En diciembre de este año, cuando sea el Mundial de Clubes, seguramente nos estemos alegrando porque un uruguayo salió campeón. Es que, a no ser que medie una transferencia o una gran sorpresa (como que un equipo africano dé el batacazo, o algo así), eso va a suceder.

Lo podemos afirmar aunque no hayan terminado ni la Copa Libertadores ni la Champions League. En el torneo europeo resta jugarse la final: Barcelona-Juventus. Gane quien gane, un uruguayo dará la vuelta olímpica: Luis Suárez o Martín Cáceres (aunque esté lesionado, la va a dar igual).

En la Libertadores estamos en semifinales, pero en los cuatro equipos que siguen en carrera hay futbolistas uruguayos. La llave River-Guaraní tendrá de un lado al tridente compuesto por Carlos Sánchez, Camilo Mayada y Rodrigo Mora, y del otro al volante Marcelo Palau.

Mientras tanto, la otra serie es Tigres-Internacional. En el equipo mexicano juega Egidio Arévalo Ríos y en el brasileño Nicolás Freitas. Por si hacía falta, el técnico de Inter es Diego Aguirre.

Uruguay es el único país del mundo que se puede jactar de esto, ya que no hay otro que tenga futbolistas en los seis planteles que están definiendo los torneos continentales.