Querer es poder
Conocé la historia de Willis Reed, el pivot de los Knicks que jugó lesionado una final de la NBA y fue elegido MVP.
Foto: espn.go.com
La leyenda cuenta que el Cid Campeador, general de la resistencia española ante los árabes, fue herido de muerte por una flecha durante la defensa de Valencia, produciendo una baja más que importante para el ejército que el lideraba.
En su lecho de muerte, ordenó que se lo embalsamara y lo pusieran arriba de su caballo para de manera simbólica liderar su ejército, generando el desconcierto de sus enemigos, que confiaban que sin el general tomarían la ciudad con facilidad.
No fue una herida tan terrible como para producir la muerte, pero en el quinto juego de las finales de la NBA de 1970, el pivot de los New York Knicks, Willis Reed, se lesionó en uno de sus muslos y tuvo que salir del partido.
De producirse la marginación del jugador de las dos posibles siguientes finales, la prensa especializada confiaba en una victoria de Los Ángeles Lakers, ya que el lesionado era el único capaz de contener a Wilt Chamberlain.
Si como muestra basta un botón, en el sexto juego Chamberlain, el pivot de los Lakers, anotó 45 puntos y lideró a su equipo a una victoria que obligó un séptimo encuentro.
Como nadie se quiere perder un partido de estas características, las dudas sobre la inclusión de Willis Reed en el equipo estaban instaladas. Aunque la mayoría daba por hecho que no iba a ser tenido en cuenta, ya que no contaba con el tiempo suficiente para recuperarse.
Parecía que era una señal de lo que iba a pasar en el futuro, cuando el jugador no fue incluido en los ejercicios pre competitivos. Mientras sus compañeros se preparaban para jugar el partido de manera tradicional, el pivot de los Knicks hacía lo que podía.
En el vestuario, conteniendo el dolor que sufría en la pierna, recibió por parte de médicos varias inyecciones que le permitieron aliviar su sufrimiento por un tiempo.
Cuando estaba todo listo para comenzar el partido, el jugador irrumpió demostrando que estaba totalmente listo para jugar. El desconcierto era total. Por un lado los jugadores de los Lakers no lo podían creer, mientras que el público local comenzó a cantar eufóricamente, cada vez más fuerte.
En el salto incial, Reed le ganó a Chamberlain, marcando la cancha y provocando el primer doble para New York.
Obviamente los milagros en la vida no existen, y la estadía en la cancha del jugador fue muy poca, pero sirvió para inspirar a sus compañeros. Lesionado y todo, anotó cuatro puntos y ayudó a que su equipo venciera a los Lakers y se coronara campeón de la NBA.
Más tarde el jugador declaró a la prensa: "Quería jugar. Era por un campeonato, y esos momentos en la vida pasan solo una vez. No quería mirar a mí mismo en un espejo 20 años después y pensar que me hubiera gustado intentar jugar".
Reed fue elegido el MVP de la final, cerrando una año perfecto,en la que además logró el MVP de la temporada y el título de campeón, siendo el primer jugador en la historia en obtener esos premios en una misma temporada.
En su lecho de muerte, ordenó que se lo embalsamara y lo pusieran arriba de su caballo para de manera simbólica liderar su ejército, generando el desconcierto de sus enemigos, que confiaban que sin el general tomarían la ciudad con facilidad.
No fue una herida tan terrible como para producir la muerte, pero en el quinto juego de las finales de la NBA de 1970, el pivot de los New York Knicks, Willis Reed, se lesionó en uno de sus muslos y tuvo que salir del partido.
De producirse la marginación del jugador de las dos posibles siguientes finales, la prensa especializada confiaba en una victoria de Los Ángeles Lakers, ya que el lesionado era el único capaz de contener a Wilt Chamberlain.
Si como muestra basta un botón, en el sexto juego Chamberlain, el pivot de los Lakers, anotó 45 puntos y lideró a su equipo a una victoria que obligó un séptimo encuentro.
Como nadie se quiere perder un partido de estas características, las dudas sobre la inclusión de Willis Reed en el equipo estaban instaladas. Aunque la mayoría daba por hecho que no iba a ser tenido en cuenta, ya que no contaba con el tiempo suficiente para recuperarse.
Parecía que era una señal de lo que iba a pasar en el futuro, cuando el jugador no fue incluido en los ejercicios pre competitivos. Mientras sus compañeros se preparaban para jugar el partido de manera tradicional, el pivot de los Knicks hacía lo que podía.
En el vestuario, conteniendo el dolor que sufría en la pierna, recibió por parte de médicos varias inyecciones que le permitieron aliviar su sufrimiento por un tiempo.
Cuando estaba todo listo para comenzar el partido, el jugador irrumpió demostrando que estaba totalmente listo para jugar. El desconcierto era total. Por un lado los jugadores de los Lakers no lo podían creer, mientras que el público local comenzó a cantar eufóricamente, cada vez más fuerte.
En el salto incial, Reed le ganó a Chamberlain, marcando la cancha y provocando el primer doble para New York.
Obviamente los milagros en la vida no existen, y la estadía en la cancha del jugador fue muy poca, pero sirvió para inspirar a sus compañeros. Lesionado y todo, anotó cuatro puntos y ayudó a que su equipo venciera a los Lakers y se coronara campeón de la NBA.
Más tarde el jugador declaró a la prensa: "Quería jugar. Era por un campeonato, y esos momentos en la vida pasan solo una vez. No quería mirar a mí mismo en un espejo 20 años después y pensar que me hubiera gustado intentar jugar".
Reed fue elegido el MVP de la final, cerrando una año perfecto,en la que además logró el MVP de la temporada y el título de campeón, siendo el primer jugador en la historia en obtener esos premios en una misma temporada.