"Nos quedaremos sin nada"

Nicolás Cuestas, uno de los atletas que quedó afuera de los Panamericanos, habló sobre el tema y anunció su retiro del deporte.

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Nicolás Cuestas tiene 28 años y es uno de los atletas uruguayos que estaba clasificado para los Juegos Panamericanos de Toronto, pero que no podrá ir por un error de la organización del evento.

Él, junto a su hermano Martín, Andrés Zamora y Javier Marmo, se encuentra actualmente en Perú, donde está hace tres semanas realizando un entrenamiento especial para una competencia en la que se enteró hace pocos días que no podrá participar.

Desilusionado, Nicolás escribió una carta a la que accedió PDA y en la que confiesa, entre otras cosas, que el año próximo dejará de correr.

Leela:

Estamos a martes, aún nos queda más de una semana aquí en Arequipa y no sabemos qué vamos a hacer. Todos estamos poniéndonos fuertes. En lo personal estoy entrenando mejor aquí, a 2300 metros de altura, que en el llano. Todo el que vino aquí lo está.

Por eso mismo no sabemos qué haremos. Nadie nos ha dicho están fuera, pero es más que obvio, ya no estamos dentro de los Juegos Panamericanos.

Cuando todo esté revuelo salió a la luz, pensamos que no nos afectaría: Dijimos: "Somos una selección pequeña y como fuimos de los primeros en hacer la marca nos van a dejar adentro".

Cuando Andrés Cotinni del diario La República nos preguntaba cómo nos tenía esta situación ni bien había salido a la luz, recuerdo que estábamos tan seguros que este lio se arreglaría que seguimos tranquilos.

Pero a falta de poco tiempo para llegar a nuestro país, y entrenando muy bien, no sabemos qué vamos a correr cuando bajemos.


Al principio, cuando todo esto salió a la luz, hacíamos chistes y nos reíamos. No creíamos que pudieran remover atletas así nomás, con la inversión que muchos han hecho, en este caso la Confederación Atlética del Uruguay, que trajo a todo el equipo de fondo y a Javier Marmo de medio fondo a prepararnos en la altura, pasajes y visas para Estados Unidos. Además del tiempo empleado, lejos de la familia, del trabajo, del país.

En lo personal había esperado mucho tiempo esta oportunidad de solo estar para entrenar. En Uruguay no se me hace muy fácil entrenar solamente, ya que tengo mi trabajo en la Escuela Nacional de Policía, también estoy estudiando diseño gráfico, entreno a mis alumnos del Running Team y trabajos particulares que tengo junto con mi hermano en una pequeña empresa que estamos formando. A eso hay que hay que sumarle el tiempo de entrenamiento y el tiempo que hay que dedicarle a descansar, a la familia, a los amigos y a la novia.

V
enir a Arequipa significó un gran cambio, mental y físico. Solamente es entrenar, comer y descansar.

Estamos terminando la tercera semana de entrenamiento y nunca estoy cansado para entrenar, a diferencia de cuando estaba en Uruguay. Entrenar aquí a veces se vuelve muy duro, pero al estar descansados y dedicados al máximo hace que siempre estemos dispuestos y con ganas.

Hoy martes ya entrené por la mañana y en un rato tengo el segundo turno como todos los días, y en todo el equipo se están yendo las ganas. Todo el que vino dio más del cien por ciento cada día, desde levantarse muy temprano para ir a entrenar. Los sábados nos levantábamos a las 5:30 para ir con Aguelmis a fondear a unos 20 km de donde nos estábamos quedando.

La realidad es que en una semana llegaremos a Uruguay, quizás en nuestra mejor forma atlética, y nos quedaremos sin nada. Mi ilusión era bajar el 29:46 en los 10000 metros, sé que ahora estoy mucho mejor que eso, pero no podré demostrarlo quizás.

El resto de equipo ya no sabe qué pensar ni qué hacer. A nivel regional no hay nada en pista para competir, en calle para los fondistas casi nada, y uno de los más perjudicados es Aguelmis.

Él estuvo casi un mes entrenado para maratón, un entrenamiento muy largo y duro, y quizás ni pueda conseguir una. No es fácil, porque debe ser un circuito donde se pueda correr, tiene que estar certificada para que cuente en caso de hacer marca para los Juegos Olímpicos y que sea dentro de las fechas límite donde su rendimiento sea óptimo.


Cada vez confirmo más lo que he estado pensando, y hasta le he dicho a algunos, y es que intentaré ir a Rio 2016, y si no lo consigo ya no correré más.

El atletismo me ha regalado mucho y soy muy agradecido. Tratar de estar en los Juegos Olímpicos será lo último que haré como atleta. 2016 puede ser mi último año corriendo, después me dedicaré a seguir estudiando y trabajar.