Paola Rosas es la propietaria de Sir Fever. Su marido Federico Fabián Píriz lo monta, y su suegro Jorge A. Píriz lo entrena.

En charla con PDA, Rosas nos cuenta la campaña de este potrillo, que desde el mitin de reyes solo ha dado alegrías a la caballeriza Oro Negro y a sus allegados.

¿Cómo fue la compra de Sir Fever?
Un día fui a un remate con mi suegro donde eran varios haras rematando, y bueno, vi a Sir Fever y le pedí a mi suegro que me lo picara que lo quería. Además el muchacho que los mostraba nos dijo que Sir Fever era el más lindo y a mí me encantó.

¿Qué te decía tu suegro cuando empezó a entrenarlo?
Después de domarlo lo pasaban con caballos ya corriendo y demostraba que era bueno. Mi suegro y Fabián estaban contentos que iba a pintar ser buen caballo.

¿Qué sentiste cuando debutó y ganó en enero?
Mucha alegría. Era mi primer caballo y mi primera carrera, ganarla fue algo hermoso y todavía ganar un seis de enero fue una doble alegría.

¿Y cuándo se dieron cuenta de su potencial?
Si bien él demostró ser bueno, los caballos no hablan, así que cada carrera se vive con nervios.

Deporte en familia, tu marido lo corre y tu suegro lo entrena, ¿te da más confianza?
Sí, totalmente. Le tengo confianza a Fabián y a mi suegro también, pero si hay algo que no me gusta se los digo.

¿Cómo vieron a Sir Fever estos días su jinete y su entrenador?
Fabián y mi suegro bien, toda la semana pasaron arriba del caballo.

¿Han tenido alguna oferta?
Ofertas sí, pero solo de palabra. Nada concreto.

¿Qué expectativas hay para el domingo?
Estamos ansiosos, yo muy nerviosa. Si bien sabemos lo que es él, los nervios nunca faltan. Esperemos que todo salga como queremos, el pingo se lo merece.

¿Qué pasa si gana la segunda gema?
Si Dios quiere y gana y vienen a comprarlo, se vende. Y si no correremos la última carrera de la Triple Corona.