritos a pasar el grupo primeros.