Lado B
La muestra B de Andrés Silva arrojó un resultado adverso y la investigación continúa para determinar si es culpable de dopaje o no.
Andrés Silva durante los Juegos Panamericanos de Toronto.
La Comisión de Disciplina de la Organización Nacional Antidopaje de Uruguay (ONAU) recibió la comunicación oficial del Laboratorio de Madrid donde se confirmó el control adverso (antes se lo denominaba positivo) por androsten tras el análisis de la muestra “B” del atleta Andrés Silva.
Recordemos que fue el propio deportista que pidió la apertura de esta muestra cuando fuera recibido por dicha Comisión el martes 11 de agosto pasado. Allí se le informó del adverso que se suscitó en un control del pasado 2 de junio realizado en nuestro país, antes de su participación en el Sudamericano de Lima (fue oro en los 400 metros con vallas) y los Juegos Panamericanos. Por esa razón, si fuera encontrado culpable de dopaje, perdería sus marcas en dichas competencias, y perdería por tanto su medalla dorada.
Luego de dicha audiencia en la que el atleta no fuera suspendido preventivamente, declaró: “Hace 17 años que me dedico al atletismo, tengo entre ocho y 10 controles anuales. Nunca había tenido un control positivo. Es una situación incómoda para cualquier deportista (...) pero tenemos la tranquilidad de saber que en esto estamos limpios”.
De allí en más viajó a Beijing para competir en el Mundial de atletismo, pero Silva se encontró con la novedad de que la Federación Internacional (IAAF) no le permitió competir. El tacuaremboense no pudo, ni podrá formar parte de campeonatos internacionales hasta que la investigación sea concluida.
El atleta intentará demostrar por qué motivo puede haber llegado esta sustancia a su organismo basándose en dos grandes líneas. La primera tesis es que fue por el consumo de un suplemento vitamínico diferente a los que utilizaba habitualmente y que fue adquirido en Puerto Rico, cuando participó del Grand Prix Internacional de Ponce, el 23 de mayo. Para ello, dicho complemento ya se llevó a analizar a un laboratorio de Pando para determinar si pudo ser el desencadenante de esta situación.
La otra gran línea de la defensa será que su metabolismo es el causante de la presencia de esta sustancia, para lo cual también se harán los estudios pertinentes. La Comisión Disciplinaria, una vez recibidos estos descargos, realizará las citaciones que estime convenientes para tomar declaraciones.
Seguramente se consulte a médicos y personas del entorno de Silva, para comenzar a realizar una composición del caso. Dicha comisión no tiene plazo para definir el tema y decidir si hay o no sanción y de qué duración sería la misma. También tiene la posibilidad en cualquier momento de rever su decisión de primera instancia y proceder a una sanción preventiva en caso de que lo considere conveniente.
Andrés Silva ya fue notificado de la confirmación del resultado adverso que se pudo constatar en la muestra “B”. Pese a que todavía está en Beijing, viajará el próximo viernes rumbo a nuestro país y se estima que en la semana entrante sea citado nuevamente por la Comisión Disciplinaria.
Recordemos que fue el propio deportista que pidió la apertura de esta muestra cuando fuera recibido por dicha Comisión el martes 11 de agosto pasado. Allí se le informó del adverso que se suscitó en un control del pasado 2 de junio realizado en nuestro país, antes de su participación en el Sudamericano de Lima (fue oro en los 400 metros con vallas) y los Juegos Panamericanos. Por esa razón, si fuera encontrado culpable de dopaje, perdería sus marcas en dichas competencias, y perdería por tanto su medalla dorada.
Luego de dicha audiencia en la que el atleta no fuera suspendido preventivamente, declaró: “Hace 17 años que me dedico al atletismo, tengo entre ocho y 10 controles anuales. Nunca había tenido un control positivo. Es una situación incómoda para cualquier deportista (...) pero tenemos la tranquilidad de saber que en esto estamos limpios”.
De allí en más viajó a Beijing para competir en el Mundial de atletismo, pero Silva se encontró con la novedad de que la Federación Internacional (IAAF) no le permitió competir. El tacuaremboense no pudo, ni podrá formar parte de campeonatos internacionales hasta que la investigación sea concluida.
El atleta intentará demostrar por qué motivo puede haber llegado esta sustancia a su organismo basándose en dos grandes líneas. La primera tesis es que fue por el consumo de un suplemento vitamínico diferente a los que utilizaba habitualmente y que fue adquirido en Puerto Rico, cuando participó del Grand Prix Internacional de Ponce, el 23 de mayo. Para ello, dicho complemento ya se llevó a analizar a un laboratorio de Pando para determinar si pudo ser el desencadenante de esta situación.
La otra gran línea de la defensa será que su metabolismo es el causante de la presencia de esta sustancia, para lo cual también se harán los estudios pertinentes. La Comisión Disciplinaria, una vez recibidos estos descargos, realizará las citaciones que estime convenientes para tomar declaraciones.
Seguramente se consulte a médicos y personas del entorno de Silva, para comenzar a realizar una composición del caso. Dicha comisión no tiene plazo para definir el tema y decidir si hay o no sanción y de qué duración sería la misma. También tiene la posibilidad en cualquier momento de rever su decisión de primera instancia y proceder a una sanción preventiva en caso de que lo considere conveniente.
Andrés Silva ya fue notificado de la confirmación del resultado adverso que se pudo constatar en la muestra “B”. Pese a que todavía está en Beijing, viajará el próximo viernes rumbo a nuestro país y se estima que en la semana entrante sea citado nuevamente por la Comisión Disciplinaria.