La gimnasia artística no es uno de los deportes más desarrollados en Uruguay, y mucho menos en la rama masculina. Pero hay un gimnasta que apareció con muchísima fuerza y que ya hizo historia.

Se llama Cristhian Meneses, tiene 19 años y entrena en el club Olimpia, el único club que tiene aparatos reglamentarios para este deporte. Se vinculó al club como cualquier hijo de vecino, cuando tenía 6 años, y no se fue más.

"Mis viejos tenían una perfumería en Peñarol y me quedaba cerca del club. Yo era un gurí re hiperactivo, rebotaba para todos lados (risas) y me empezaron a traer al club en las vacaciones a hacer gimnasia social: juegos, fútbol, aritos, todo eso", comenzó contando Meneses a PDA.

"Hasta que un día vieron que no paraba, no paraba, y vino Fernando Schmidt, un profesor que ya no está más, y me dijo: "¿No querés probarte en la fosa?". Y ahí arrancó todo.

De ahí en más fue todo evolución. A los 13 participó por primera vez de un Sudamericano, certamen al que comenzó a asistir año a año.

A los 17 años quebró la historia y ganó la primera medalla en la historia de la gimnasia masculina uruguaya, obteniendo el bronce en la categoría mayor del Sudamericano de Santiago 2013.

Y exactamente el día que cumplía 19 años mejoró su propio logro: ganó la medalla de plata en el Sudamericano de Cochabamba 2014. Ambas medallas las obtuvo en el aparato de salto, una de sus especialidades, junto a suelo.

Ahora Meneses va por un nuevo hito histórico: en octubre de este año participará del Mundial de gimnasia en Glasgow, y se transformará en el primer uruguayo en hacerlo. También está clasificado para los Juegos Panamericanos de Toronto 2015.
¿Cómo hizo Meneses para lograr todo esto?, es lo que nos preguntamos varios. Y la principal respuesta es: dedicación. "Entreno unas cuatro horas diarias", señaló, de las cuales una y media usa para trabajo físico.

Igual, no afirma que "se dedica" al deporte: "Si te dijera que me dedico a la gimnasia, tendría que entrenar mínimo ocho horas: turno en la mañana y turno en la tarde". 

Es que hay que asegurar el futuro y, por ende, estudiar. De mañana, Meneses estudia en la facultad de Derecho. Y de tarde va a Olimpia a entrenar cuatro horas.

Claro, compatibilizar ambas cosas es todo un tema. "Tenés que poner un equilibrio, si te ponés muy del lado del estudio dejás el deporte, y si te ponés muy del lado del deporte dejás el estudio. Es como un equilibrio, un 50-50. Tenés que sacrificar de las dos cosas para estar bien", dice, tranquilo.

Pero ese panorama no es lo único complicado para su desarrollo como gimnasta. Otro tanto o más grande es la falta de competencia interna. "En Olimpia, que es donde contamos con todos los aparatos reglamentarios, somos cuatro. Y somos los que competimos en la categoría".

Es decir que regularmente Meneses solo puede competir contra tres rivales. "Es complicado", sentencia.

Pese a todo, el joven oriundo de Piedras Blancas no se detiene. Tiene un mental coach mexicano, con el que habla por Skype, mira videos, se actualiza y perfecciona la técnica. Laburo de hormiga.
Por ahora, Meneses no ha tenido que solventar sus viajes. El Comité Olímpico paga las participaciones en los Juegos Odesur y Panamericanos, mientras que la Federación de Gimnasia -con el presupuesto del gobierno- aquellos torneos que son exclusivos de ese deporte (Sudamericanos y Mundiales, por ejemplo).

Antes del Mundial, el gimnasta uruguayo competirá en la Copa del Mundo por aparato, que será en Brasil. Esa participación sí será solventada por el propio atleta, que encuentra como consuelo que "al menos es cerca".

Para asegurarse ese viaje, y sobre todo el del Mundial, que depende del no siempre seguro presupuesto gubernamental, Meneses lanzará próximamente su campaña en Campeón de la Gente, la organización de financiación colectiva.

Y, mirando más adelante, el sueño de Cristhian es clasificar alguna vez a los Juegos Olímpicos. Todavía está en carrera para lograrlo en Río 2016, pero necesitará una notable posición individual en el Mundial, algo que reconoce como muy difícil.

Igual, por su juventud, todavía tiene varios ciclos olímpicos por delante y es consciente que tiene mucho por crecer. "Un profesor me decía: a los 12 años sos un proyecto de proyecto de proyecto de gimnasta, a los 15 sos un proyecto de proyecto de gimnasta, a los 18 sos un proyecto de gimnasta, y recién a los 21, 22 o 23 sos un gimnasta", recuerda.

Algo de lo que tiene por mejorar, confiesa, es "equilibirar con los otros aparatos, porque si competís en all-around tenés que ser equilibrado en todos".

Recordemos que la gimnasia artística masculina consta de seis aparatos (salto, suelo, barra fija, barras paralelas, anillas y caballo con arzones), y el all-around, que es la suma de todos ellos. 

El futuro más inmediato de Meneses es la participación los Juegos Panamericanos, en los que aspira a "lograr una buena posición en el all-around para ver cómo estaría para el Mundial" y "clasificar a una o dos finales (por aparato)".

Cristhian Meneses, con apenas 19 años, ya es el mejor gimnasta masculino de la historia uruguaya. Y va por más.

Actualización 5/3/15

Tras la publicación de esta entrevista, Maximiliano Stagnari, miembro del cuerpo técnico masculino de la Federación Uruguaya de Gimnasia, se comunicó con PDA para realizar la siguiente aclaración: "Con respecto a la clasificación a los Juegos Panamericanos, Cristhian está en igualdad de condiciones que Manuel Fernández y Gerardo Cabrera. Los tres tienen las mismas chances de participar en los JJPP ya que la plaza para Uruguay está otorgada pero no es nominal. Los selectivos se llevarán a cabo en mayo para definir cuál será el gimnasta que participará. Si bien sabemos que Cristhian es quien tiene más posibilidades debido a su mayor dificultad y mejor ejecución en las series, este asunto aún no está definido y serán los clasificatorios los que lo definirán".