"Es otra la presión"

Entrevistamos a Sánchez Varela, árbitro uruguayo que nos contó cómo fue la experiencia de trabajar en el Mundial.

img_5270-copiar.jpg
Alejandro Sánchez Varela tiene 33 años de edad, es árbitro internacional de básquetbol desde hace cinco años y fue seleccionado como uno de los mejores del continente para estar en el Mundial de España 2014. 

Le tocó participar del Grupo C, con sede en Bilbao, donde arbitró cinco partidos antes de volver a nuestro país. Impartió justicia en tres encuentros en los que participó Estados Unidos, a la postre la selección campeona del mundo. Además, arbitró en los partidos Turquía - Ucrania y Finlandia - Nueva Zelanda.

Para conocer más sobre esta experiencia internacional, su regreso a nuestro básquetbol y su historia de vida, PDA visitó la casa de Sánchez Varela, donde vive junto a su esposa y sus tres hijos. 

¿Cómo viviste la experiencia de arbitrar en un Mundial?

Sin duda que a nivel organizacional, de juego, de la atención que acapara y del nivel arbitral, fue lo mejor en lo que me tocó participar. Yo venía de un proceso de estar en cuatro mundiales juveniles, pero esto tiene otra trascendencia. Ya desde el público en la cancha. El estadio de Bilbao era para 16 mil personas y estaba lleno. Fue la sede en la que primero se agotaron las entradas porque estaba el equipo de Estados Unidos. 

En cuanto al nivel técnico y de juego, es lo mejor del mundo. Veo grandes diferencias con nuestro país en la parte técnica de los jugadores, en la pulcritud del juego que es más limpio. También en los tamaños. Son equipos de mucha talla, con gente grande, que es lo que a nosotros nos ha limitado. Por ahí vamos a un Premundial y tenemos un perímetro competitivo, pero Batista se lesiona un dedo y ya estamos complicados. 

A nivel de los árbitros estaba lo mejor. El problema es que hay de distintos continentes y hay que adaptarse a los estilos de compañeros que no conocés. 

¿Cómo repercuten estas condiciones a la hora de arbitrar?

Se te hace más fácil. Otro aspecto fundamental es que las canchas son amplias y vos tenés uno o dos metros para atrás para ubicarte desde un mejor ángulo y ver lo que está pasando. Todo eso ayuda a que puedas desempeñar mejor tu tarea. Ni que hablar que en estos torneos tu tarea es ocuparte de lo que pasa en los partidos y nada más. No tenés problemas con la parcialidad, que muchas veces influye en el partido, ni con la mesa de control.

Es increíble que en nuestro país la mesa de control todavía sea integrada por personas de los clubes que participan del encuentro. Por supuesto que a nivel internacional son nuetrales y están todos para colaborar con los jueces. Lo de acá es un folclore que a los que estamos acá nos gusta y como siempre se ha dicho: Después de arbitrar en Uruguay a cierto nivel, estás preparado para arbitrar en cualquier parte del mundo. 

¿Es más difícil trabajar acá que en el exterior?

Es otra la presión. Acá, al tener que controlar tanta cosa, es normal que un arbitraje pueda salir más desprolijo porque el juego es así. A nivel internacional la presión es de no tomar malas decisiones. Está todo dado para el buen desempeño. 

Hace algunos años hiciste un tour por EEUU ¿Cómo es arbitrar a esos jugadores a los que fuiste a ver en la NBA? 

Fue un espectáculo poder estar al lado los jugadores que veo siempre. Me di cuenta que realmente juegan a otra velocidad. Te sorprende la rapidez para la defensa y para todo. 

Siempre fui fanático de la NBA. De chico no jugué al básquetbol ni fui federado, entonces me empezó a gustar el básquet por la NBA, y fui un enfermo. Lo estudiaba todo, tengo dos mil tarjetas de jugadores, un enfermo total. A los 17 años, cuando empecé el curso de juez me involucré, recién ahí, con el básquetbol de acá.

En 2007 cumplí un sueño de mi vida que fue hacer un tour viendo partidos por los 30 estadios de la NBA. Empecé en Phoenix y terminé en Dallas. En aquel momento lo compartí con Álvaro Martín, comentarista de ESPN, que me contactó con la gente de ESPN Deportes. Me contrataron para que hiciera un blog con la experiencia en cada estadio. Eso me ayudó a solventar gastos, porque me pagaron por ese trabajo. 

¿Influye tu conocimiento de los jugadores en la forma de ver el juego y arbitrar en cancha? 

Nosotros, al igual que los equipos, hacemos un scouting de los jugadores y los equipos que te toca arbitrar. Eso influye, porque si hay un jugador que simula permanentemente, ya conocés que tiene ese estilo y salís preparado frente a esa situación. Hay jugadores que no conocés mucho, pero te diría que en los primeros minutos ya ves sus características.

¿En qué consiste la mecánica de los árbitros? 

Es super importante para el arbitraje, sobre todo en los últimos años que somos tres. La mecánica es bastante fácil. Se conforma un triángulo con un "árbitro líder" en la línea de fondo del lado fuerte -o lado de la pelota-. Si la pelota cambia de lado, el árbitro líder camina o corre hacia el lado de la pelota. Hay un árbitro seguidor, cerca de mitad de cancha que luego, cuando cuando haya que cambiar de defensa a ataque, se transormará en líder.

Del otro lado está el árbitro central, que controla algunas faltas, si los jugadores pisan las líneas, y los relojes. Luego hay unas rotaciones en las transiciones de defensa a ataque que funcionan como un émbolo. Cuando se sancionan faltas, hay rotaciones también, que ya son más complicadas de explicar. 

¿Por qué tomaste la decisión de ser árbitro?

Fue medio increíble porque no estaba previamente vinculado al básquetbol acá. Hubo un aviso en el diario y en el liceo tenía un profesor de italiano que era delegado de las formativas de Defensor. Hablé con él y me trajo el formulario para llenarlo, me presenté y empecé a ir. Al principio no me lo tomaba tan en serio. Me divertía, pero cuando realmente me gustó fue a los 20 o 21 años que empecé con tercera.  

Tenés un estilo de arbitrar con muchos gestos, que no es lo normal ¿es algo buscado o te sale naturalmente?

Me sale naturalmente y a nivel internacional me lo han corregido. Es un aspecto que no es bien visto. Es todo más sobrio y por lo tanto tengo que adaptarme o hacer algún cambio cuando salgo.

El resto de la entrevista mirala en este video, en el que Sánchez Varela cuenta cómo fue volver a arbitrar al Metropolitano luego del Mundial y una anécdota muy jugosa de sus inicios