"Un cambio social"
Maxi Larrosa, uno de los mejores deportistas uruguayos del momento, aseguró que se precisa un cambio cultural para valorar el deporte.
Foto: Gerardo De Paula
El karateca Maximiliano Larrosa es, a sus 23 años, uno de los deportistas de mejor presente y gran futuro que tiene nuestro país. Radicado en Maldonado, ya supo ser campeón Panamericano en Argentina, en el año 2013 y bronce en la edición del 2014 en Perú, además de acumular varias medallas sudamericanas
El representante de las artes marciales, lejos de conformarse, apuesta a seguir entrenando con el objetivo de tener un 2016 que le permita una vez más mejorar en su camino deportivo. “Sé que estoy en un proceso de total crecimiento y aprendizaje y que mi nivel seguirá en aumento a fuerza de trabajo, sacrificio y competencias”, sentenció Larrosa. Además añadió: “por suerte en toda mi carrera deportiva he tenido importantes resultados internacionales y estoy seguro que voy a seguir alcanzándolos porque esto es lo que amo y hago con total pasión”.
Pero todos sus logros deportivos también tienen su contracara, ya que hace dos años se presenta sin suerte al sorteo para ingresar a la carrera de Licenciatura de Educación Física en el ISEF. Esto no es algo que pase desapercibido en su realidad: “Este tipo de hechos siempre influye en un deportista. Es muy duro y difícil de sobrellevar, porque sé que no vivo ni lo voy a hacer del karate y por eso debo planificar mi futuro. Me da mucha impotencia no poder estudiar lo que me apasiona, ya que depende de un injusto sorteo”.
Larrosa explicó que a su entender: “Es muy injusto que con todo el sacrificio que hago para representar mi país no tenga la posibilidad de ganarme un cupo para estudiar en mi departamento y poder seguir dedicándome al deporte”.
Practicar un deporte como karate en Uruguay implica mucho de sacrificio, entrenamientos y vocación; Larrosa combina las tres a la perfección. “No me puedo quejar del apoyo que tengo de parte de la Dirección Nacional de Deportes y la Intendencia de Maldonado. Ellos me pagan los viajes a los torneos y alguna preparación en el exterior”, comentó, pero también agregó: “de no ser por el apoyo de mis padres que siempre me están dando varias manos en lo económico, no sería el tipo de deportista que soy. Nos falta tener más competencias internacionales de nivel para llegar más finos en la toma de decisiones a los campeonatos importantes”.
También afirmó que hay un tema cultural detrás del deporte nacional: “Si comparamos con otros países, el deportista uruguayo en general no es reconocido, ni valorado como se debe. Creo que es un tema cultural y para que el deportista uruguayo empiece a ser reconocido tiene que haber un cambio social. No nos podemos olvidar que el deporte es todo lo contrario a las drogas, delincuencia, problemas de salud y malos hábitos y cuanto más valoremos a nuestros referentes deportivos, mayor será la motivación para los chicos en seguir practicando ese deporte que eligieron y tratar de llegar a ser iguales o mejores que su referente”.
Sobre lo que se viene no dudó en decir que por este año “no creo que compita internacionalmente por un tema de recursos y objetivos lejanos. Lo próximo trascedente que tenemos es el Panamericano de mayo del año que viene y a ese vamos a ir a tratar de meternos en el podio”.
A la hora de analizar su pasaje por los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, donde no logró pasar la serie, comentó que “luego del sorteo sabíamos que iba a ser muy difícil y la serie fue muy dura, pero nunca dejé de pensar que era posible, ya que al brasileño y al chileno les había ganado y el colombiano no me parecía un contrincante imposible de ganar. Igualmente se dejó todo, que es lo importante y servirá de experiencia para lo que se viene”.
Por último al hablar de su deporte y la importancia que conlleva sentenció: “Nuestro diferencial son los valores que enseña. Es maravilloso enfrentarte a otra persona, pelear, tratar de ganarle y al finalizar el combate, sentarse juntos a charlar como si nada. Esto se da gracias a los valores y principios que tenemos los karatecas basados desde el inicio en el respeto”.