Ataques de los favoritos, una fuga que prosperó y de la que salió el ganador de la etapa, caídas y un final exquisito. La novena jornada del Giro de Italia tuvo absolutamente de todo. Cadel Evans sigue como líder, pero hubo cambios entre los top 10 de la general.

El domingo pegó bien en los corredores del pelotón que vieron como los habitantes del pequeño pueblo de Sestola salían a las calles para recibirlos en la meta a más de 600 metros de altura.

Para los amantes del ciclismo, el final de la etapa (en un puerto de segunda categoría) fue técnicamente impecable. La fuga del día estuvo protagonizada por varios ciclistas, siendo David Tanner (Belkin) uno de los grandes protagonistas al correr en solitario por un buen tramo, pero solo dos lograron pelear por la victoria. Davide Malacarne (Europcar) y Pieter Weening (Orica Green-Edge) llegaron a los últimos 500 metros con una ventaja de un minuto sobre sus perseguidores.

La etapa se definía entre ellos dos, por lo que empezó un juego de velocidades entre ambos para ver quién atacaba primero y quién podía llevarse la victoria. A falta de 300 metros, fue el corredor de Europcar el que decidió salir en busca del premio, pero su rival de fuga se mostró más fuerte y, aprovechando su rueda, fue el primero en cruzar la meta. Su tiempo fue de 4 horas 25 minutos 51 segundos.

Atrás venía como un tren Domenico Pozzovivo (AG2R La Mondiale), que había atacado a los favoritos abriendo una pequeña brecha de medio minuto para terminar en la tercera posición del día. Gracias a esto, escaló algunos lugares en la general quedando cuarto.

Cadel Evans (BMC) sigue liderando la tabla a 57’ de Rigoberto Uran (Omega Pharma-QuickStep) y a 1:10 de Rafal Majka (Tinkoff Saxo).

Este lunes será día de descanso para el pelotón, que irá el martes desde Modena a Salsomaggiore Terme en una etapa llana, especial para los sprinters.